Capítulo 13- Cambio de aires-

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Ya han pasado varios días desde que este caso trágico, ha finalizado. Después de un complejo trabajo de idas y vueltas, se logró lo alcanzado que era tan una cosa realmente impensada. Sin embargo, esta no fue ninguna diversión pero al menos se ha ido el dolor y ardor de la endeble investigación que tanta conmoción ha causado.
La tranquilidad que existe en estos momentos es algo inexplicable que todas las personas que alguna vez vieron a Isabel hoy se alivian de saber que el caso se ha resuelto. Pese a todo, no con tanto éxito pero lo siniestro que pareció, se ha desvanecido.
El detective Jones está demasiado conforme con esta resolución que si bien no salió como esperaba y los créditos se los dio a Davis, se llegó al resultado que esperaban.
La vida está llena de sorpresas y conflictos a resolver que uno mismo no puede adivinar que es lo que va a pasar en el momento exacto, pero puede tratar de entender qué cosas necesita para descubrir su destino. Así se siente Jones. De alguna forma u otra logró averiguar quiénes fueron los asesinos, con la ayuda de Davis y ¡Qué alivio!
Maximus por otro lado se siente tan feliz de haber hecho justicia a la muerte de su amada esposa. Tal y como él lo había prometido con antelación. Ese peso de encima se ha sacado y ahora queda el mirar hacia adelante, disfrutar cada momento y buscar la felicidad.
Los prisioneros después del juicio oficial y veredicto ya sabemos que nunca dieron como inocentes y los sentenciaron a cadena perpetúa(aunque Parker se arrepiente muchísimo del daño causado pero lo hecho, hecho está). No existe caso para remendar lo irreparable.
De todas formas Sharon no muestra arrepentimiento alguno pues ésta aún piensa que tendrá alguna oportunidad con Charlie. Que por cierto el mismo se enteró de toda la situación y jamás pensó que una de las tantas enamoradas sería una psicópata que perseguía de esa manera a lo que dijo: “ Realmente no entiendo como pasó esto, pero ni en mil años, hubiese estado con alguien así de loca y ahora sabiendo esto, mucho menos. “ ( tiene la total razón).
Si se preguntan como es que los trata la cárcel… verán que Sharon delira casi todos los días y noches sobre Charlie, mientras que Parker llora sin parar pidiendo perdón a todos e incluso a Dios. Desea salir de allí y ruega tener una vida feliz ¿Irónico no?
Los hijos de Maximus que ya están grandes (Daniel con 15 años y Emily con 10)todo este tiempo quedaron en las dulces manos de Camilla(o al menos sólo de Emily) Ella también demostró felicidad al saber que todo al fin había terminado. Pues este rompecabezas terminó siendo armado.
Y a lo que respecta, la familia de Rose se siente más calmada con la resolución final. Ellos tienen que empezar una nueva vida y seguir adelante como su niña tanto quería. Con su madre curada (pero sigue con algunos medicamentos), su padre siguiendo con su empresa y los hermanos… Aún están un tanto shockeados pero al menos de a poco, lo van aceptando.

Si bien el panorama está muy bien de aires. Nos iremos a echar un vistazo a la casa del señor Bruce pues, están por presenciar el famoso almuerzo del que tanto habían hablado el detective Jones, Davis y Maximus que si bien no son como antes, se siente una vibra muy pacifista y positiva.

—Detective Jones ¿Está feliz de al fin haber acabado con esta pesadilla?—dijo contento y añadió —Porque si no les importa desearía hacer un brindis y decir algunas palabras. Estoy algo exaltado.
—Agradezco hoy estar acá. En esta casa a la que usted tanto quería invitarme junto con mi colega Davis a pasar un buen rato. Las emociones también se me salen del corazón ¡Qué estamos esperando brindemos! ¡Por qué el caso se resolvió! (dijeron todos varias veces). Y otra cosa señor Bruce dígame Patrick ya considéreme un amigo íntimo suyo—dijo con orgullo.

—Muchas gracias por invitarme a mí también, señor Bruce —dijo con una mirada cautiva y agregó —. Aunque tuve que lidiar con usted en los peores momentos mientras Jones no hacía nada

—¡Eso no es cierto Erik!—rió sin cesar.

—Es verdad, yo le agradezco mucho al detective Jones pero usted se llevó una gran parte del crédito— rió a carcajadas.

—¿El almuerzo era para echarme en cara las cosas a mí o qué? —Jones preguntó enojado.

—No se enoje que ahora voy a decir alguna palabras. —siguió riendo Maximus—. Primero que todo, agradezco a Patrick y Davis por nunca rendirse ante el caso y siempre encontrando una solución o análisis que yo nunca vi (aunque también llevó su tiempo y fallos). Estoy feliz de haber contado con alguien como ustedes. Simplemente gracias por nunca bajar los brazos y terminar esta locura tétrica.
Luego quiero agradecer también a Camilla quien estuvo al cuidado de mis dos tesoros que tanto amo en este planeta y que ahora están grandes. Sin ti nunca hubiese alejado a los niños de toda esta situación horrorosa para que se sientan felices y usted logró tener un hermoso vínculo con mis niños así que te lo agradezco de corazón Camilla, eres más que una niñera para mí…
Y finalmente, quiero agradecer porque el caso de mi amada mujer está resuelto y se hizo justicia que era lo que tanto quería lograr. Que estemos hoy todos reunidos en esta mesa es motivo de celebración para que todo lo malo que se ha sembrado, se convierta en algo positivo lleno de vida y buenas vibras en un futuro.

Isabel siempre te voy a recordar siempre como la persona que fuiste. Tan leal y hermosa que ya no voy a poder ver con mis ojos pero en mis sueños siempre serás bienvenida para concluir la ceremonia que tanto anhelabas ¡Tenlo por seguro, te amo y amaré siempre reina mía!
Mis hijos están demasiado grandes que ya entienden todo y aún así, siempre tratan de darme alegrías y fuerzas para que su padre siga adelante. Espero que cuando crezcan mucho más aprendan lo que es ser buena persona porque quiero todo lo bueno para ustedes desde su esencia y personalidad hasta en sus actos y hechos.

—¡Por una vida llena de prosperidad y felicidad!—agregó Davis. (todos chocan las copas favoritas de Isabel, ríen y pasan a comer esa deliciosa pasta que Maximus ha preparado).

Camilla en un momento del almuerzo llama a Maximus al living para decirle algo que lo dejará helado (sorprendido y confundido también).

—¿Camilla, está todo bien? ¿Ha pasado algo? Espera que les preparo algunos juegos de mesa a mis niños y en minutos estoy con usted, no tardaré—dijo.

—¡Está bien Maximus iré a limpiar la mesa mientras tanto, no es algo tan urgente!

Maximus tardó más de lo esperado, porque los niños querían que su padre juegue un rato con ellos y como no resiste a los encantos de sus hijos, cedió y jugó.

—Perdón Camilla mis hijos me atraparon para jugar con ellos y tuve que hacerlo. Se veían felices ¿Qué quería decirme?

—¡No pasa nada! Les gusta jugar con todo aquel que los ayude a buscar juegos—dijo y continuó —. Amo a tus hijos y me encanta el tiempo que estoy pasando con ellos, es un trabajo hermoso que desde niña siempre quise ejercer.
Estoy agradecida de formar una pequeña parte de su familia. Sobre lo que quería platicarle es lo siguiente: hace tiempo que estoy trabajando en esta casa tan hermosa qué, no quiero decepcionarlo o que me despida por algún motivo, me gustaría servirle a usted y a los niños por un largo tiempo. Creo que les he tomado demasiado cariño, como si fueran mis hijos (Camilla no puede tenerlos por más tratamientos que se haga y Maximus lo sabe).

