Love Alarm; Johnny Orlando.

°Capítulo 7°

"Ahora dimos un paso adelante, pero, tres atrás".

—¡¿Qué estaban pensando?!— Mi papá alzó la voz.

Dylan y yo estábamos sentadas en el sofá de la sala, siendo regañadas.

—Nosotras solo...— Traté de hablar y me interrumpió.

—Lara, tú ni siquiera tendrías porque estar aquí pero la cubriste.— Me miró serio.— Entiendo que es tu gemela, pero, hay cosas en las que simplemente no tienes que ayudarla.

—Además arrastraron a sus amigas en esto.— Caden añadió.

—No ayudas.— Lo miré mal.

—Y tú.— Mi papá miró a Dylan mientras mi mamá me veía a mí.— No es correcto nada de lo que hiciste, debiste haber pedido permiso, nunca lo hemos negado.

—Lo hice porque Caden se oponía a la app.— Dylan bajó la cabeza.

—Y lo seguiré haciendo.— Mi hermano se quejó.— Ahora necesito enfocarme en otra persona.— Me miró.

—Ah no.— Me levanté.— ¿Te das cuenta que tu sobreprotección nos obliga a esto?— Lo miré.— Si papá o mamá no nos prohíben las cosas, tú no tienes derecho a hacerlo.

—En eso, tu hermana tiene razón, Caden.— Mi mamá intervino.

—No quiero que salgas con Johnny el sábado.— Caden me miró.

—¿Qué?— Me crucé de brazos.

—Todo se dió por esa app.— Mi hermano miró a mis papás.

—¿Y eso qué?— Aventé a Caden para que me mirarán a mí.— Él está dispuesto a venir a pedirles permiso.

—Está bien.— Mi papá me miró mientras yo asentía.— Pero, sobre Dylan... Estás castigada.

—Pero...— Dylan iba a responder y Caden habló.

—Lo merecías.

—¿Por qué te metes en lo que no te importa?— Lo miré mal.

—Johnny te hizo contestona.— Se quejó.

—Tú me hartaste.— Respondí.— Eres nuestro hermano, no papá.

Dylan asintió viendo a mis papás y subió a la habitación, por lo que la seguí.

°•°

—Por eso no veo conveniente que salgamos este sábado.— Miré a Johnny.

—Entonces, ¿se puso fea la cosa?

—Para Dylan.— Suspiré.

—Cambiemos de tema.— Johnny se rascó la nuca.— Noak me contó que llegaron dos chicos de intercambio, una tal Adelaide y un chico, Joshua me parece.

—Interesante.— Respondí.

—Te lo cuento porque, Adelaide hizo sonar mi Love Alarm en la entrada.

Sentí que hice una mueca, él rápidamente negó.

—¿Te molesta que mi app siga sonando con más chicas? Puedo apagarla...— Lo interrumpí.

—Está bien.— Lo miré.— Mientras sólo hagas sonar la mía, no tengo problema.

—Así será.— Sonrió.— Lo prometo.

—Eso espero, y no quisiera, pero, tengo que ir a clase.— Sonreí también.

—Te acompaño a tu salón.— Se levantó de la banca.

Me levanté y me agarró de la mano, reí y comenzamos a caminar hasta mi salón.

Una chica rubia que iba caminando hacia nosotros, paso y me empujó.

Johnny me dijo que era la tal Adelaide y que lo más seguro era que ahora yo no le cayera bien.

¿Me importaba? Claro que no, ¿me preocupaba? Mucho menos... Pero, no pensé que debía hacerlo.

°•°

Ya habían pasado algunos días de todo eso... Dylan aún estaba castigada, Johnny y yo estábamos bien, aún no teníamos nuestra cita, pero, podría decirse que ya estábamos saliendo.

Adelaide había estado intentado hacer que Johnny la notará, incluso le pagó a un chico para conseguir el número de el castaño.

—Noak me invitó a salir y no le dije que estaba castigada.

—Dylan.— Suspiré.— ¿Qué piensas hacer?

—Ayúdame.— Suplico.— Hay que canbiar de lugar, tú te quedas en la habitación como si fueras yo.

—¿Y si se dan cuenta?— Pregunté.

—No creo que lo hagan.

Accedí, por lo que me quedé en mi habitación, mientras Dylan salía con Noak.

El truco era, tener el mismo peinado y maquillaje e intercambiar las fundas del celular.

Sorpresivamente había funcionado, Caden llegó a burlarse de mí, pensando que era Dylan.

Hasta que me llegó un mensaje que iba a cambiar todo en mi vida.

¿Por qué me hiciste esto? Es decir, ¿por qué nos hiciste esto? Dylan es tu hermana.

Era un mensaje de Johnny acompañado de una foto de Dylan y Noak, obviamente, al ser la funda de mi celular, él creía que era yo.

Estoy en casa, esa es Dylan.

A Johnny no podía mentirle y él sabía perfectamente la situación.

Lara... Apenas dimos un paso adelante y tres hacia atrás. Caden me dijo que Dylan es la que está en tu casa, ¿por qué me mientes?

¿Estaba alterada? ¡Por supuesto que sí!

Caden cree eso, pero, estoy en mi casa... Lo prometo.

Después de ese mensaje, recibí el peor que había recibido en todo mi vida, tal vez estaba siendo dramática... Pero, me dolía.

Adelaide me llamó, dijo que ella escuchó que Noak te llamaba a ti, ella fue la que los vió. Creo que ella realmente siente algo por mí, ella no me está mintiendo como tú lo haces.

Estaba en todo mi derecho de enojarme, estaba desconfiando de mi.

Entonces, quédate con ella si crees que te miento... Todo este tiempo he sido sincera contigo y de la nada dejas que esa niña te lavé el cerebro.

Él leyó el mensaje, probablemente me tomó la palabra o estaba molesto, no sé que era lo que había pasado.

Lo que si fue un hecho, fue que lo había perdido y él me había perdido.