Luego de varios desencadenamientos históricos, la humanidad volvió a sus antiguas normativas de gobierno:Rey, reinas, príncipes, condes, etc.
Ahora, en el siglo "XXX", un grupo de jóvenes de alto rango, son básicamente obligados a unirse por alianz...
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Cuando a Kenma le dieron la noticia de que debía asistir a un baile real, pensaba seriamente que vivía en una comedia romántica. Era bobo y estúpido, él no estaba obligado a eso.
Ah, no, si estaba obligado;su padre era un marqués de asuntos exteriores muy importante, decía que era su obligación como su hijo presentarse en ese lugar. Ilógico.
No le interesaban los asuntos reales en lo absoluto, tener a personas que estén al pendiente de sus modales era asfixiante y agotador, prefería hacer cualquier otra cosa ya que, estaba cien por ciento seguro que sería más interesante que aquello.
— ¿Pueden recordarme la razón por la cuál debo ir? — preguntó a sus padres — ¿eso no es explotación infantil? Digo, porque es en contra de mi voluntad y prácticamen..
— Kenma — interrumpió su padre con el ceño fruncido —, eres alguien importante, todos van a esperar por ti allá.
Negó suavemente con la cabeza, él no era nadie — Corrección: Tú eres el importante.
— Eres mi hijo, por ende tú también.
Genial, el precio de vivir cada día le sorprendía más. Increíble según su punto de vista, como desde su nacimiento estuvo destinado a heredar el puesto de su padre o incluso conseguir uno mejor, se lo repetían absolutamente todo el tiempo.
— Además, es una buena oportunidad para que viajes — le comentó su madre.
Arqueó una ceja, ¿no era allí el baile? ¿En serio debían ir a otro reino? — Por favor no me digan que se debe hacer un viaje, es un fastidio.
— No tienes ninguna escusa, Kenma — aclaró su padre —, apenas el príncipe y su prometido estén listos partiremos.
¿Habían comprometido a Kageyama sin una fiesta para anunciarlo? ¿En qué momento? — ¿Prometido?
Su padre suspiró — Lo comprometieron con Hinata Shoyo, el hijo del conde.
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¿Saben esas escenas en las películas dónde a los modelos los rodean unas diez personas para el peinado, maquillaje y ropa? No, no solo pasa en las películas, Hinata lo entendía a la perfección ahora.
Un baile, algo tan simple que puede tener un gran peso e influencia para su reino y, el lugar indicado para empezar a formar rumores de su matrimonio. Ah, su matrimonio, ese era el tema más oído. Asistiría como el prometido de el gran príncipe "Kageyama Tobio" ;el sueño de muchos, madre mía que afortunado.
Afortunado no era el término adecuado según él, ya que tener a unas siete personas a su alrededor tocándole la cara y el cabello no era nada agradable,era todo lo contrario. Literalmente perdió la cuenta de la cantidad de veces que oyó: "Quédate quieto, ese peinado no, aquel color no le queda, éste chico es realmente hermoso, el príncipe tiene suerte".
