°Capítulo 8°

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"Probablemente ahora estás con esa chica rubia".

—Voy a hablar con él y le voy a explicar que era yo.— Dylan me miró.

Estaba boca abajo llorando mientras ella trataba de calmarme.

—No.— Solté un sollozo.—  Él no creyó en mí y...— Suspiré.— Yo así no puedo.

—Pero, es mi culpa.— Dylan bajó la cabeza.

—No lo es.— Respondí.— Es de esa niña, que parece un demonio.

—¿Y qué crees qué pasé?

—Tal vez él estaba buscando el pretexto para ir tras de ella, es bonita, rubia, tiene todo lo que yo no tengo.

Caden entró a la habitación sin tocar y estaba escuchando todo.

—Es talentosa, ¿la viste bailar en el pasillo hace dos días?— Volví a sollozar.— Tal vez él ya no quería estar conmigo.

—Hey no.— Dylan me miró.— Tú eres linda y eres increíble, tienes talento, ¿te has escuchado cantar? No puedes dejar que ella llegué y te destruya, vas a soltar todo y seguir adelante.

—Por primera vez estoy de acuerdo con Dylan.— Caden caminó y se sentó junto a Dylan.— Escuché todo y no pienso acusarlas con mis papás.— Se rió.— Pero, no estoy de acuerdo en que estés así por él.

—¿Entonces qué hago?— Me limpié la cara en un intento inútil de hacer que las lágrimas dejarán de salir.

—Mañana estarás con nosotros todo el día, veremos qué pasa con Johnny y después te daremos una solución.

Caden habló y Dylan asintió, los miré y traté de sonreír.

°•°

—¿Ya supieron que ahora Johnny y Adelaide están saliendo?— Una chica castaña susurró cuando me vió entrar.

—Al parecer quería algo nuevo y dejó lo viejo.— Otra habló un poco más alto.

—Yo sabía que la hermanita Conrique era mucho para un Orlando.— Otra más se unió.

—¿Quieren dejarme en paz?—Las miré a las tres.— Número uno, no me importa que ahora salga con ella, número dos, tú ni en las opciones estabas, cariño.— Dylan se cubrió la boca.— Y número tres, no soy la hermanita Conrique, me llamó Lara y no soy poca cosa.— Las tres se miraron entre sí.— ¿Algo más que vaya salir de su venenosa boca?

Ninguna dijo nada, sólo comenzaron a caminar lejos de nosotros.

—¿Qué fue todo eso?— Ruby me miró.

—Mi hermano es un tarado.— Lauren llegó detrás de Ruby.

—¿Te estaban molestando?— Nadia miró a las chicas.

—Estoy bien.— Sonreí.— Ahora, debo ir al baño y no creo que todos quieran ir conmigo.

Las chicas y Caden rieron mientras yo caminaba al baño.

Lavé mis manos y mojé mi rostro, suspiré y salí para ir de nuevo con ellos.

—¡Perdón, perdón, perdón!— Un chico habló después de chocar conmigo y tirarme accidentalmente.

—Tranquilo, está bien.— Respondí mientras él me ayudaba a levantar.

—Es que, no pensé que nadie fuera a salir del baño y... Ay, de verdad, perdóname.— Me miró.

—De verdad, está bien.— Reí.

—¿Estás bien?, ¿te golpeaste?— Me miró preocupado.

—Estoy bien, tranquilo.— Sonreí.

-—Me llamó Joshua.— Se presentó.

—Soy Lara.— Hice lo mismo.

Me acomodé la mochila mientras él me miraba.

—Soy de intercambio y aún ando a las carreras por no aprenderme mi horario, pensé que iba tarde, por eso te choque.

—No te preocupes.— Miré a Caden quién nos ponía cuidado.— Ven, te voy a presentar a mis amigas y mis hermanos para que conozcas más gente.

El chico asintió mientras yo comenzaba a caminar.

—Te tardaste mucho, ya íbamos a mandar a Dylan por ti.— Nadia se burló.

—Miren chicos, él es Joshua, es de intercambio y aún no se acopla bien a la escuela.— Sonreí.

—¡Soy Dylan, gemela de Lara!

—Soy Ruby.— La rubia sonrió.

—Yo soy Nadia, hermana de Ruby.

—Soy Lauren, un gusto.

—Soy Caden y hay algo que debes de saber.— Joshua miró a mi hermano con atención.— Dylan y Lara son mis hermanas, les haces algo y te metes conmigo.

—Sobre eso...— Joshua se rascó la nuca.

—Chocamos afuera del baño y me caí, no paso nada.— Hablé antes de que Joshua lo hiciera.

Caden asintió viéndome mientras Joshua sonreía nervioso.

—Espera.— Caden lo miró.— Tú vas en mi clase.

—Si.— Joshua habló.— Me sentaron detrás de ti.

Antes de que alguno pudiera decir una palabra más, se escucharon muchas Love Alarm sonar en el pasillo, lo que indicaba que Johnny venía.

Agaché la cabeza y Caden pasó su brazo por mis hombros.

—Actúa como si no te importará, todo está bien.— Susurró.

—Probablemente él ahora esté con esa chica rubia, no estoy bien.— Le respondí en un susurro también.

—Vaya, ahora viene sin Adelaide.— La voz de una chica hizo que todos voltearan a verlo.

—Ven, Lara.— Joshua me llamó cuando vió que Johnny iba a acercarse más.

—¿Qué?— Lo miré.

—Voy a sacarte de aquí, puedo notar que estás incómoda.

Miré a mis amigos quiénes asintieron rápidamente, sonreí y comencé a caminar junto a Joshua para ir al patio de la escuela.

Love Alarm; Johnny Orlando.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora