Me encuentro muy entusiasmado por lo que será el día de hoy (aunque para otros podría sonar descabellado). No puedo mentir. Voy a gritar de la felicidad que estoy teniendo y apenas comenzó mi mañana. Todo esto es una locura hasta quizás irónica, pero no tendría que adelantarme a nada ya que algo podría salirme mal. Estoy lleno de emociones que yo mismo me pregunto por qué las tengo, si aún no pasó nada de lo que estoy esperando.
Sólo rezo que lo escrito en ese papel, le haya llegado lo más pronto posible. No quisiera que me decepcione en un día tan importante para mí y mis allegados. Por favor, la suerte tiene que estar de mi lado de una vez por todas. Estoy preocupado porque en las últimas líneas me estaba quedando sin tinta y tal vez sea un poco ilegible mi letra (además de haberla escrito rápido). Me asusta que no se lea lo esencial en esa carta. Como sea, no debo de hacer de mi mente una lluvia de pensamientos sin sentido.
Me pone tan triste que eso le haya pasado. No se lo merecía en absoluto ¿Por qué ocurren cosas así todos los días? ¿Acaso la vida quiere hacer sufrir a las buenas personas sin sentido alguno? Si aún no comprendo el significado del mundo, menos voy a comprender lo que significa vivir en él. Me abruma todo, me deprime y hiere pero... Eso no tendría que pasar un día tan radiante como hoy ¿Verdad Isabel? Tú me dirías que me relaje y contraiga la paz.
-¡Papá, mira lo que me ha comprado Alice! ¿Es bonito verdad?-dijo Emily sonriente y dando vueltas con su vestido verde agua.
-¡Pero que adorable mi niña! Alice, te rifaste esta vez pero, ¿Lo compraste con tu propio dinero, no es así?-dije dudoso
-Hermanito... Tan terco como una mula ¡Claro que fue con mi propio dinero!-dijo Alice y añadió.-Por cierto, empecé a trabajar en el aeropuerto de Boston en el sector administrativo. Pagan muy bien. Estoy muy feliz por tener un trabajo grato.
-¿Y, qué opinan? ¿Bonito verdad? ¡Estoy que no lo creo!
-¡Oh por dios! ¿Cómo puedes estar tan hermosa con ese vestido reluciente? ¡No eres de este planeta, que sexy luces!-dijo Alice boquiabierta y saltando de un lado a otro.
-Ven mi niña, nadie tiene que verte con ese vestido tan precioso que llevas puesto. Te encaminare hacia la habitación de espera, y luego nos iremos directo al lugar-dijo María.
Sentía que todo estaba completo; el salón al estilo antiguo, la decoración tan delicada, las personas, mis hijos, la familia pero... Faltaba algo y no podía imaginarme pasar este día único, inigualable, sin esa persona que me estuviese acompañando o al menos formando parte de la multitud que seguro habría. Tan sólo necesito de su presencia porque gran parte de mi vida, me ayudó con todos los problemas que una persona normal, quizás no los pasa ni por azar...
-¡Qué lindo día! ¿No?
-Ya sólo es uno más. No los defino como lindos o feos, sólo días con un pasar de horas...
-¡Deja de ser tan negativo! ¿Cuándo te volviste así de gruñón?- dijo Jenna abriendo las cortinas para que dejara pasar la claridad y añadió.-¿Al menos piensas asistir hoy, es 27 de septiembre, lo recuerdas? No creo que dejes de lado a tu amigo de tantos años, por tu condición ¿o sí?
-Yo no elegí que me pase el accidente, sólo la vida lo hizo y de todas formas... Me gustaría ir, pero creo que todos me mirarían raro, empezarían a preguntarme cosas y etc, etc, etc...
Hay cosas que me alegran que me hayan sucedido. Mi vida dio un giro bastante drástico y no podía creer que mi corazón estuviese tan decidido, sin dolor, ni negatividad. Es todo tan hermoso que mi familia me ha dicho que algo en mí, cambió. Pude perder la oportunidad pero la supe aprovechar o al menos brindarle seguridad y confianza, a la persona que hoy decidí amar para siempre. Fui un hombre que no sabía lo que quería en cuanto a sentimientos, qué me tuvo que abrir lo ojos mi gran amiga, para darme cuenta que si trabaja en mi felicidad, lo iba a lograr. Estoy agradecido contigo.
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𝑼𝒏𝒂 𝒃𝒐𝒅𝒂 𝒍𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂𝒃𝒍𝒆.
Teen FictionEl día de su boda en Boston, Maximus se encuentra entre el cielo y el infierno. Se despojó lo más bello que le había obsequiado el mundo: su mujer. No obstante, no se detendrá hasta descubrir a la persona que hizo de su próspera vida, un mar de lagr...