Luego de varios desencadenamientos históricos, la humanidad volvió a sus antiguas normativas de gobierno:Rey, reinas, príncipes, condes, etc.
Ahora, en el siglo "XXX", un grupo de jóvenes de alto rango, son básicamente obligados a unirse por alianz...
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Tobio estaba temblando de los nervios.
Nadie en la alcoba parecía darse cuenta de aquello, o tal vez preferían ignorarlo, pero Kageyama no quería ni pensar en que fuera la segunda opción ya que no le prestaran atención a su malestar era muy cruel.
Después de todo era su coronación como Rey.
Todos lo sabían, desde el más mínimo empleado del palacio hasta cualquier habitante de su reino, incluso reinos vecinos; sus padres querían que la coronación de su hijo fuera un evento que se recordara en siglos.
En cambio, Tobio..
—Creo que voy a vomitar — musitó el azabache, pálido, sudando frío y con sus ojos azules llenos de pánico. ¿Cómo podría estar calmado? Estaba a punto de salir frente a más de cien personas y un pequeño error sería falta —. Otra vez —aclaró, solo por si acaso.
Su abuela no dejó de jugar con Charlotte, al parecer competían por quién tenía más energía y a Tobio le preocupaba ver que su abuela estaba ganando. Cayden y Cameron sí lo miraron, el primero con una calma plasmada en su rostro, mientras que el segundo con una expresión de mal humor porque según sabía, su hijo no había dormido lo suficiente ese día.
Ya tenían un año y poseían unos meses de más, decían unas cuantas palabras y caminaban muy bien, siendo Charlotte la que corría si le quitaban la vista por uno segundos.
—Todo saldrá bien, Kageyama — dijo Shoyo, ante los ojos de Tobio, fue como un rayo de luz. Viéndolo con esos hermosos ojos y dejando salir su gran sonrisa —. No cometerás ningún error.
—Pero, si tropiezo camino al tro-..
—No pasará.
—¿Y si..?
—¿De dónde vienen tantos pensamientos negativos? — cuestionó Hinata, ladeando la cabeza. Tobio no solía dejarse llevar por esas cosas sin razón aparente y ver la insistencia del azabache en el tema ya le causaba un mal presentimiento — ¿Por qué estás tan nervioso? Llevas practicando más de un mes para este día.
Una cosa era la práctica y otra muy diferente ejecutarla. Hinata no mentía, de hecho, tenía razón. Practicó durante mucho tiempo, sus conocimientos eran adecuados por lo que se basaron más en el fatídico día donde sería coronado.
Y todo fue excelente, puede admitir Tobio sin llegar a presumir, pero ver la cantidad de personas que iba a presenciar el evento no se comparaba en nada con su preparación mental.
Si algo salía mal, si fallaba en una sola cosa, la humillación sería tan grande que Tobio no saldría más nunca de su palacio.
—¿Náuseas, Tobio? — su abuela, sin haber prestado mucha atención a la conversación que mantenían ambos jóvenes y solo recordar haber escuchado como su nieto decía algo de vomitar, preguntó interesada — ¿No estará Shoyo-Kun embarazado y tú pasas por el síndrome de couvade?
