Nymph -George Weasley ✓

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—Lo entendemos, Hermione, eres un prefecto.— Ron le gruñó a la chica de cabello castaño.

—No estés celoso, Ron.— George murmuró mientras inclinaba la cabeza hacia atrás en el sofá.

Después de la ceremonia y el banquete del Sombrero Seleccionador, un grupo de Los Gryffindors estaban esparcidos por la sala común, la mayoría de los estudiantes permanecían cerca de los de primer año. Yo, como todos los demás, estaba exhausta. Sentí mi cabeza caer hacia un lado, pero cuando golpeó a alguien me desperté rápidamente.

—Lo siento, George.— Susurré, pero él solo sonrió y negó con la cabeza.

—¡Déme más actitud, Sr. Weasley, y lo pondré en detención!— espetó la chica de cabello castaño.

—¡¿Qué hicimos?!— gritaron los dos gemelos.

—¡Ustedes dos no, idiotas!— Hermione gimió mientras subía los escalones y salía de la sala común.

Los gemelos se dieron un cansado choca esos cinco y se ganaron un asentimiento de aprobación de mi parte.

—¿Fred?— murmuro en voz baja.

—Él está dormido.— Ron rió.

—No lo culpo.— añadió rápidamente George.— Creo que estamos todos agotados.

Murmuré algunas cosas más sin saberlo, y uno por uno todos se dirigieron a la cama, pero yo me senté quieta junto a George. Nos reímos y bromeamos, todavía revisando nuestros planes de broma, pero mayormente se sentó en silencio.

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—¿Está despierta?— Escuché una pregunta de voz frágil.

—¡Ow! ¡Hermione!— Grité cuando la chica me golpeó la cabeza.

—Ella está despierta.— la chica de cabello castaño rió.

Me levanté de la cama y me enfrenté a las dos chicas que me rodeaban, dándoles una sonrisa falsa antes de poner los ojos en blanco. Camino hacia la cómoda y saco una falda negra, botines negros y un cárdigan marrón para combinar con el color de mi casa.— Entonces,— comenzó Ginny, riendo.— ¿Cómo estuvo tu cita con George?

Salí de la cómoda y me enfrenté a las dos chicas, que seguían riendo.

—¿Qué cita? Estábamos pasando el rato en la sala común con todos ustedes.— Cuestioné.

Recogí mi ropa, pero antes de que pudiera señalar la puerta, Hermione intervino.

—Lo vimos cargándote en la habitación anoche, te metió en la cama y todo.— ella sonrió.

Miré alrededor de la habitación, sin siquiera cuestionarme cómo había llegado hasta aquí en primer lugar. Rodé los ojos y sonreí a las chicas antes de recoger mi ropa y finalmente salir por la puerta hacia el baño. ¿George realmente hizo todo eso?

Tomo mi muy necesaria ducha y me pongo mis botines negros mientras casi me caigo por las escaleras hacia la sala común.

—Caray, te tomó bastante tiempo.— Fred gimió mientras se levantaba del sofá.

Me reí y juguetonamente le di una palmada en el brazo mientras, George, nuestro compañero de piso Mya y yo nos dirigíamos hacia el gran salón.

Mientras caminamos por el pasillo, George y yo estamos notablemente cerca. Lo suficientemente cerca del punto en que nuestras manos se rozarían, pero se demoraron debido a algún tipo de anhelo mutuo.

Los cuatro recogemos nuestros horarios y se sientan en la mesa de Gryffindor en el lugar habitual

—Mi primera clase es DADA.— Suspiré.

—¡La mía también!— los tres respondieron rápidamente.

Al escuchar esto, sonreí un poco, pero todavía temía conocer a mi nuevo padrastro por primera vez. Me volví hacia George, y me estaba dando una sonrisa de disculpa antes de darse la vuelta para terminar su desayuno. No pude evitar sonrojarme cada vez que vi su rostro, y Mya y Fred no pudieron evitar hacer mi vida un infierno por eso.