Entre montañas (Thorin) [COMPLETADA]

28. Thorin Escudo de Roble ha vuelto

Dellestar no era capaz de controlar sus sentidos, comenzaban a fallarle. Las figuras las veía borrosas y las voces las escuchaba como un simple eco.

- Tío Thorin... - escucha repetidas veces la voz de Fili - Dellestar no está bien...

- ¡Silencio! - exclama el rey observando a su primo.

- ¡Buenos días! ¿Cómo estamos? - escucha la chica y levanta la cabeza costosamente, vislumbrando a lo que cree que es un enano sobre un cerdo - Tengo una proposición que haceros si no os importa dedicarme un momento de vuestro tiempo. - comienza a ver más borroso y las voces se distorsionan - Tendríais el detalle...¡De largaros de aquí! ¡Todos! ¡Ahora!

- ¡No es necesaria la guerra! - sale en defensa el que parece Gandalf, ya que Dellestar solo distinguía una mancha gris.

- Gandalf el Gris...

- Un ejército de orcos se acerca, ¡Debéis replegaros!

- ¡No me replegaré ante nadie! Y menos ante ese duendecillo del bosque - comenta señalando a Thranduil, que muestra una mueca de desagrado - Solo desea la desgracia de mi gente. Si osa interponerse entre los míos y yo... ¡Le abriré su linda cabeza! ¡A ver si sigue sonriendo despué

Los enanos que le escuchaban aplauden mientras que Dellestar no es capaz de aguantar por más tiempo y se desploma, cayendo en los brazos de Fili.

- ¡Está como su primo, loco de atar! - exclama Thranduil, que no podía quedarse atrás

- ¿Habéis oído? - sigue hablando el primo de Thorin - ¡A luchar!

Mientras, Fili le da unos golpecitos a la chica en la cara, intentando que reaccione.

- ¡Tío! - el rey gira la cabeza durante unos segundos para atender a su sobrino pero un ruido proveniente de las montañas vuelve a atraer su atención. Un enorme devorador de la tierra aparece, y le siguen otros tantos, creando túneles por los que comienzan a aparecer legiones de orcos, hasta entonces escondidos.

- No os movais... - ordena el rey enano.

Los enanos se lanzan contra los orcos sin dudar ni un segundo, formando una barrera con sus escudos mientras que los elfos se quedan parados.

- Fili... - susurra la chica casi sin fuerzas - Levántame

- Estás muy débil Dellestar. No puedes...

- ¡Levántame! - la orden va con tanto poderío que Thorin vuelve a fijar su vista en ella, entrecerrando los ojos.

- Te dije que si volvías morirías... - susurra el enano acercándose a ella aunque la chica no le prestaba la más mínima atención. Fili la levanta mientras su rey se mostraba confuso y no sabía qué hacer.

- ¡Thranduil! - el rey elfo levanta la mirada - ¡Por favor! ¡Les van a masacrar!

El elfo clava su mirada en ella, percibiendo todo su dolor, y vuelve su cabeza hacia el ejército de enanos. No eran más que un punto comparado con las legiones de orcos que se lanzaban sobre ellos.

- ¡Thranduil! - exclama ya desesperada mientras el rey enano la levantaba. Fili interfiere, pero no tiene nada que hacer contra su tío, que le aparta de un simple empujón.

El elfo no puede soportar por más tiempo el dolor de la voz de la chica, con lo que manda a sus fuerzas justo a tiempo para contrarrestar el ataque de los orcos.

- ¡Quédate en la montaña! - grita Thranduil antes de salir cabalgando en Rodolfo hacia el campamento

- Y se creerá sus palabras... - susurra y al no tener apoyo vuelve a dejarse caer aunque esta vez un brazo musculoso está en su trayectoria, en el que se apoya. Al ver a su dueño, se aparta rápidamente dejándose caer de culo con terror en los ojos.