—¿Cómo puede decir algo así Camilla? No tengo, ni se me ha cruzado la intención de despedirla es más, quiero que esté siempre con nosotros. Hay muchas cosas de las que estoy agradecido contigo que lo último que podría hacer, sería despedirla. Me encanta que esté en esta casa y puede quedarse el tiempo que desee, eres una gran persona y eso siempre será valorado ¡ Eres una mujer fuerte! —dijo con alegría.

Camilla al escuchar a Maximus decir todo lo que dijo, se sonrojo un poco y por momentos se le escapó una sonrisa tímida que quiso tapar, finalizando el tema. Sonrojo tan notorio como manzana bien cosechada.

—Estoy demasiado feliz por todo lo que me ha dicho Maximus. Iré a ver que hacen los niños y luego limpiaré todo lo ensuciado. También llevaré el postre ya que el señor Jones, está por quedarse dormido en medio de la mesa y Davis está leyendo un libro sobre << una boda esperanzadora>>.

—Hoy usted no va a limpiar nada lo haré yo (Camilla sorprendida no quería aceptar esa propuesta, pero cedió por la insistencia de Maximus).

—No debería de hacerlo usted pero ya que insiste ¡La cocina es toda suya!—se rió y siguió —. Sólo que sí llevaré el postre que yo misma hice, una hermosa torta de chocolate y brownies con muchas nueces bañados en salsa de frutilla.

—¡Eso se ve muy delicioso. Entonces limpiaré con ganas y rapidez la cocina para probar esos manjares Camilla!

Mientras Maximus limpia la cocina, Camilla prepara los postres, el detective Jones casi dormido en la mesa y los niños durmiendo, suena el teléfono de la sala de estar que marca un número desconocido…

Claramente Maximus atendió de todas formas y cuando escuchó la voz de la persona se quedó en shock.

—¿Isabel eres tú? Imposible, no puede ser…

—¡No tonto, soy tu hermana Alice! ¿Extrañas a tu hermanita?
Quería llamarte para ver como te encuentras, estoy llamando desde California en estos teléfonos raros donde te metes dentro ¡Son horribles! Bueno ¿Cómo estás? Perdón por hacerte pasar un mal rato, nuestras voces son parecidas y por lo visto, no lo recuerdas.

—¡¿Alice?! Tanto tiempo sin saber nada de ti ¿Qué me cuentas? Yo estoy bien. Por suerte ya hemos hecho justicia y ahora tengo que seguir con mi vida, estoy feliz. Obviamente que te extraño, si no nos vemos casi nunca.

—¡Me alegra escuchar eso!—dijo—. Yo me mudé a California hace unos meses. Es hermoso pero muy caro para mi gusto, aunque me gusta gastar en cosas que no necesito. Me pone feliz escucharte tan motivado.

—Espera ¿Qué no vivías en Arizona? ¿Por qué estás en California así como así? Además, hace mucho que no te veo, nunca llamas y ahora lo haces desde un número privado ¿Qué está pasando, no tienes tú teléfono?—preguntó confundido.

—Sobre eso… Hay algo que tengo que contarte pero necesito saber si podría ir a tu casa por unas semanas, necesito ayuda con un problemita—rió nerviosa.

—¿Qué hiciste ahora Alice? Sí, puedes venir pero me vas a contar todo, ya no quiero lidiar con más problemas.

—¡Gracias hermanito, en unos días apareceré por allá, nos vemos!

Quizás éste sea otro problema para Maximus o tal vez no, nadie sabe que pasaráEn este día tan especial de viernes, Maximus cumple sus 31 años y piensa festejarlo de la mejor forma posible. Para su asombro y felicidad, Alice va a estar en este acontecimiento importante donde por instantes, se torna algo un poco menos alegre cuando le dice que es lo que le está pasando.
Maximus en la llamada le aclaró a ella que no quería tener otro problema más, pero como es su hermana, claramente pensará en ayudarla.
Todos ya estaban en la casa conociéndose y hablando de sus vidas pero definitivamente de Alice, se hablaba mucho más ya que era la recién llegada.

—¡Alice, cuánto tiempo! ¡Estás muy hermosa hermana! ¿Lograste ubicarte bien para llegar hasta aquí?—preguntó Maximus.

