Luego de lo ocurrido el detective Jones, le había dicho a Maximus que vaya a su oficina, así le podría contar que había pasado realmente con Isabel Violett Rose. Así deliberarían con tranquilidad en un lugar seguro.—Señor Maximus, que rápido ha llegado a mi oficina—dijo el detective Jones algo sorprendido y luego añadió —.Sin tantas vueltas empecemos este caso que es uno de los mas trágicos que a mi puerta ha tocado y vaya que he resuelto demasiados de ellos.
—Como ha de saber, al nombre de Patrick Jones respondo— dijo—. Uno de los detectives más conocidos de todo Boston (si puedo alardear). Sé por lo que está pasando en este momento, lo entiendo. Siendo detective perdí a mi hija y la sigo llorando todavía. No hay dolor mas grande que la perdida de un ser querido. — exclamó con tristeza.
—Sé que es un dolor infinito que nunca acabará, pero debemos superarlo para poder avanzar, y seguir adelante aunque duela—. Dijo el detective y añadió—. De alguna forma u otra, todo puede sanarse y ser remediado.
—No me he presentando y con gusto le cuento que; soy un hombre de 52 años, moreno, ojos miel, pelo canoso, inteligente, predispuesto, obsesivo, casado y jefe al mando.
—Debo agradecerle la descripción suya que me ha dado detective pero yo, estoy exasperado—dijo sobresaltado.
Mi esposa está muerta y fue en un segundo que alguien la jaló del vestido y se la llevó para luego asesinarla ¡Empecemos a investigar, por favor!—Ante todo la calma es esencial señor Bruce. “Los que se enferman de la misma es que no conocen la tormenta”—citó—. Pero creo que ya lo sabe, así que sigo con la indagación que es lo que espera.
Pase a relatar la historia y como fue. Necesito saber hasta el más mínimo detalle desde la hora en que pasó todo esto, hasta el lugar de las marcas con el supuesto “cuchillo” que usted mismo vio.—Mire ,todo comenzó de esta manera: Isabel y yo íbamos a casarnos el día de ayer. Fue el 11 de Agosto del 2017 a las 10:00 am donde pensábamos ser felices y comer perdices pero en vez de eso, estoy demasiado deprimido, que ahora solo vivo desgracias sin soluciones.
La iglesia dónde fue el casamiento, (o lo poco que fue de él) estaba en el bosque Freetown Fall River State. El lugar era genial para una boda y ahí mismo cuando ya hubiésemos salido estaría toda la fiesta preparada. Pues, jamás llegó a concretarse ese momento.
En el instante de esperarla en el altar, la imaginaba como a una reina cuando entrase, y así fue. Estaba por tenerla al lado mío (todos la miraban con alegría) pero en el minuto en el que su padre la trajera, alguien encapuchado se la quitó de la mano y se llevó a Isabel. Desapareció en sólo un abrir y cerrar de ojos.Mi manera de reaccionar, fue correr lo más rápido posible y así poder rescatarla, pero el secuestrador era tan veloz que nunca pude alcanzarlos. La niebla existente en el bosque, bloqueó mi visión. La misma hacía de mi búsqueda, un fracaso.
Estuve desorientado y perdido que no sabía por dónde ir. Pasó harto tiempo hasta que toda esa neblina al fin, iba desapareciendo y seguí corriendo para encontrarla pero quería hallarla viva, no muerta como la encontré.Isabel tirada en el piso (eran las 3:00 pm cuando la halle), al lado de una tumba de tierra. La quería enterrar. Pero eso no era un trabajo de una sola persona, yo sé que había más. Tenía cortes; en el cuello, su cabeza, la muñeca y su pecho. Rompieron su vestido verde agua, el maquillaje estaba intacto, sus zapatos arriba de un árbol, su ropa interior desparramada por todas partes. La peor escena que vieron mis ojos fue estando mi esposa en ella, pero sin vida.
—Señor Bruce, quédese tranquilo que en mí puede confiar pues estoy aquí para eso, para ayudarle a descubrir quién asesinó a su esposa. Es normal que tenga un nudo en la garganta. Su amor hacia ella era tan real que el dolor emocional a veces pasa a la parte física.
—Es que detective Jones ¡¡¡VIOLARON A MI ESPOSA!!! ¿¡Lo entiende?!— gritó de una manera desgarradora—. Su ropa interior estaba por todos lados. Es una prueba fundamental que la violaron y luego de eso seguro la iban a enterrar. Perdía sangre pero la traje hasta la mismísima iglesia. Ni dios la pudo salvar. Nadie quiso ayudarme, todos ahí mismo estaban perplejos. Sin embargo, algunas personas me brindaron ayuda mínima…
No recuerdo más nada que eso, mi shock me traicionó pero nunca la abandoné. Sólo sé que la traje hasta donde le dije. Luego apareció la ambulancia, policía y usted. Quiero saber quien fue, se lo ruego. Encuentre a esa persona infeliz, sin vida, digna de entrar al infierno y pudrirse.—Oye Bruce, con mis colegas hicimos rastrillaje para encontrar más indicios y pruebas. Esto es como un rompecabezas, solo hay que unir las piezas, no obstante, encontramos una daga… Por desgracia sin ninguna huella dactilar.
—Hay algo que no me ha dicho y que de seguro lo sabe, Isabel Violett Rose anteriormente, ¿Tuvo otro amorío antes qué usted? Porque el amor no siempre se queda con una sola persona en la vida. Se puede amar a más de uno y usted lo sabe.
—Yo, No puedo saberlo. Nunca me platicó de otro hombre que haya amado o algo por el estilo y si lo supiese en este instante, sería nuevo un mar de lágrimas. Sé que tuvo amigos de esos que son para toda la vida y sin preocupaciones. Una amistad verdadera.
Yo no tengo a alguien que diera la vida por mí, que se enorgullezca de mis logros, tampoco almas gemelas en amigos y ninguna de esas cosas pero… De ella la verdad, si hubiese tenido otro hombre en su vida yo estoy seguro de que me lo hubiese dicho.—Entonces, como detective doy la orden de que a partir de mañana iremos a interrogar a todo amigo, pariente, conocido, que tuvo contacto alguna vez con la señorita Rose— dijo con tono de seguridad y añadió—. Porque Señor Bruce “No existe más ciego, que el que no quiere ver”. Y quizás usted sin darse cuenta, tiene algunas de las respuestas pero no las ve, al menos no por ahora…
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𝑼𝒏𝒂 𝒃𝒐𝒅𝒂 𝒍𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂𝒃𝒍𝒆.
Teen FictionEl día de su boda en Boston, Maximus se encuentra entre el cielo y el infierno. Se despojó lo más bello que le había obsequiado el mundo: su mujer. No obstante, no se detendrá hasta descubrir a la persona que hizo de su próspera vida, un mar de lagr...