Love Alarm; Johnny Orlando.

°Capítulo 6°

"Tengamos nuestra propia historia de amor".

—Y eso pasó.— Miré a Nadia y Ruby, quienes no decían nada.— Tal vez podrían decir algo.

—¡Es que no puedo procesar que Johnny y tú...!— Ruby gritó emocionada.

—Entonces, ¿ya son novios?— Ahora Nadia preguntó.

—¿Qué? No, aún no.— Sonreí.— Le dije que tenemos que ir lento y propuso que tengamos una cita el sábado, obviamente con permiso de mis padres.

—¡No puedo creerlo!— Ruby me miró y sonrió.— ¡Son tan adorables!

Íbamos a seguir hablando cuando entró Dylan a la habitación de Ruby.

—¡Caden me vió!— Gritó en cuánto entró.

—¡¿Qué?!— Las tres gritamos.

—Si, él y Mads estaban en el mismo restaurante al que Noak me llevó a cenar, Caden preguntó por ti y le dije que habíamos acabado temprano el proyecto y que estabas aquí con Nadia.— Me miró.

—Pero, no me ha llamado.— Saqué mi celular y en ese momento me llegó un mensaje y después sonó.

—¿Es Caden?— Ruby preguntó y asentí.

Respondí, estaba nerviosa.

—Hola, Caden.— Saludé.

—Hola, Lara.— Escuché que soltó un suspiro.— ¿Estás en casa de Nadia o también mentiste?

—¿De qué hablas?— Pregunté haciéndome la tonta.

—Tú sabes que Dylan no está en casa de Nadia...— Lo interrumpí

—Aquí está.— Hablé.— ¿Quieres hablar con ella?

—Si, comunícame con ella.

Le entregué el celular a Dylan y ella salió de la habitación para hablar con Caden.

—No me van a dejar salir con Johnny el sábado, eso es un hecho ahora.

—¿Por qué?— Nadia preguntó.

—Porque cubrí a Dylan, ambas vamos a estar castigadas.— Me quejé.

Después de un rato, Dylan entró a la habitación y me dió mi celular.

—Él le dijo a mamá y a papá lo que le dije, que tú estabas aquí porque terminamos el proyecto temprano y que me vió con Noak.— Dylan se sentó en la cama de Ruby.— A ti no te van a regañar, tranquila.

—Pero, yo te cubrí...— Me acerqué a ella.— Hey, cualquier cosa que pase, estamos juntas en esto, yo voy a hablar con mis papás y les voy a decir que saliste con Noak porque terminamos temprano y él se ofreció a acompañarte a comprar cosas para la pijamada, eso es todo.

—¿Y cómo explicamos lo del restaurante?— Dylan me miró.

—Les dices que cenaron y después fueron al supermercado.— Le apunté las bolsas que yo traje.— Asunto arreglado, puedo hablar con Johnny y que le diga a Caden que te vió en el supermercado.

—Pero, Johnny no...— Dylan me miró y abrió los ojos.— ¿Te lo topaste en el supermercado?

—Si, por eso te digo, él puede ayudarme con esto.— Sonreí.

—Ven Dylan, vamos a hablar afuera para que te calmes.— Nadia la tomó de la mano.

Suspiré y tome mi celular, para ver el mensaje de Johnny.

Haré sonar tu Love Alarm todos los días durante mucho tiempo, lo prometo.

Leí el mensaje y sonreí, era muy lindo conmigo.

°•°

—Entonces, ¿quieres que te ayude a mentirle a Caden?— Johnny me miró.

Habíamos llegado media hora antes a la escuela para que yo pudiera pedirle esto.

—Si no quieres ayudarme, está bien, solamente guarda el secreto y...— El castaño me tomó de las mejillas.

—Claro que te voy a ayudar.— Me sonrió.— Solamente, que no se les haga costumbre mentir.

—Está bien.— Reí.— Gracias Johnny.

—También voy a hablar con Caden para decirle del plan del sábado.

—Tú corres el riesgo, tú decides.— Lo miré.

—Perdón.— Se rió.

—Perdón, ¿por q...?— El castaño estampó sus labios con los míos.

Correspondí por un momento y después me separé.

—¡Relájate!— Reí.— Si quieres algo serio conmigo tienes que ir despacio, velocista.

Se sonrojó y agachó la cabeza mientras me soltaba las mejillas.

—Johnny, mírame.— Sonreí.

—No puedo.— Habló casi en un susurro.— Es que, debí de haberte preguntado primero.

Tome sus mejillas en mis manos para levantar su cabeza.

—Está bien.— Sonreí.— Es sólo que no quiero que pienses que soy para un ratito.

—No lo pienso así.— Sonrió.— Te quiero y por eso debí de haber pensado antes de besarte.

—Si el sábado todo sale bien, vemos que pasa...— Me miró y volvió a sonreír.— Pero, ya no te pongas así.

—¿Te puedo abrazar?— Preguntó y asentí.

Rodé su cuello con mis brazos mientras él rodeaba mi cintura con sus brazos.

—Lara.— Johnny susurró en mi oído haciendo que yo sintiera una corriente rara en mí.— Tengamos nuestra propia historia de amor.

Asentí sin separarme de él mientras él me apretaba más para no soltarme por un rato.