12. ½: 'Arte'

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Disfrutaba realizar pocas actividades, pero desde pequeña había tenido claro una: pintar. Siempre había sido mi manera de escapar de la realidad, hacía callar mi demonios y volvía los trazos en mi método perfecto de escape.

Mi plan había sido estudiar algo relacionado con las artes plásticas; había investigado muchísimo sobre ello para que cuando tuviera que postularme a las universidades supiera cuales eran mis mejores opciones, pero cuando llegó ese momento en la preparatoria, mis padres no perdieron la oportunidad y me hablaron sobre lo beneficioso que sería que me fuera por una carrera que ayudará a papá con el negocio familiar.

Mis deseos y sueños fueron sustituidos por los de mis padres. No rechiste frente a ellos, me tragué todo lo que sentía y tomé algunos folletos, termine escogiendo contabilidad porque no sabía qué otra cosa hacer; siendo honestos tampoco me importaba.

La carrera tampoco estaba tan mal, solo estaba mal cuando recordaba que no era a lo que me quería dedicar toda la vida. En el fondo esperaba encontrar la manera de no hacerlo.

Negué con la cabeza, a mis padres les daría un patatús. Suspiré y alcé un poco la cabeza para disfrutar la pequeña brisa fría de febrero que recorrió el lugar. Era viernes y estaba afuera de un restaurante esperando a que Evolet apareciera para comer. Mis clases habían terminado hace media hora y según tenía entendido las de mi amiga no tardaban en terminar.

La sombrilla encima de mí evitaba que los rayos de sol me encandilaran. Cosa que agradecía ya que me gustaba dibujar sin que algo estuviera molestando, a veces hasta con música de fondo que me ayudara a enfocar mis emociones. Pese a que aún era invierno, el sol calaba y aunque no tuvieras calor te quemaba.

Hice unas líneas verticales en la hoja— dos en total—, no había dibujado nada más que líneas. Hasta con las acuarelas, al parecer es lo único que podía ofrecer, como si estuviera bloqueada. Tal vez debería volver a pintar en óleo, pero necesitaba dinero para comprar varias cosas: pintura y lienzos.

Dejé el lápiz sobre la mesa, lo compraría, solo que necesitaba dinero: o sea tiempo.

Saqué mi celular y sin pensarlo demasiado llamé a Evolet, tenía hambre. Podía intentar ser paciente, pero el hambre no ayudaba en nada a la situación.

No respondió.

Volví a insistir; obtuve la misma respuesta.

Frustrada abrí el menú de aplicaciones. Necesitaba distraerme antes de que el hambre me volviera loca. Tenía varias notificaciones en mensajes, así que fue la aplicación que abrí.

Madison:
Te extraño taaaaanto.
Espero poder ir a verte pronto:c
No te vuelvas loca mientras tanto.

Sonreí de lado, había pasado casi una semana desde la última vez que nos vimos— sí, desde lo del regalo. Se había reído demasiado cuando le platiqué cómo habían resultado las cosas, dijo que se alegraba de que su ocurrencia para nada mala hubiera resultado bien y que esperaba que Calum usará los condones conmigo; sí, así de cínica.

Izzy:
Yo también quiero verte, pero tengo una torre de cosas que hacer para unas materias.
A menos que vengas a ayudarme.

Envié los mensajes sabiendo que Madison preferiría no verme en un mes con tal de no ayudarme, no se lo reprochaba y obviamente era broma, broma que resultaba ser muy efectiva cuando no quería hablar con ella.

En la bandeja de entrada también tenía mensajes de Calum, solo podía leer el inicio del último mensaje, decía: No sé a qué hora-

Y era todo lo que salía sin abrir el mensaje.

Ghost of you ||C.H||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora