[Capítulo 4]

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Una petición hecha públicamente puede catalogarse como presión social, donde básicamente te obligan a aceptar para no hacer quedar mal a la otra persona

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Una petición hecha públicamente puede catalogarse como presión social, donde básicamente te obligan a aceptar para no hacer quedar mal a la otra persona.

Los Reyes y el Marqués eran astutos, una propuesta de matrimonio en medio de un baile de compromiso donde se encontraban personas sumamente importantes, bajo las miradas críticas de todos.

Si se negaba, su padre quedaría en un mal puesto debido a que su único hijo rechazó públicamente a un príncipe de un famoso reino. Podía perder su estatus, su fama, comenzarían rumores sucios...

Presión social.

Estaba estático en su sitio, sin mover ni un dedo, no sabía que responder, cómo reaccionar.. ¿Qué iba a decir? Él no quería casarse, no quería unir su vida con una persona que conoció hace casi dos semanas.

Empezaron varios murmullos ante su silencio y los minutos que habían pasado, debía dar una respuesta, tenía que decir algo..

A lo lejos, Akaashi seguía intentando comprender lo que estaba pasando — Bokuto-San — le susurró —, ¿usted sabe qué está pasando?

El mencionado lo miró con una expresión complicada y asintió — Es confidencial — le respondió también en un susurro —, lamentablemente no puedo decirte pero.. — miró un segundo a los alrededores asegurando que nadie más que su prometido oyera — todo esto fue una planificación, Akaashi, lo hicieron así para que no le quedara más opción que aceptar.

El azabache lo miró perplejo parpadeando unos instantes — Eso significa que..

— Que si Kenma no acepta, su padre tendrá serios problemas.

El teñido se encontraba en un debate, era un idiota por no darse cuenta de que su padre tenía una doble intención al preguntarle sobre el casamiento y sabía que no iba a rendirse hasta que aceptara aquel matrimonio. Era un plan maestro, tan sucio y desagradable como lo era una manipulación disfrazada de una tierna escena.

Miró a su alrededor buscando una indirecta en la mirada a su padre, quien sonreía junto a los Reyes; triunfantes, como si hubieran ganado una guerra, victoriosos. Devolvió su mirada al pelinegro que seguía estando a la espera de una respuesta, arrodillado frente a él con un anillo.

Todos en ese lugar estaban a la espera de una respuesta, de una afirmación.

Apretó fuertemente sus labios en un intento de no decir alguna barbaridad o posiblemente por llorar. Lo sabía, no tenía opción.

— Sí — musitó forzando una sonrisa —, por supuesto que acepto casarme con usted, Alteza..

°

Bokuto se aseguró de no levantar sospechas mientras caminaba junto a su mejor amigo hacia algún salón vacío donde pudieran hablar con tranquilidad. No quedaban muchas personas en la fiesta de compromiso, pero tampoco quería que oyeran aquella conversación.

Amor y Coronas (Haikyuu M-preg) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora