Love Alarm; Johnny Orlando.

°Capítulo 10°

"Es momento de pedirle al corazón que ya no hablé por mí".

Ya habían pasado algunas semanas de todo lo sucedido con Johnny.

Él duró semanas tratando de convencerme de que él no había contado nada del callejón, claramente no le creí.

Tal vez se cansó de que todo el tiempo lo evitaba y decidió rendirse.

—Mañana, Adelaide y Johnny cumplen un mes juntos.— Lauren me hizo una mueca.

Lauren estaba molesta con él por salir con Adelaide, ya que dice que ella provocó todo, podía tener razón o podía estar equivocada.

—¿Escucharon el rumor?— Una chica pelirroja llegó y se paró a lado de nosotros.

—¿Qué rumor?— La miré.

—Alguien tendrá la oportunidad de ganarse un escudo para que su app no suene con su enamorado.— Soltó.

—¿Quién lo ganaría?— Lauren preguntó.

—Aquí en la escuela, la persona que tenga mejor promedio, si esa persona lo rechaza, puede regalarselo a quién quiera.

La persona con mejor promedio en toda la escuela, era Caden, me daba risa, pero, así era.

Ahora... Necesitaba convencerlo de que me regalará el escudo.

°•°

—¿Y tú quieres el escudo?— Caden me miró.

—Quiero que ya no suene la alarma de Johnny.— Solté.

—Pero, ¿estás consciente de que no sonaría la de tu persona amada? Si dejas de amar a Johnny, no podrás hacer sonar la de alguien más.

—Es un riesgo que voy a tomar.

Dylan negó mientras Caden me entregaba el link del escudo.

—Si te arrepientes de usarlo, dime, no pasa nada.— Caden salió de mi habitación.

—¿Quieres usarlo para que no hagas sonar la app de Noak?— Miré a mi gemela.

—Nop.— Dylan me miró.— Ya no la hago sonar, no sé quién sería el siguiente, pero, Noak ya no es.

Suspiré y bloqueé el celular, estaba pensando si hacerlo o no.

Después de la cena, Dylan decidió dormir temprano, así que, me quedé sola por un buen rato.

Me senté recargada en la puerta y desbloqueé el celular, decidí entrar a Instagram para distraerme, posiblemente se hubieran evitado muchas cosas si no lo hacía.

Y ahí estaba... Llorando al ver una foto de Johnny con Adelaide, junto a una linda descripción.

"Voy a hacer sonar tu Love Alarm todos los días".

Patéticamente, eso también me lo dijo a mi, tal vez, era lo que más me dolía.

Salí de Instagram y entré al link que me envió Caden... Tomé valor y lo hice, active el escudo y no volvería a hacer sonar la alarma de alguien nunca más.

Solté unos cuántos suspiros para evitar despertar a Dylan, en ese momento, mi celular sonó... Era Nadia.

—Hola...— Me miró al otro lado de la videollamada.— ¿Qué pasó?

—Ví la publicación de Johnny y Adelaide, es todo.— Suspiré.

—Sobre eso.— Nadia comenzó a hablar.— Me enteré de que esa relación es...— La interrumpí.

—No importa, lo que sea de ellos, no me interesa.— Hablé.

—Lara... La relación es falsa.

¿Qué hice? ¡Oh por Dios! ¿Qué acabo de hacer?

—Lara, ¿estás ahí?— Nadia preguntó.

—Quiero estar sola, ¿te veo mañana en la escuela?— Pregunté.

—Está bien, buenas noches.

Después de eso, la pelirroja me colgó... Iba a bloquear el teléfono y decidí llamar a la única persona que además de mis hermanos, sabía el plan.

—¿Qué pasó, Lara?— Escuché su voz al otro lado del teléfono.

—Activé el escudo.— Solté un sollozo ahogado.— Y, Nadia me dijo que la relación de Johnny es falsa.

—Pero, ¿cómo que falsa?— Joshua preguntó.

—¡No sé!— Medio grité.— Pero, ¿ahora que voy a hacer?— Suspiré y pase la manga de mi suéter por mi rostro.— Activé el escudo y no sé cómo quitarlo.

—Lara, no llores, no me gusta escucharte así... Ningún chico vale tanto la pena para que llores por él, nadie.— Lo escuché que suspiró.— Mañana iré temprano a tu casa, lo prometo.

—Está bien.— Me sentí tranquila, Joshua me sabía calmar.— Te espero aquí.

—Buenas noches.— Respondió.

—Joshua, espera.— Hablé antes de que colgará.

—¿Qué pasa?— Preguntó.

—Gracias.— Solté.

—¿Por?— Escuché la confusión en su voz.

—Por estar conmigo y no dejarme en esto.— Confesé.

—Te quiero mucho, Lara... Nunca te dejaría.— Me soltó.

—Te quiero, buenas noches.

Después de decir eso, colgué y me acosté en el suelo, sin darme cuenta, me fui quedando dormida.

—Lara.— Escuché que Dylan hablaba.

—¿Qué?— Hablé adormilada.

—Son las tres de la mañana y estás dormida junto a la puerta, ven.

—Dylan.— Hablé casi dormida mientras ella me miraba.— Es momento de pedirle a mi corazón que ya no hablé por mí.

Dylan me estiró la mano y me levanté, caminé a la cama y me dejé caer para después quedarme completamente dormida.