El día después de Halloween hice todo lo posible por evitar a George. No es que estuviera enojada con él, pero estaba asustada. Tenía miedo de haber herido fatalmente nuestra relación hasta el punto de no regresar.
Me había saltado el desayuno, en un intento de evitar al chico, pero sabía que tendría que enfrentarme al gemelo pelirrojo en DADA en breve.
A regañadientes, me puse mi túnica de Gryffindor y agarré mis libros de mi escritorio antes de arrastrarme lentamente hacia el salón de mi padrastro, sin muchas ganas de alcanzarlo.
Entré tambaleándome en el salón de clases con la esperanza de ser la primera en llegar, pero suspiré un poco cuando vi a George ya sentado en nuestra mesa compartida. Lentamente, caminé hacia el escritorio y dejé mis libros antes de sentarme en la silla junto al chico pelirrojo.
Por el rabillo del ojo pude ver su mirada tratando desesperadamente de encontrar la mía, sus cálidos ojos chocolate brillando con esperanza.
—Natalie, quiero hablar contigo.— el chico me susurró en voz baja.
Aún sin prestar atención, abrí mi libro de texto y comencé a hojearlo en un intento de distraerme. George puso los ojos en blanco ante la vista antes de colocar su mano cálida suavemente sobre mi muslo, lo que me hizo dar un salto.
—Lo siento.— George susurró suavemente en mi oído, enviando escalofríos por mi columna.
Me volví para mirar al chico, una mirada de arrepentimiento plasmada en su perfecto y pecoso rostro. No pude evitar ceder.
—Sé que no debí haber hecho lo que hice, es solo cuando vi lo que Malfoy te hizo no pude evitar pensar que fue mi culpa- George comenzó a divagar, pero rápidamente lo interrumpí con un beso.
Estaba aturdido al principio, pero instantáneamente puso sus cálidas manos en mis mejillas. La sensación me calentó por dentro, llenando la frialdad que sentí cuando ignoré a mi precioso niño. No podría estar enojada con él.
—Ejem.— El profesor Lupin puso los ojos en blanco mientras se aclaró la garganta y su mirada se posó en mí.
Mi cara se volvió del mismo tono que el cabello pelirrojo cuando me volví hacia mis libros. George le dio al profesor una sonrisa maliciosa antes de guiñarle un ojo, haciendo que Lupin sacudiera la cabeza con desaprobación antes de caminar de regreso a su escritorio.
—Encantador.— Negué con la cabeza mientras hacía referencia al encuentro de los dos. George se rió levemente antes de poner su mano sobre la mía, sus ojos brillaban más brillantes que antes.
—Por supuesto, tengo que construir una relación con mi futuro suegro. Bien podría empezar ahora.— el chico le guiñó un ojo una vez más.
El sonido de esto hizo que mi estómago se retorciera y girara, pero rápidamente lo descarté en un intento por no darme falsas esperanzas.
—Si, vale.— Me reí entre dientes, haciendo caso omiso de su comentario, pero él no se rió.
George simplemente mantuvo sus ojos marrón chocolate fijos en los míos, sus labios se movieron pero las palabras casi no parecían reales.
No pueden ser reales.
—Con la guerra y todo.— George comenzó a divagar de nuevo.— No estoy seguro de cómo van a terminar las cosas, pero todo lo que sé es que quiero pasar el resto de mi vida contigo.
Con esto, la gente comenzó a inundar el aula una vez casi vacía, pero George nunca dejó de mirarme. La conferencia continuó como siempre, nos enteramos de nuevos ataques y hechizos defensivos, y George nunca dejó de mirarme. Hablé con mi padrastro sobre un próximo examen y George nunca dejó de mirarme. Era como si hubiera estado bajo un hechizo de amor.
—Tienes un admirador secreto.— El profesor Lupin se rió mientras miraba a George.
Me di la vuelta y miré al chico pelirrojo antes de mirar a mi padrastro. Sin una palabra, simplemente le di una sonrisa reconfortante que Lupin imitó instantáneamente.
Yo también sabía que él era el indicado.
Después de la clase, salí corriendo por la puerta debido al hecho de que mi próxima clase estaba despejada al otro lado de la escuela, pero George me detuvo.
No dijo nada por una vez, solo me miró fijamente, sus ojos brillantes anhelaban una respuesta.
—Natalie- comenzó a decir, pero lo interrumpí una vez más.
—Soy tuya, Weasley.— le sonreí, lo que dejó una enorme sonrisa en su rostro pecoso.
—Soy tuya por la eternidad.
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Nymph -George Weasley ✓
FanfictionNatalie Tonks siempre había disfrutado de la compañía de los Weasley, especialmente de los gemelos. La mayoría de las veces, sentía que el hogar estaba con ellos. ¿Qué sucede, sin embargo, cuando su amistad con cierto gemelo pelirrojo se convierte e...