—Gracias por el cumplido y sí, me pude ubicar bien aunque por momentos me perdía. Pero estoy aquí — dije sonriendo y acoté—¡Tu casa es una preciosidad, muy grande y bonita!

—Me agrada que te guste. Me costó mucho conseguir esto pero ahora lo veo como un logro mayor.

—¿Oye no me vas a presentar a todas estas personas?—preguntó curiosa.

—Pensé que ya se habían presentado. Es que parece ser que ya todos viven aquí —rió y añadió—. Bueno como verás, aquellos dos que están recorriendo el jardín con su uniforme, son los detectives que me han ayudado mucho. Sus nombres son Patrick y Erik. Luego están mis hijos (comiendo y con sus celulares como siempre) Daniel y Emily y por último nuestra niñera Camilla, quien me ha ayudado mucho y también la aprecio.

—Que genial se ve todo por aquí, me fascina. Hacía tiempo no encontraba una vibra tan positiva.

Los detectives se van de la casa porque tienen trabajo que hacer y solo queda la familia. Maximus le ofrece de todo a su hermana para que se sienta como en su casa y Camilla lo mismo, no quiere que le falte nada y si necesita algo, ella le dijo que la llame.
Alice por momentos se sentía triste porque quería contarle lo que le estaba pasando a Maximus, pero no quería que se ponga mal ya que ella notaba que últimamente su vida estaba más feliz y calma.
Ella no encontraba los momentos para llamarlo y decirle lo que debía, hasta que en un punto donde los hijos de su hermano se van a sus habitaciones y Camilla a su pequeña casa a buscar un electrodoméstico que le quería enseñar a Maximus, Alice le pide un segundo y es ahí donde todo fluye.

—Oye Maxi ¿Podemos hablar de mi situación?

—Si Alice, cuéntame que te está pasando y mira que te dije que otro problema más, no quería pero supongo que no me queda opción.

—Que mal que no quieras ayudar a tu hermana—dijo entristecida.

—No es eso, bueno basta que no quiero que te pongas así. Cuéntame de una vez.

—Sabes que me he ido de donde estaba originalmente para venirme hasta California ¿No? Bueno, tuve un problema con mi exnovio por eso me mude a otro lugar.

—¿Tú ex Bob? ¿Qué pasó con él si supuestamente esa relación había terminado? ¡Alice habla ya! —dijo enojado.

—Si, terminamos y nunca más nos volvimos a ver, por eso me vine a California. Pero como yo me traje todas mis cosas en su momento, no me di cuenta que usé la tarjeta de él, por despistada que soy. Ya lo sé, fui imprudente. Yo sí tenía mis propias tarjetas pero utilicé la incorrecta ¡La incorrecta! Pero no entiendo porqué Bob me llama para reclamar más dinero de lo que he gastado… Vive llamándome sin parar diciéndome que le pague todo lo he gastado en ropa, accesorios y en sustancias ilegales, que en eso jamás gasté. Y es por eso que no entiendo nada de lo que está pasando.

—¿De cuánto dinero estamos hablando? ¿O sea que ese imbécil te llama para reclamar dinero que tú supuestamente has gastado con su tarjeta? No entiendo nada—dijo muy confundido.

—Nunca pensé en usar mis propias tarjetas como titular, soy muy tonta para estas cosas y lo sabes. Por lo visto le debo 10.000 dólares…

— ¡¿10.000 DÓLARES!? ¿ALICE QUÉ CARAJO HICISTE? No entiendo como puedes olvidarte de hacer bien las cosas—dije enfadado y añadí — ¿Sabes qué hoy es mi cumpleaños no? Y me sales con esto…

—Lo siento, no se como manejarlo. No entiendo estas cosas, yo solo compro y no me di cuenta de mis gastos, ni de lo que utilicé. Sé que es tu cumpleaños y no quiero arruinarlo de esta forma pero ¡Por favor ayúdame!

—Te ayudaré, pero al menos quiero festejar mi cumpleaños porque es mi día especial y quiero despejarme de estos problemas por unos momentos…

—¡Gracias hermano en serio y feliz cumpleaños! —exclamó.

—Eres una niña tremenda, pero algo se me ocurrirá. Gracias niña.

Mientras preparan todas las decoraciones y comidas para festejar el cumpleaños de Maximus, el mismo quiere tratar de no pensar en lo que se le está por venir. Así que para no imaginar nada, llama a los invitados por teléfono para pasar su dirección y la hora determinada de la fiesta. En esa lista se encuentran sus padres, la familia de Rose y sus amigos.
Aparecen los primeros invitados en la fiesta hasta que en pocos minutos, se llena la casa de personas y buena música. Todos parecen pasarla genial hasta el momento. Un poco de diversión les hacía falta a todos ¡ Qué comience la fiesta!

—¡Hey Maximus felicidades!-gritó con alegría Charlie y añadió –Thomas te dice lo mismo pero está ocupado tragando comida y un poco ebrio ya.

—¡Gracias Charlie, se te ve muy bien! Y dile lo mismo a Thomas.

—¡Maximus feliz cumpleaños, estas precioso!-dijo la madre de Rose.

—Maximus me… Gusta mucho como estas hoy… —dijo Camilla tímida y se fue como apareció hacía la cocina-.

—¡Gracias Camilla! Espera… (no logra alcanzarla porque es interrumpido por el señor Rose)

—Muchacho Bruce, feliz cumpleaños—dijo algo serio y con una sonrisa extraña.

—¡Gracias señor!

—¡Señor Bruce, está espléndido hoy!—dijo Patrick con seriedad y alegría a la vez.

—¡Maximus amigo, (chocan puños y hacen un saludo extraño) eres la estrella de este día hermano! —dijo Davis mientras le hacía un bailecito a Maximus-.

—¡Gracias chicos, estoy muy contento de que estén en este día especial para mí!

Ya todos los invitados llegaron y la están pasando muy bien. Es momento de cortar la torta que Camilla le hizo especialmente a Maximus (tiene una hermosa fachada). Todos le cantan el feliz cumpleaños y Maximus parece disfrutar mucho esta tarde con los que más quiere que como de costumbre, dice unas palabras de agradecimiento para todos los que están en la mesa…

—Gracias por venir a mi casa a pasar este día especial, mi cumpleaños. Estoy muy agradecido porque hoy estas magníficas personas que siempre han estado a mi alrededor, se están divirtiendo con todo lo que he preparado, desde juegos infantiles hasta juegos de nuestra edad (agregando que a Davis y Charlie le gustaron más los infantiles que otra cosa). Así que sin más que agregar, gracias por estar aquí y ya pueden seguir disfrutando de la fiesta.
Todos ríen, lo saludan, le agradecen también y lo más importante se divierten hasta altas horas de la noche hasta que…

—Maximus hermano, invité sin avisarte a una mujer que está por llegar —dijo sin importar qué.

—No hay problema pero ¿Quién es y cuándo llegará?

Luego de esa pequeña conversación entre Maximus y el señor Davis, ingresa un auto bastante llamativo a la casa del señor Bruce y todos se quedan sorprendidos al ver a esa persona bajarse del mismo vehículo…
Era una mujer tan hermosa que a primera vista todos querían saber como se llamaba. Su nombre es Brooke Bellemore, una gran amiga de Erik.
Por lo visto Maximus se quedó atónito cuando la vio. Todos empezaron a integrarla en las conversaciones, hablar con ella, preguntarle de dónde venía, entre muchas cosas más. Pero esto fue como abrir la puerta del infierno para Camilla… cuando la hermana menor de él, llegue a Boston…

 Pero esto fue como abrir la puerta del infierno para Camilla… cuando la hermana menor de él, llegue a Boston…

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 𝑼𝒏𝒂 𝒃𝒐𝒅𝒂 𝒍𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂𝒃𝒍𝒆. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora