ALLISSON
Mis dedos se lanzaron hacia mi rostro limpiando las manchas de lágrimas.
No se acercó a mí.
Permaneció donde estaba, detrás de mí, en las sombras más
profundas.-Hades -dije en voz baja, sin girarme para mirarlo, sabiendo que me escuchaba.
Su postura era rígida, su tensión hacían eco a la mía.
Sus brazos estaban cruzados sobre su pecho, y sus músculos flexionados, presionando fuertemente sus brazos contra su cuerpo.
Su cabello se extendía sobre sus ojos, y parecía estar húmedo, como el mío.
¿Corrió hasta aquí? Miré su pecho subir y bajar lentamente, mientras daba profundas respiraciones.
Separando nuestras miradas, volví mi rostro hacia abajo, y miré fijamente el suelo.
-¿Por qué viniste aquí, Hades? -mi voz salió áspera.
-Me llamaste -dijo suavemente- Tuve que venir.
Mis nervios se tensaron ante su inesperada respuesta y entonces lo miré.
Algo estaba molestándome, pero no sabía que era.
Se sentía intencional, como si
evitara tocarme a toda costa.De repente, la idea resultó intolerable.
La irritación creció incontrolable en mi interior. Sin saber cómo
responder simplemente dije: -No te llamé.Hades guardó silencio por unos cuantos minutos.
Pareció inseguro de sí mismo.
Pude escuchar su respiración,
lenta y deliberada. Hizo unos falsos intentos de hablar, y luego dijo:
-Deberías volver a casa, Ally. No salgas sola. No es seguro.Lentamente, se dio la vuelta para marcharse.
No me moví. Mirando sin ninguna expresión y un susurro salió de mi boca.
-Nada es seguro. Y menos estando cerca tuyo.
Hades se detuvo y se dio la vuelta, mirándome.
Sus labios se separaron, como si quisiera decir algo, pero no lo hizo.
Me sentí rota, parada frente a él, completamente expuesta.
La crudeza de ello creció en mí, haciendo que mi estómago se revolviera.
Mi mirada evitó sus ojos.
El aire se sintió espeso, y nosotros dos, allí de pie como si hubiéramos hecho algo mal, aunque no habíamos hecho nada.
No podía soportarlo.
Quise preguntarle, ¿Por qué no me tocas? Pero escuché a mi voz
preguntar: -¿Cómo me encontraste?Sus ojos verdes sostuvieron mi mirada fijamente.
Sus labios se separaron, mientras yo esperaba las palabras. Sin embargo, lo único que pude escuchar fue su respiración escapando de su cuerpo.
Rompió el contacto de nuestras miradas y pasó sus dedos por entre su cabello, apartándoselo del rostro. Su piel era suave y perfecta. Tenía la misma cicatriz que la mía en su caso era un A.
Como en el cuadro.
¿Realmente podría confiar en él? No, yo estaba paranoica. Claro que no podía confiar en Hades.
Dio un paso hacia mí, pero no tan cerca esta vez.
Se cruzó de brazos, sosteniéndolos flojamente contra su pecho.
-Ally, me llamaste. Me hiciste venir. No sé exactamente cómo sé dónde estás, pero lo sé. Es como si tu espíritu me llamase y no pudiera ignorarlo -Mi mirada se fijó en su boca a medida que hablaba- No tiene importancia donde me encuentre, o qué esté haciendo, o con quién esté... Cuando te escucho -hizo una pausa- cuando escucho
tu angustia... No puedo ignorarlo. No pudo resistirlo, Ally. Tengo que venir a ti.Sus palabras penetraron mi mente, escabulléndose en los lugares oscuros que se estaban volviendo más grandes y desconfiados.
Mi piel picaba, mientras mi corazón latía acelerado.
Pude sentir sus ojos sobre
mí, esperando que lo mirara otra vez.Pero no sabía qué hacer.
Y no supe muy bien qué locura me llevó a hacerlo, pero lo hice.
Dando un paso hacia él, cerré la brecha entre nosotros.
Robbie perdóname, estoy perdiendo la cabeza.
Alzando mis ojos a su rostro, dije: -Bésame, Hades.
La vulnerabilidad se alinearon en mis pensamientos.
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HADES
Random¿Alisson será capaz de creer en algo mitológico? El diablo existe y se llama Hades.