PLAYING WITH FIRE | d.m

CHAPTER TWENTY FIVE

"Si con mis letras te seduzco, imagina con mis caricias"

Draco Malfoy

El aire circula dentro del lugar mientras hay una respuesta latente, todos nos mantenemos serios a la expectativa.

—La ley fue aprovada.—informa el vocero.—El mes de marzo se reconoce como el mes de campo de aurores dentro el ministerio, el mundo magico promueve y reconoce el valor de cada trabajador y sus acciones dentro de este trabajo, respaldado por la ley magica.

Escucho las pautas y dos horas más tarde toman fotografias, se inunda de aplausos y algunos colegas se abrazan entre si, estampo mi firma y nombre en los documentos establecidos sintiendome más grande que cuando cruce la puerta antes de empezar la junta.

Por un momento pienso en mi padre y en otras personas que no confiaron en mis logros cuando fuera mayor, eso me da a destacar y callarles la puta boca.

—Felicitaciones.—Me estrecha la mano Potter.

Nos ponemos de acuerdo pactando de forma oral las condiciones y el tipo de manejo que ahora se usara con los aurores al regreso del festival, no nos tomo mucho tiempo ya que ambos teniamos la misma idea.

Entre algunos intercambian palabras me pongo a pensar en Astoria, desde que termine nuestra relación y sobre todo romper nuestro compromiso no la veo, tampoco se nada sobre su estado de salúd. Asi que marco a su número para saber si se encontraba en casa para después de salir de aquí vaya.

—Te vi en televisión.—Se escucha feliz.

—¿Estas en casa?—pregunto a lo que ella me confirma, quedo de acuerdo en verla dentro de una hora mas o menos y salgo de la junta acompañado de mi querido amigo Blaise.

Ya en el auto me felicita con un abrazo. Se le salen las lagrimas en tanto el drama y sentimentalismo que se carga.

—¿Y por que no lo hiciste allá dentro?—arqueo una ceja.

—No queria incomodarte.—comenta sin soltarme.—Estoy muy feliz por ti, cada cosa que quieres la consigues a tu propia cuenta.—Es impresionante como sonrio a causa de la nostalgia que me provoca.

Conversamos en el camino durante su rutina de niñero por la sobrina de Vanya quien sigue en su departamento, solo espero que por favor no me la encarguen soy un pesimo cuidando niños, muy consentidor y aveces termino cagandola.

Me encargo de dejar a Alex fuera de los departamentos e ir rumbo a la casa de Astoria, llego y aparco el auto enfrente de su garage, tiene una casa linda y modesta para ella sola, a menudo su madre la visita, agradezco que no se encuentre aquí, me correria a pedradas por terminar con su hija. Pero creo que ya es tiempo de no hacerle daño de manera sentimental.

Tomo las llaves que me dio de repuesto y entro al interior, menciono su nombre y sin tardio me habla desde el segundo piso.

Al verla una olá de sentimientos me invade al verla en cama, al menos ya se ve más recuperada,  uno de los mejores medicos magicos la esta tratando y al parecer hay progreso.

—¿Como estas preciosa?—Le beso la mejilla y me siento al borde de la cama.

—Que te puedo decir, los medicamentos estan funcionando correctamente, y hay avance en mejoria.—sonrie a medias.