Me levanté de mi sitio mientras suspiraba satisfecho. Había completado el último examen de la semana, y me encontraba bastante contento con mi rendimiento. –¿Qué tal la pregunta cinco? –Me acerqué a la mesa de Asher.–Bastante fácil. –me dijo él mientras guardaba sus cosas en un estuche negro. –Por cierto, ¿está semana me toca a mi cuidar de la mariposa no?
–Sí, puedes venir a casa a recogerla si quieres. –Noté risas a mis espaldas. La mirada de Asher se perdió en su mesa.
–De paso puedes chupársela Jackeline. –Gritó un chico lejos de mi posición. Todos estallaron en risas mientras que yo tragué saliva y apreté mi mandíbula. Todo me pilló de imprevisto y me quedé en estado de shock.
–Si prestaras la misma atención en clase que en las conversaciones ajenas no suspenderías hasta el recreo, Louis. –Saltó una chica en nuestra defensa.
–Tú callate Mallory. –Se excusó el chico.
Yo no me moví de mi posición, seguí de espaldas a la escena, me encontraba paralizado. De cierta forma, era mejor eso que perder los nervios, porque como los perdiera, rodaban cabezas a lo reina de corazones.
–Quién calla otorga Ulises. –Dijo una chica sentada al lado de Nathan.
–Déjalos nena, están guardando la voz para luego. –La carcajadas volvieron y yo di un golpe seco en la mesa. Todos se callaron y un silencio recorrió la clase. Me giré sin abrir la boca y me volví a mi sitio. El resto de las clases fueron una mierda para ser concretos, no podía concentrarme, ya que me sentía incómodo y más que nunca, con mil ojos a mi alrededor.
No es que no estuviera acostumbrado a que hablaran de mi, nada que ver, pero era la primera vez que lo hacían a la cara y sin pelos en la lengua. Sin ningún filtro habían dicho cosas obscenas de mi y Asher en voz alta, y eso sin duda sería tema de opinión durante varios días. Lo harían sin pruebas y por su puesto sin tener piedad de como nos pueda afectar a nosotros o a nuestros sentimientos.
El timbre sonó y recogí todo a prisa. No me paré con nadie y se podría decir que corrí hasta llegar a casa. Tenía los nervios a flor de piel y mucha rabia acumulada en mi interior. Quería golpearlo todo hasta calmarme, pero sabía que eso haría totalmente lo contrario. Me tumbé en la cama y respiré, puesto que tenía la respiración demasiado alterada.
¿Acaso se me notaba que me gustaba? ¿Acaso eso estaba mal?
Todos iban de cama en cama sin que nadie se molestara en opinar nada ¿pero a mi por hablar con él iban a difamarme? Ardí en más rabia.
Lo peor de todo fue la cara con la que Asher miró su mesa. Quería parecer indiferente, quería mostrar que le daban igual todo, pero yo ya lo conocía, y sabía que le molestó todo eso, incluso puede que más que a mí.
Cogí mi móvil y vi una notificación entrante.
*Perdón, nada de esto habría pasado si no te hubieras acercado a mi. Mejor ignórame, debe ser fácil si todos los hacen, iré a las cinco y media por la mariposa.* –Era de Asher.
*No pienso hacerlo*–El mensaje no se entregó, me había bloqueado.
Y en ese momento, fue donde mi autocontrol explotó por los aires. Comencé a golpear todo lo que veía en mi camino, eso no arreglaría absolutamente nada, lo sé, pero en ese momento pensar con claridad no estaba entre mis prioridades.
Decir que quería golpear a todos y cada uno de los integrantes de esa clase se quedaba corto, pensamientos horribles pasaban por mi mente, agarré un cuaderno y lo tiré contra la pared, una hoja salió volando de su interior y la recogí del suelo, era la nota que me dió Asher cuando lo ayudé en clase de gimnasia. Las manos me temblaban mientras volvía a leer su contenido.
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IN THE HEAVEN |BL|
Teen FictionSi mostrar los sentimientos es de fracasados llamame perdedor. Si quererle es pecado llamame pecador. Si amarle es delito llamame culpable. No quiero demostrarle como me hace falta, no quiero que sienta que tiene herramientas para destruirme, pero...