[Final]

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La pequeña niña había llegado con una sonrisa de oreja a oreja, unas mejillas sonrojada que delataban su emoción y sus ojos dorados brillando más que nunca

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La pequeña niña había llegado con una sonrisa de oreja a oreja, unas mejillas sonrojada que delataban su emoción y sus ojos dorados brillando más que nunca.

Keiji le sonrió de forma cariñosa cuando la vio atravesar el pasillo para correr directamente hacia él, no sin antes acercarse a su hermano y darle un gran abrazo. Su madre, en cambio, miró a su nieta con horror.

Yvette estaba vestida con la ropa de su hermano, con ropa de niño. Llevaba puesto unos pantalones marrones, una camisa negra manga larga con botones adelante, botas y un abrigo encima; no usaba los vestidos que le correspondían a la princesa heredera.

—¿Qué haces vestida así, cariño? — preguntó la anterior reina, con un tic en el ojo por la indignante escena.

La niña amplió aún más su sonrisa.

—¡Voy a ser una duquesa, abuela! — gritó, con tanta emoción que Akaashi no pudo evitar pensar que incluso los caballeros oyeron aquella exclamación.

Esas palabras solo hicieron que la expresión de la mayor empeorara.

—¿Una duquesa..? — murmuró, sin creerlo — Eso es imposible, Yvette, eres la heredera al trono.

—Eso no es importante, madre — intervino Akaashi, con una ceja arqueada —. Si ella no quiere ser reina, Grahan puede tomar el trono en su lugar.

—Keiji, cariño, no sabe lo qué está diciendo. Es solo una niña.

Una niña que parece muy segura de lo dice.

La discusión (si es que se catalogaba así la conversación que tenían) era totalmente absurda ante los ojos de Keiji. Ciertamente no le sorprendía mucho, Yvette era una pequeña de carácter decidido, por más sonriente e infantil que actuara, nunca dudaba a la hora de tomar alguna decisión. Por supuesto, a su madre no le gustaba la idea de que la princesa, quien sería la futura heredera al trono, de la noche a la mañana llegara vestida así (Akaashi no le veía nada de malo si su hija era feliz usando esa vestimenta) y gritando que no iba a ser reina.

Esa niña solo tenía cinco años, era lo que pensaba la anterior reina, ¿qué podía saber ella de responsabilidades? Solo era una estupidez.

—Yvette — siguió la azabache, frotándose las sienes —, aún si quisieras ese puesto no puedes ser duquesa sin casarte con un duque.

—Pero, ¿papá no era duque antes de casarse con mamá? — cuestionó inocentemente.

—Eso fue porque su padre, es decir, tu abuelo, era un duque y él heredó el puesto.

—Ah, cómo papá era hijo del abuelo pudo obtener su puesto..

—Exactamente.

—Bueno, yo soy hija de mi papá, así que yo también puedo tener su puesto sin tener que casarme con nadie.

Amor y Coronas (Haikyuu M-preg) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora