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ALLISSON

Me apresuré a las escaleras y abrí la puerta del dormitorio de Ethan.

Era un desastre, una zona de guerra de juguetes rotos, libros y ropa dispersa.

Miré alrededor en busca de Ethan, pero el cuarto parecía vacío, hasta que oí una imperceptible rasguño debajo de la cama.

-¿Ethan?- pregunté.

Arrodillándome y apartando figuras de acción rotas y los Tinker Toys rotos, miré entre el espacio del colchón y el piso.

En las sombras, yo sólo podía distinguir un pequeño bulto, agrupado en la esquina, con su espalda hacia mí.

El estaba temblando.

-Ethan -Llamé suavemente- ¿Estás bien? ¿Por qué no sales aquí un segundo? Yo no estoy molesta contigo.

Bueno, eso era una mentira, pero
estaba más conmocionada que molesta.

Quería arrastrar a Ethan escaleras abajo para que probara que no era un demonio, o cualquier cosa que Robbie hubiera dicho que él era.

El bulto se movió un poquito, y la voz de Ethan vagó fuera del espacio.

-¿Está todavía el hombre tenebroso aquí? -El preguntó con una pequeña, asustadiza voz.

Yo podría haber sido compasiva, si mi pantorrilla no palpitara tanto.

-Él se ha ido. Ya puedes salir -Ethan no se movió, y mi irritación chispeó- Ethan, esto es ridículo. ¿Podrías salir de allí ahora mismo? ¿Podrás?

Metí mi cabeza, más allá del colchón y traté de alcanzarlo.

Ethan se giró hacia mí silbando, sus ojos estaban rojos, y se abalanzó a mi brazo.

Yo me sacudí hacia atrás, y sus dientes accidentados señalaban como los de un tiburón y se rompieron juntos con un chasquido horrible.

Ethan gruñó, su piel estaba de un terrible rojo, sus dientes al descubierto brillaban en la oscuridad.

Yo chillé, escarbando entre los juguetes y los Tinker Toys, picándome las palmas.

Golpeando la pared, brinqué hacia mis pies, me giré y huí de la habitación.

Y corrí... me golpeé contra Robbie, que estaba parado afuera de la puerta.

Él me tomó de los hombros como si gritara, y empecé a golpearlo, apenas consciente de lo que hacía.

Él resistió el ataque sin una sola palabra, simplemente deteniéndome en mi lugar, hasta que colapsé contra él, y puse mi cabeza sobre su pecho.

Y el me detuvo mientras sollozaba mi molestia y mi miedo.

Al final, las lágrimas se acabaron, dejándome drenada y completamente exhausta.

Me sorbí los mocos y me giré, secándome los ojos con mi palma,
temblando.

Robbie todavía estaba parado silenciosamente, su camisa húmeda por mis lágrimas.

La puerta de la habitación de Ethan estaba cerrada, pero podía oír casi imperceptibles golpes y una risa aguda más fuertes a través de la puerta.

Tirité, mirando fijamente a Robbie.

-¿Ethan de verdad se ha ido? -Susurré- ¿No está solamente escondido en algún lugar? ¿De verdad se ha ido?

Robbie asintió gravemente.

Miré a la puerta de la habitación de Ethan y mordí mi labio.

-¿Dónde está el ahora?

-Probablemente en el infierno -Se declaraba tan simple, que casi me reía de lo verdaderamente ridículo que era todo eso.

Ethan había sido robado por demonios y sustituido por un malvado rey.

Estaba tentada a pellizcarme, para ver si este era un sueño retorcido o una alucinación.

Tal vez había caído en un aturdimiento post borrachera en el sofá. En un impulso, mordí la parte interna de mi mejilla, muy fuerte.

El dolor agudo, y el sabor a sangre, me dijo que era, ciertamente, real.

Miré a Robbie, y su grave expresión hizo desaparecer el resto de mis dudas.

Un sentimiento enfermizo alcanzó mi estómago, haciéndome tener náuseas y miedo.

-Entonces...-Tragué y me forcé a mi misma a entrar en calma.

OK, Ethan estaba secuestrado por las hadas; yo podía tratar con eso.

-¿Ahora que hacemos? -me atreví a preguntar.

Robbie miraba indeciso y se rascó la parte posterior de su cuello.

-No lo sé, supongo que sólo queda esperar.

-¡¿Esperar?! No puedo esperar, es mi hermano, tengo que hacer algo no sé tal vez si...

-Tienes que relajarte, buscaré alguna manera pero necesitas descansar -me interrumpe.

Descansar....Ahora me era imposible, teniendo en cuenta de que mi hermano ya no era mi hermano.

Si no Hades.

HADESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora