Veintisiete

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Narrador omnisciente.

Finalmente el estado de Joel fue revelado por los doctores, afortunadamente no había pasado nada grave, el demonio al escuchar esto maldijo, había fallado, era el primero asesinato que cometería y había fracasado.

Observo como todos los demás chicos se alegraban y festejaban, al parecer la Navidad no iba a ser triste, gracias a qué Joel estaba bien.

— No saben lo aliviado que me siento al escuchar que Joel está bien — comento el demonio con fingida felicidad.

Posteriormente recordó que quizás y el mexicano sabría que él había sido quien ocasionó el accidente, daba igual, de todas formas volvería a intentar asesinarlo.

Joel salió ese mismo día del hospital, y todos decidieron consentirlo debido a su estado. Ahora todos se encontraban en casa rodeando la cama donde Joel descansaba, sus heridas habían sido superficiales, solo se había golpeado muy fuerte la cabeza lo que le ocasionó el desmayo, después de todo el hombre que lo había atropellado había logrado disminuir el impacto cuando freno.

Aún así Joel, recordaba como Christopher lo empujaba, pero decidió callar, no quería culpar a su amigo, no antes de obtener respuestas.

— Al parecer pasarás noche buena en cama, papi — hablo Richard — pero descuida nosotros te traeremos la cena hasta acá.

— Y los regalos también — respaldo Zabdiel con una sonrisa.

— Gracias chicos — respondió Joel mientras soltaba un suspiro — la verdad espero levantarme de esta cama pronto.

El demonio observaba con odio a Joel, pero justo en ese momento Erick llegó a su lado.

— ¿Por qué no te unes con nosotros, Chris? Parece que no te hace feliz que Joel este a salvó.

Christopher observo a Erick con fingida amabilidad, ya que por dentro deseaba matarlo por ser tan indiscreto, ante el comentario de Erick, Joel se puso atento a la reacción de su "amigo Christopher"

— No es eso, lo que pasa es que sigo conmocionado por lo que le pasó a nuestro querido Joel.

Joel se le quedó viendo y no pudo evitar sentir irá ante tanta hipocresía por parte de "Chris" en se momento llego Renato.

— Muy bien muchachos, es hora de cenar, por favor bajen, menos tu Joel obvio, te traeré la comida — Joel asintió.

— Renato, ¿Mi madre a enteró de esto? — cuestionó el mexicano.

— Claro que se enteró, todo mundo lo hizo, mañana a primera hora dijo que vendría a verte — respondió el manager.

— De acuerdo, gracias.

Todos comenzaron a salir, incluso Renato, pero antes de que Christopher diera un paso a fuera Joel le hablo.

— Tengo que hablar contigo. No te vayas

Christopher esbozo una sonrisa cínica y giro a verlo.

— ¿Cierro la puerta? — dijo con más cinismo, Joel ignoro su pregunta.

— No creas que no se que tú fuiste el culpable ¿Que es lo que te pasa? ¿Estás loco? ¿Mal de la cabeza? — dijo con tono firme — Nunca creí que fueras capaz de hacer algo así, sobre todo con alguien que te consideraba un amigo, me doy cuenta que eres un asesino.

Christopher soltó una carcajada y miro a Joel.

— No me arrepiento, que disfrutes tus días postrado en la cama, por qué serán los últimos.

Joel se quedó en shock al escuchar tales palabras salir de la boca de su amigo, parecía alguien diferente, no era el Chris que antes había conocido.

— Christopher, ya vamos a cenar te estamos esperando — llegó Zabdiel y a quedó mirando la escena — ¿Que pasa?

— Nada, Christopher ya se iba, le pedí de favor que acomodar mis almohadas.

Zabdiel asintió y se llevó a Christopher con él, dejando a Joel atónito, había observado algo extraño en Christopher pero jamás pensó que sería algo extremo.

**

Esther Vélez.


Habíamos logrado salir del cementerio sanos y salvos, llevaba la tierra en una bolsa, mientras Christopher se revisaba todas las partes de su cuerpo.

— Estás bien, la tierra no logro tocarte en ningún momento — comenté divertida.

— Lo se pero, más vale prevenir que lamentar — soltó un suspiro — Estoy cansando, ¿Dormiremos en un hotel?

Asentí y observé a Chris con tristeza, cada vez la conexión con su cuerpo se hacía más débil, de alguna manera tendría que tener todo a tiempo, para que el alma de Chris no desapareciera.

— Esther... — hablo dudoso.

— ¿Dime?

— Si la conexión de mi cuerpo se pierde, ¿realmente me quedaré en el plano de los muertos?

No había querido asustarlo al decirle lo que verdaderamente ocurriría, pero si el cuerpo de Chris pierde la conexión con su alma, no solo se quedaría en el plano de los muertos, si no que... Dejaría de existir.

— Si, Christopher.... Te quedarías en el plano de los muertos para siempre — dije aunque eso no fuera verdad.

Alma En Pena |Christopher Vélez| [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora