La vida.
Posiblemente sea uno de los más grandes misterios del universo, muchas personas se han buscado la manera de investigar su razón, su sentido e incluso su origen.
Sin embargo, en pleno siglo treinta, aún no se descubre totalmente su sentido. Gracias a ésto,los humanos han buscado la manera de vivir, evolucionar y aceptar las necesidades básicas que les corresponde descubrir;dando así un simple significado:
"El sentido de la vida es, nacer, crecer, reproducirse y morir"
Akaashi Keiji no tenía esa ideología...
Es decir, ¿de verdad solo era eso? ¿Por eso valía la pena vivir? Era patético.
La vida debía ser más que tener hijos y morir, tenía que haber algo mucho más interesante, algo por lo cuál dijeras:
"¡De esto se trata vivir!"
Eso era lo que él buscaba de la vida. Pero, para una persona que fue criada toda su vida en un palacio, bajo reglas que muchos llegarían a considerar como absurdas — porque cabe recalcar que algunas lo eran —, no tenía tiempo para ponerse a pensar en encontrar ese propósito.
Según su madre, debía estar buscando una pareja para reinar. Era un pensamiento irracional, él podía reinar solo, no necesitaba a nadie.
Pero por su puesto, su madre no pensaba lo mismo.
— Debes tener a alguien con quien compartir en trono, Keiji, es lo primordial — había dicho ella hace poco. Tenía el ceño levemente fruncido, y realmente no hubo un tono muy agradable en sus palabras — ¿Acaso no te preocupa no tener a nadie con quien dejar un heredero?
Honestamente, le importaba una mierda.
Por el amor de dios, solo tenía diecisiete años, no estaba pensando en hijos.
Según la ley debía ascender al trono con dieciocho años, y por supuesto casado.
Tal vez por esa razón se encontraba en aquel estudio, de aquel palacio, con su madre, y por supuesto unas cero por ciento ganas de estar allí;mientras que uno que otro asistente seguía pasándole carpetas sin parar, aparentemente para la busca de.. Un esposo.
— Keiji — escuchó la voz de su madre, lo estaba viendo directamente — ¿Estas escuchando lo qué te estoy diciendo? — no parecía muy feliz, en su voz se notaba.
Akaashi se limitó a ver cansinamente la carpeta frente a él, y simplemente llegó a una conclusión — Madre, me importa una mierda.
Su madre abrió los ojos exageramente al escuchar eso — ¡¿Pero que son esos modales?! — si, estaba furiosa — ¡Eres un ingrato!
El joven príncipe rodó los ojos, ni siquiera le prestaba atención a los insultos o posibles difamaciones de parte de su madre, era estúpidamente exagerado.
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Amor y Coronas (Haikyuu M-preg)
FanficLuego de varios desencadenamientos históricos, la humanidad volvió a sus antiguas normativas de gobierno:Rey, reinas, príncipes, condes, etc. Ahora, en el siglo "XXX", un grupo de jóvenes de alto rango, son básicamente obligados a unirse por alianz...