°Capítulo 3°

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"Las alarmas de ambos habían estado en silencio, porque el deseo de besarnos surgió antes que el amor para ambos. Como el relámpago antes del trueno".

—Lara...— La voz de Johnny me sacó de mis pensamientos.— Voy a hacer sonar tu Love Alarm.

—¿Eso era todo lo que querías decir?

Lo miré, él realmente estaba convencido de intentar hacer sonar algo que claramente no tenía.

Al ver que no respondía, me dí la vuelta para salir del callejón.

—¡Espera!— Me tomó del brazo haciendo que lo mirará.— Quiero explicarte porque me interesas.

—Es por tu ego.— Me recargué en la pared.

—Además de eso.— Rió un poco.— Al quedar de frente en la escalera, contigo no me sentí importante.

No entendía lo que decía, así que voltee a verlo.

—Todas las chicas de la escuela me han hecho sentir que importó demasiado, menos tú.— Suspiró y me miró.— Es por eso que me interesas, siento que no eres la típica chica que se deja impresionar sólo por la apariencia.

—Así soy.— Confesé.— No me llamas la atención porque todo el mundo te quiere y tú puedes tener a quién sea.

—¿Estás segura de eso?— Se acercó a mi, poniéndome nerviosa.

—Creo.— Suspiré al tenerlo frente a mí.

—Estoy seguro de que te equivocas, porque si fuera así, ya me habrías besado.— Se acercó más, haciendo que yo hiciera mi cabeza más hacia atrás.— ¿Viste? Tú estás esperando a que yo te besé o a que me mueva y te dejé tranquila.

—Vuelvo a lo mismo.— Traté de sonar calmada, no sé que me estaba pasando.— Si yo fuera cualquier otra chica, estaría besándote, ese no es el caso.

—¿Puedo besarte?— Preguntó casi en un susurró.

—¿Qué?— Pregunté mirándolo a los ojos.

Fue un grave error que cometí, debo confesarlo.

—¿Puedo besarte?— Volvió a preguntar.

Bajé la mirada y no respondí, por lo que él trato de mirarme.

—Voy a acercarme, si te alejas, te dejaré.— Susurró.

No dijo nada, solamente suspiré y pasé saliva.

Él comenzó a acercarse, al tenerlo tan cerca, simplemente moví mi cabeza para darle más acceso a mí, él sujetó mi mejilla izquierda.

Y pasó... Nos estábamos besando en un callejón.

Me separé después de unos segundos, era raro.

Al hacerlo, nos miramos de nuevo, suspiré y tomé su mejilla derecha en mi mano.

Y nuevamente, nos volvimos a besar.
Seguimos así, hasta que un relámpago nos separó.

El deseo de besarnos estaba ahí, surgió antes que cualquier otra cosa, así como el relámpago llega antes del trueno.

—Debemos irnos antes de que comience a llover.-— Me miró y sonrió mientras hablaba.— ¿Quieres que te llevé a tu casa?

—Nop.— Respondí, ahora me sentía nerviosa y pequeña a su lado.—Debo volver a la escuela.

—¿Por qué estás nerviosa?— Seguía sonriendo.— No le diré a nadie que queríamos besarnos.

Rodé los ojos y comencé a caminar, él me siguió y cuando me alcanzó tomó mi mano. Iba a soltarlo, pero, me sentía bien así.

Antes de llegar a la escuela, lo solté a lo que él rápidamente me miró.

—Sólo para aclararlo.— Suspiré y lo miré seria.— El hecho de que nos hayamos besado, no significa que me gustes o de que tengas algún derecho sobre mí.

Antes de que él respondiera, corrí a la entrada de la escuela para poder llegar al jardín con tiempo para que Caden no se diera cuenta de que faltaba.

Al salir mis hermanos de sus clases, la lluvia comenzó a caer.

Mis padres llegaron por nosotros, solamente vienen cuando llueve o cuando hace frío.

Íbamos a subir al auto cuando ví que Johnny se acercó a Caden para despedirse de él.

—¿Qué pasó?— Dylan preguntó mientras Caden se acercaba a nosotros.

Johnny me sonrió y luego corrió para alcanzar a Lauren, quién ya estaba arriba del auto de su madre.

—Te cuento en casa.— Me límite a responder.

Subimos al auto y mientras Caden y Dylan hablaban con mis papás de su día, yo iba callada mientras recargaba mi cabeza en el hombro de Caden.

—¿Te sientes mal, Lara?— Mi hermano me miró.

—Un poco, si.— Mentí.— Me duele la cabeza.

—Cuando lleguemos a casa, te quitas el uniforme y mientras terminó la comida, te recuestas un rato, cariño.

Mi mamá habló mientras mi papá asentía.

—Si, mami.— Contesté.

Dylan me miró, ella me conoce perfectamente y sabe que estoy mintiendo.

Pero, debo ser honesta, desde que Johnny y yo nos besamos, me siento diferente.

Love Alarm; Johnny Orlando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora