𝙷𝚊𝚗𝚊𝚑𝚊𝚔𝚒 // Aizawa S. X Lectora

26. Un plan

Lograba degustar la sangre delicadamente saliendo por mis labios los cuales no dejaba de morder y tirar. La incomodidad que sentía bajo la mirada de esas personas era inexplicable, y me mostraba más que vulnerable por el simple hecho de que no podía usar mi peculiaridad como correspondía y, visiblemente, yo no me encontraba en la mejor forma. Intentaba mirar a todos a la vez pero, a quien más me costaba sacarle los ojos de encima, era a Himiko Toga, con su sonrisa brillante y un pequeño cuchillo dando vueltas por sus manos. No estaba amenazando, en absoluto, pero de alguien tan inestable como ella realmente se podría esperar cualquier cosa en cualquier momento.

─ Lo que no entiendo, ─ comenzó a hablar Mr. Compress después de unos segundos en silencio. ─, es, ¿qué tenemos que ver nosotros en todo esto? Es decir, ─ No iba a ignorar en absoluto el hecho de que verlo sin máscara me hacía difícil también sacarle la mirada de encima. Estaba confundida de verlo entre ellos, pensando que era alguien afiliado, hasta que lo llamaron por su nombre y todo en mí se hizo más confuso. ¿Cómo alguien con ese rostro podría pertenecer a tan sucio lugar? ─ Nosotros, tu... ¿Quién más lo puede ver en sus sueños?

─ No lo sé. ─ Negué con la cabeza, tratando de encontrar más personas. ─ Estimo que Eraserhead, porque él tiene a su esposa- ─ tragué saliva y aclaré mi garganta cuando dije esa palabra. Tomé una gran bocanada de aire, no era momento de armar de este lugar una florería así que tuve que internamente hiperventilar para sacarme las nauseas de encima. ─ Tal vez Bakugo, es el aprendiz más cercano a mí... puede que también-

─ Si tú eres el principal problema de todo esto ─ Interrumpió Dabi desde el otro lado de la barra donde Kurogiri se encontraba secando vasos usados. ─ entonces los de tú lado deberían verlo, ¿Qué tenemos que ver nosotros en todo esto?

Mis ojos se dirigieron a Shigaraki por un mili segundo antes de volver a las mal curadas cicatrices del rostro de Dabi. Aun así podía sentir la mirada del peliblanco clavada en mí como estaca.

─ Creo que sólo se fija en el rango de poder. ─ Dije lo más coherente que se me cruzó por la mente. ─ Juega en papel de otro villano, por ende quiere sacarse a ustedes del camino. Si quiere llegar a mí, entonces también debe liberar mi camino, quitarme los más poderosos y cercanos hasta encontrarme libre.

─ Espera, ─ Hizo escuchar su voz Spinner por primera vez en toda la conversación. ─ ¿por qué te quiere a ti? 

─ Quiere algo que yo tengo. ─ Dije sin pensarlo, mordiéndome la lengua inmediatamente. El doctor no tuvo el tiempo suficiente para explicarle todo a su paciente, pero fui mucho más rápida y creí leer lo suficiente de los libros de su oficina hasta dar con el expediente de la realización de ensayos con mi enfermedad y lo que provocó. Sabía que la meta de ese enmascarado era dejar que la planta me consumiera por completo para tomar la raíz y enriquecer de su poder. ─ Quirk. ─ Dije antes de que las preguntas volvieran a caer. ─ Creo que quiere mi quirk. Como un coleccionista. Irá por otros después del mío.

─ Aún no entiendo qué tiene que ver la mujer que capturó. ─ Pensó en alto Compress. ─ Pensando como él, entonces tomaría a alguien cercano a ti.

─ ¿No es obvio? ─ Bufó Toga, acercándose peligrosamente a mí con toda la confianza. ─ Eraserhead es el próximo, lo quiere provocar. Y ella es presa fácil, mira cómo está, sí se nota que realmente escapó de un hospital, apenas puede correr sin quedarse sin aire a los segundos. ─ Chasqueó su lengua, girando el taburete en el que estaba sentada para quedar frente a ella, quien sin pensarlo dos veces ni darle el tiempo suficiente para reaccionar, corrió el cuello de mi camiseta un poco hacia abajo para revisar aquella cicatriz debajo de mi clavícula que en algún momento durante un ataque hace meses me dejó lesionada. Su sonrisa delataba lo orgullosa que estaba de la gran marca, haciéndome quitarle su mano de encima de inmediato con fastidio. ─ Es por eso que necesitas que yo vuelva por ti, ¿verdad? ─ Sonrió de oreja a oreja. Rodé los ojos.

─ Aún no tengo un plan. ─ Murmuré acomodándome la ropa devuelta a su estado.

─ No suena mal. ─ Asintió Spinner.

─ Suena pésimo. ─ Respondí. ─ Si vas como yo te meterán a estudios y tú sólo coincidirás en lo externo, no lo interno. No detectaran mi peculiaridad, mucho menos tus resultados serían iguales a los míos.

─ Al menos los internos dejarán de buscarte si hace eso. ─ Por primera vez de que había llegado a ese lugar por cuenta propia, Shigaraki habló. ─ Que la vean dejando una carta o algo que diga que no la busquen y los sacamos del camino.

─ Espera, ¿realmente aceptaras un plan? ─ Preguntó incrédulo Dabi. ─ Suerte. ─ Quiso levantarse de su asiento, pero las palabras de su jefe lo detuvieron.

─ Si quisiera acabar conmigo ya lo hubiera hecho como las miles veces que lo ha intentado y me tiene a tan sólo dos pasos y no movió un pelo. Esa cosa se está metiendo en mi camino y me lo voy a sacar de encima con o sin héroe en esto. Mañana comenzaremos. 

Toga aplaudió y dio pequeños saltos en su lugar, claramente era la única emocionada por participar de esto, más cuando se trataba de usar libremente su peculiaridad. 

Cada uno fue desocupando la sala hasta que, para mi desgracia, Dabi y yo eramos los últimos y estaba más que claro que estaba esperando el momento para acercarse.

─ ¿Hacer todo esto por un estúpido quirk que realmente no vale para tanto problema? ─ Murmuró con una pequeña sonrisa de costado. ─ A ellos los engañas, a mí no. ─ Negó con la cabeza. Me inspeccionó delicadamente con su mirada, tratando de encontrar algo fuera de lugar aunque todo en mí lo estaba. Había perdido el color en mi piel, mi cabello no lograba quedarse en su lugar, mi cuerpo estaba notoriamente débil y sin quitar el hecho de que sabía perfectamente que venía de estar así por un largo tiempo porque tuve el placer de que interrumpiera mi lugar improvisado para refugiarme. Había sido hace relativamente poco pero ante él era notorio que había empeorado desde esa vez. ─ No tardaré en deshacerme de ti cuando lo descubra.