ᴘᴀᴘá ʟᴜᴄʜᴏɴ;Trueno ✔

Final [Alternativo]

Narra Vera...

La muerte de mi papá dolió y mucho, no te voy a negar que me deprimi por mucho tiempo pero la compañía de mi novio y mis seres queridos ayudo y mucho.

Hoy volvía Mateo de Uruguay y traté de no estar tan pero tan feliz pero es que no puedo, Mateo es y siempre va a ser una gran parte de mi y yo espero que sea así para el.

—¡Mami verá!—Grita Toto cuando me ve.

—Hola bebe—Sonrio y lo abrazo.

No puedo evitar llorar en silencio mientras el me da besos en la mejilla.

Me hicieron mucha falta, los dos.

—Llegamos justo para año nuevo—Comenta Pedro cuando me ve—¿Como estas?

—Ahora estoy bien—Sonrio y suelto a Toto de mis brazos.

Levanto la mirada y me cruzo con sus ojos, esos ojos que brillan cada vez que conectan con los míos. Es una magia única que nunca voy a poder evitar.

—Pequitas—Me abraza y yo apoyo mi mejilla en su pecho—te extrañe tanto...

—Yo también pupi—Cierro los ojos y lo abrazo más fuerte.

—¿En mi propia casa Pablo Lorenzo?—Comenta Camilo y nos reimos ambos.

—No la veo hace una semana, no jodas—Me abraza más fuerte—no se que haría si no la veo por más tiempo... creo que no podría—Me mira fijo.

—Esto es mucho amor...—Dice con asco Camilo.

—Celos y más celos—Le doy un beso en la mejilla a Mateo.

—En la boca—Ordena Toto y yo lo miro sorprendida.

—¿Cómo?—Me río.

—En la boca—Dice Mateo señalando sus labios.

—Shi—Aplaude felizmente.

—Son tremendos—Sonrio y le doy un cálido beso a Mateo.

No se porque sentí tanto cuando sus labios estuvieron en contacto con los míos, pareciera que salían chispas cada rose y eso me encantaba.

—Bueno dejen de intercambiar sus fluidos y vámonos que tengo que preparar mi panza para comer hoy.

—Opino lo mismo—Le doy un beso corto a mi novio y me separo.

[...]

Llegamos a la casa de Mateo y el silencio reinaba, solo estábamos nosotros tres ya que Pedro tuvo que ir a hacer unas cosas antes de venir para acá y Camilo se fue a su casa supongo.

—Voy a llevar esto arriba—Me informa Mateo y sube a su habitación.

—Mami Vera.

—¿Si?

—Papi lloro cuando estábamos en
uduguay—Susurra y yo lo miro confudida.

—¿Y por que?—Me agacho a su altura.

—No se, solo lo vi y no me dijo nadita—Hace puchero y Mateo vuelve a bajar.

—¿De que hablan?—Me abraza por los hombros.

—De nada—Dijimos al mismo tiempo y el nos ve con el ceño fruncido.

—¿Seguros? No me gustan las mentiras eh.

—Shau—Dice toto rápido y se va.

No me atrevo a ver a Mateo que se que me estaba fulminando con la mirada para que le cuente lo que me dijo pero por alguna razón solo me quede inmóvil sin decir nada solo miraba al frente con su respiración en mi cuello.

—Sabes que yo se como sacarte la verdad ¿no?

—Em...—Hablo por lo bajo y el se rie.

—Sos muy mala mintiendo pequitas—Hace que lo mire—ahora, decime.

—Es algo muy bobo, no le tomes importancia... aparte tenemos que prepararnos para la cena de hoy.

—No nos vamos a mover hasta que me digas, no quiero secretos entre nosotros Vera.

Parecía serio y su vena en el cuello lo había delatado. Bufe y mire al piso lista para contarle.

—Solo me dijo que te vio llorar y no sabía el por qué, nada más señor dramático—Suspiro.

—¿Me vio?—Me pregunta preocupado y yo asiento—no quería que te enteres por el... en serio.

—Tranquilo, no pasa nada—Sonrio y el baja la mirada—¿Por que llorabas?

—Te extrañaba... y sentía una fea sensación en el pecho que no me dejaba dormir ni comer, era horrible. Por más de que vos me digas que estabas bien y que tu mamá te estaba ayudando no podía sentirme culpable de no estar para vos en tu momento más difícil y triste... soy un horrible novio ya lo sé.

—No, no lo sos—Pongo amabas manos en sus mejillas—sos... sos el amor de mi vida y también sos la persona más linda y sana que pude conocer, gracias a vos deje de ser la nena inmadura que solo pensaba en si misma. Nunca te culpes por cumplir tus sueños Mateo, nunca ¿si?—Beso su mejilla—yo te amo con lo que soy y con lo que voy a ser, nunca pienses cosas negativas sobre nosotros porque te juro que voy a estar cada segundo de cada día diciéndote lo mucho que te amo y si es necesario te lo voy a tatuar en el medio de la frente.

El se rie y aparta todo pensamientos triste o negativo de su mente para juntar nuestros labios en un cálido beso, esa clase de beso que te hace llevar a la luna y a todos los planetas posibles. Esos besos que te dicen más de mil palabras con tal solo un tacto, esos besos que te hacen dar cuenta que todo lo que viviste con esa persona valió la pena.

[...]

—Tres, dos, uno... ¡Feliz año nuevo!—Gritan todos al mismo tiempo.

Yo solo le sonreía al cielo... el primer año sin el acababa de comenzar y me sentía triste saberlo pero unas manos en mi cintura borraron toda tristeza.

—Feliz año mi amor—Me da un beso corto y le hace upa a Toto—saluda a tu mamá pulgui.

Mamá... palabra fuerte para usar pero las cosas que me hacen sentir ellos dos son mas fuertes, el amor que les tengo a ellos dos es mas fuerte que cualquier cosa.

—Feliz año mami vera—Nos abrazamos los tres.

Terminamos de saludar a toda la familia de Mateo y a mi mamá que también quiso venir y yo sin dudas le dije que si porque no quería que este sola estas fechas. Con Mateo nos escabullimos entre toda la gente y comenzamos a subir unas escaleras que daban a un lugar desconocido.

—¿A donde me llevas bobo?—Me río y el sigue subiendo.

—Mi abuela tiene la mejor terraza de todo este mundo—Dice cuando ya habíamos llegado y sin dudas tenía razón.

Se podía ver casi toda la cuidad de Buenos Aires y las luces que daba cada edificio, las estrellas hoy estaban más brillantes que nunca y la luna alumbraba cada extremo de esa terraza.

—¿Bailas?—Me pregunta cuando pone play una canción en su celular y lo apoya en un banco.

—Bailar de bajo de las estrellas siempre fue mi sueño...—Sonrio y me acerco a el.

Y como en una película estábamos los dos abrazados como si mañana ya no existiera el mundo, como si nos fueras a separar. Sus brazos estaban firmes en mi cintura y su cabeza estaba apoyada en mi cuello mientras debajaba besos cortos.

—Te amo—Me susurra.

—Yo te amo mucho más mi papá luchon—Ambos reimos y el me besa con tanto amor que hace que me derrita.

Nuestras bocas encajaban como dos piezas de rompe cabezas mientras que de fondo sonaba You Are Reason de Calum Scott.

"Necesitó que veas que eres la razón"

El era mi razón, la única razon que tengo de amar y espero que siempre lo sea...

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