Capitulo IX

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El sudor frío me refrescaba la cara mientras realizaba los últimos ejercicios de la clase de gimnasia.

Vamos Ulises, tú puedes, has lidiado con cosas peores... AUCH tirón. Un latigazo recorrió toda mi pierna mientras yo soltaba cincuenta maldiciones al profesor en un idioma confuso.

-Vamos mocosos, estáis hechos unos escombros humanos. -Decía el profesor en su pésimo intento de dar ánimos. -Ahora entiendo porque vuestros padres no os han vendido todavía como chatarra, no ganarían nada.

Positivismo ante todo.

-¡Susy! -Le gritó a una chica. -Dejate el pelo, esto no es una peluquería, ni mi calva un espejo así que a hacer flexiones.

Observé a Asher, él cual estaba lejos de mi, como en general en todas partes. Debíamos hacerlo si no queríamos llamar la atención de nadie.

La tortura, digo clase de gimnasia término y todos nos fuimos a los baños a asearnos. Perdí a Asher de vista, puesto que entró en uno de los baños para cambiarse de ropa. Pude ver que gente lo perseguía sin que él se percatara de ello. La sangre se me hirvió, me irritaba el hecho de que no lo pudieran dejarlo tranquilo, de que él fuera un punto fácil para que ellos pudieran echarse unas risas a su costa.

Quise impedir que hicieran lo que fuera que fuesen a hacerle, pero me frené, recordé las palabras de Asher, debíamos estar distantes, lejos el uno de otro para que las cosas no empeorarán para ambos. Apreté mi camiseta intentando sofocar mi rabia.

Cuando todo se vació caminé hacia los baños de color naranja intenso y pude ver sus zapatillas blancas por el hueco inferior de uno de los cubículos-¿Estás bien?

-Shhhh déjame. -Dijo él en un susurro.

-No hay nadie, tranquilo, ¿Qué te han hecho?-dije preocupado.

-Nada, solo me han encerrado aquí. -Intenté abrir la puerta pero él me interrumpió.

-¡Quieto! -me advirtió. -Debo estar aquí hasta que terminen las clases, así me han advertido, me harán cosas peores si me ven afuera.

-Pero...

-Estoy bien... estaré bien. -Su voz tenía un tono amargo, casi cansado.

-Vendré por ti cuando terminen las clases, no me importa lo que me digas, lo haré. -No obtuve respuesta y me fui hasta mi siguiente clase. Sentía miradas que me juzgaban en cada sitio dónde estaba, pero actúe con normalidad.

La última clase llegó y observé a mi alrededor. Faltaba Nathan, había desaparecido sin dejar rastro y sin motivos. Me daba mala espina, muy mala espina. Pero en general todo lo relacionado con esa persona no me gustaba un pelo.

En cuanto la clase terminó, caminé hacia los aseos. Los cubículos estaban vacíos, completamente vacíos. Sin rastro de Asher y sin rastro de Nathan.

Llámame exagerado, pero entre en pánico, puesto que personas así no tenían límites haciendo daño, menos Nathan y especialmente si es Asher. Lo busqué entre las personas que salían del instituto camino a sus casas, pero tampoco logre localizarlo. Cogí mi móvil y me dirigí a su contacto para llamarlo. Que ahora que lo pensaba bien, es lo primero que debería haber hecho.

Perdonen mi retraso.

Respondió casi al momento. -¿Sí? -Me tranquilicé al escuchar su voz.

-¿Dónde coño estas? -Dije automático.

-En mi casa... conseguí escapar y preferí irme a casa. -Algo en su tono me hizo dudar, sabía mentir de maravilla, pero a mi no me engañaba. Me relamí los labios.

IN THE HEAVEN |BL|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora