𝙷𝚊𝚗𝚊𝚑𝚊𝚔𝚒 // Aizawa S. X Lectora

1. Amor

¿Alguna vez... te has enamorado de alguien? 

Ya sabes, ese sentimiento difícil de explicar porque pasan muchas cosas a la vez. Tu pecho se oprime, respiras rápido, tu cuerpo entra en un calor agobiante, tu rostro se pone rojo, las palabras fallan, tu mente se nubla, tus ojos se desvían de los del otro porque te pone más y más nerviosa... Era exactamente lo que me pasaba cada vez que lo veía.

¿Por qué? 

¿Por qué justo él?

Sabía que el amor no correspondido era más habitual de lo que uno creía, pero de ese tipo... Realmente pensé que sólo ocurría en los libros y películas, o que el tiempo lo resolvería porque de seguro era una etapa. Pero ahí estaba, observando con tristeza los pétalos azules girando en el agua del retrete del baño de la escuela hasta desparecer.

No era una persona que desmostaba sentimientos a flote, pero desde que todo empezó hice hasta lo imposible para actuar de la manera más neutra posible, sin hacer obvios mis síntomas y creía que funcionaba, porque habían pasado tres años desde que no dejaba de pensar en él.

─ ¿Narumi? ¿Estás aquí? 

─ Si. ─ Respondí luego de aclararme la garganta, haciendo una mueca de dolor. Me levanté del suelo, sacudiendo mis rodillas, acomodando mi uniforme y, antes de salir del pequeño cubículo, le eché un último vistazo al retrete para confirma que no haya quedado ningún rastro de lo que dejé escapar por mi boca.

♦  ♦  ♦

No fue su mirada cansada, su voz monótona, su cabello largo... Fue la manera en la que me trataba. La manera en la que me elogiaba cuando ponía empeño en los entrenamientos, la manera que sonreía de costado cuando seguía sus consejos y los aplicaba de la forma que a él le gustaba, cuando solía recurrir a mí porque le di la confianza suficiente para cosas mínimas.

Nada, absolutamente nada que se pudiera mal interpretar, entonces, ¿por qué me hace sentir así?

'[... Enfermedad de Hanahaki.'

No me trata de manera distinta porque no me ve de manera distinta.

'[... No todos llegan al punto de la infección, la cual produce el crecimiento de la planta, no es algo tan común...]'

Intenté lo posible para cambiar eso, traté de centrarme en los estudios, de salir, despejar mi mente, conocer gente nueva para finalmente terminar de rojillas frente al retrete, tratando desesperadamente de buscar el oxigeno que los tallos no dejan entrar.

'[... Por el momento la única solución sería someterse a cirugía para remover todo de raíz, aunque podrá experimentar algunas complicaciones luego...] 

No podía permitirme dar un paso hacia adelante cuando sabía perfectamente que podría perjudicarme tanto a mí como a los que me rodean. Tenía que aguantar un poco más, tan sólo unos meses para graduarme e irme lejos, muy lejos.

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