PLAYING WITH FIRE | d.m

CHAPTER TWELVE

"Tócame el cielo y bésame las estrellas".

Blaise

—¡Mierda me duele muchisimo!—se queja de dolor.

Se me encoje el corazón al ver su carita.—Pero ya te tomaste la pastilla.—le recuerdo.

Sigue quejandose de forma lastimosa, por mi parte mis ojos se comienzan a cristalizar y eso me recuerda que soy más sensible que un bebé sin su chupete. No quiero llorar frente a ella porque mandara a la mierda su dolor y se burlara de mi.

—Estaba mejor en mi casa.—dice.—Mira como no estas haciendo nada.—Se soba el abdomen cerca de la pelvis.

Me desespera su dolor, si justo ahora pudiera cambiar de lugar con ella, sin duda lo haria, aunque eso suponga tener sangre en mi parte intima.

Pienso rapidamente en algo que pueda ayudar, el agua tibia o un paño en su abdomen.

—¡Quedate ahi!

Voy corriendo a la cocina, e ingnoro a Nott que estaba lavando los platos.

¡Espera!

Nott a duras penas se baña, para ahora darselas de higienico lavando los platos.—Alguien esta haciendo algo más que dormir, comer, cagar y follar.

Comento mientras pongo a calentar el agua. Suelta un plato retumbando en el lavabo.

—Ya veo que te gusto modo hijo de puta.—dice.

La verdad es que no, modo hijo de puta no ayuda a nadie. Bien que recuerdo cuando eramos jovenes comparaba desde la más tetota a la más planita o también hacia que lo cargaramos después del entrenamiento de Quidditch porque se cansaba.

Se cansaba de posar para las chicas que iban a ver.

—Te acepto como eres.

Asiente.—Te lo ganaste.—me planta un beso en la mejilla.

La verdad es que me gustan sus muestras de afecto porque son verdaderas y ocurren cada siglo. Por otra parte Draco es como mi hermano y creo que no le falta nada a el.

La hembra comienza a gritar para que vuelva.

Me urge que Draco regrese, el alterna la molestadera entre Nott y yo. Gracias al cielo en un par de horas lo tengo aquí junto a la rubia Maxine.

—¡Blaise!

Quito el agua y remojo el paño de tela para calentarlo, entro a la habitación hallandola con mi vaso de weasky en la mano.

Debia haberme llevado eso.

—Eso no te va a ayudar Vanya.—le digo.—te vas a poner borracha mi amor.

—Nott me dijo que esto es bueno.

Nott es un puto demonio que quiere envenenarla.

Se da un trago que me obliga quitarle el vaso, termina tosiendo.

—¿Ya no te duele?—le pregunto puesto a que ya dejo el drama.

—Me duele mucho.—hace un puchero.

—¿Pue-puedes?—Le paso el paño y señalo la blusa.

No quiero ser un atrevido que le levante la blusa como si nada, es una mujer con curvas muy notables que me da a puro mirar.

—Blaise estoy convaleciente.—rueda los ojos.—Ven y quitame la ropa putaaaaa madree.

Santa maria madre de Dios ruega por todos nosotros los pecadores.