[Capítulo 17]

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Bokuto pensaba que un viaje de casi seis horas no era bueno para el estado en el que se encontraba Akaashi, aunque intentar convencer al azabache con los cambios de humor que este últimamente poseía era una misión imposible

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Bokuto pensaba que un viaje de casi seis horas no era bueno para el estado en el que se encontraba Akaashi, aunque intentar convencer al azabache con los cambios de humor que este últimamente poseía era una misión imposible.

Por la lejanía, se veía la figura tranquila de Kenma, sentando cómodamente en un sillón jugando con su consola como de costumbre. El Duque se acercó para hacer algo que tenía pensado desde un buen tiempo, Keiji no lo había dicho directamente, pero no hacía mucha falta, era muy notorio lo que opinaba con la manera en la que se había dirigido a el pequeño Doncel el día del baile de compromiso arruinado.

— Kenma — Saludó el bicolor. El menor levantó la vista levemente, notando la alta presencia que tenía en frente y frunciendo un poco el ceño al ver de quien se trataba —, me preguntaba si podía hablar contigo unos minutos.

— Ya lo estás haciendo — Se limitó a responder, alzando los hombros con desinterés.

Kōtarō sonrió amargamente ante la actitud del teñido, aceptando que lo tenía bien merecido.

— Quería pedirte disculpas por todas las cosas que te dije el día del baile, no fue la manera en la que debí expresarme y mucho menos juzgarte sin saber la verdad del asunto. Fue un error, por ende..

— ¿Quién te obligó a esto? — Interrumpió Kenma, arqueando una ceja — ¿Fue Keiji o Kuroo?

Ahora fue el turno del mayor para imitar la acción del pequeño Doncel, ¿no le creía? Sus disculpas eran sinceras, él quería por lo menos intentar aclarar ese asunto con Kozume.

— Akaashi no tiene idea de que estoy haciendo esto — Explicó, sin perder la calma —, y Kuroo podrá ser el nuevo Rey e incluso yo estar de cierto modo a sus órdenes, pero te aseguro que no me pediría darte unas disculpas sin ser honesto.

— ¿Y es que acaso a ustedes dos les picó el bicho del arrepentimiento?

Bokuto suspiró.

— Escucha, Kenma, no te estoy pidiendo que me perdones, ni mucho menos a Kuroo porque yo no tengo ningún derecho en involucrarme con los problemas que tengan. Sólo quería que supieras que estoy aceptando mi error, por mi cuenta, sin que nadie me esté obligando u ordenando estar aquí haciendo esto.. No quiero que pienses que únicamente por ser el esposo de uno de tus mejores amigos quedo inmune de las palabras que dije, comprendo que es difícil y te cuesta creerme, sin embargo, respeto cualquier decisión que tomes a partir de ahora.

Perdonar no era fácil, vivir de rencor era malo. Una balanza mal equilibrada, algo tan imperfecto que formaba parte de la vida humana. La costumbre desde su posición social ( la verdad no recordaba si aún podía seguir portando el título de "Prometido del Rey", pero a fin de cuentas era hijo de un Marqués) era perdonar bajo una condición, lo cual significaba que ciertamente no existía una especie de perdón, más bien recuperar el orgullo y el honor.

Amor y Coronas (Haikyuu M-preg) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora