Esther Vélez.
El gorila que cuidaba la entrada me observó con una mirada poco amable, esboce una sonrisa nerviosa.
— ¿Identificación? — preguntó.
— Ah si, si claro — dije buscando torpemente en mi cartera. Le mostré la identificación, asintió y posteriormente me dejo entrar.
Chris se puso a mi lado, llevaba una pequeña sonrisa.
— Te agradara esto — comentó.
Las luces de colores y el humo inundaban el lugar, era algo sumamente loco, sonrei al notar la cantidad de gente joven que se encontraban ahí.
Comencé a abrirme paso hasta llegar a la pista, Christopher estaba a mi lado, la música sonaba, por primera vez me sentía liberada.
Comencé a bailar, al igual que Chris, era la primera vez que las personas no me miraban de forma extraña.
Pasamos un rato bailando las canciones que últimamente sonaban, incluso pasaban música de CNCO, observaba a Chris y él al escucharlas se emocionaba pero igual parecía algo triste, lo comprendía seguramente los recuerdos lo atormentaban.
De pronto Chris comenzó a tocar su cabeza, y a cerrar los ojos con fuerza.
— ¡No, detenté, no lo hagas! — comenzó a gritar, mi sonrisa fue desapareciendo al ver a Christopher, incluso para mis oídos la música ya no era un impedimento para escuchar lo que el castaño decía.
— ¡Chris! — exclame.
Él comenzó a atravesar a las personas para salir de ahí, yo como pude comencé a abrirme paso a empujones, quería saber lo que le ocurría.
Cuando por fin logre alcanzarlo lo encontré a fuera de la discoteca, sentado en la orilla de la banqueta, con los brazos sobre sus rodillas y su cabeza encima de estos, parecía estar llorando, el aire frío de diciembre despeinaba su cabello, su gorra estaba tirada aun lado de él. El gorila de la discoteca ya no se encontraba a fuera, esa era la ventaja, no me vería hablar sola.
Me acerqué al castaño y me senté al lado de él, toque su espalda, y fue cuando di por hecho que estaba llorando, levantó poco a poco su rostro y pude observar lo enrojecido de sus mejillas y aun unas lágrimas rodando por estas.
— Otra vez... — dijo en un susurro — Otra vez lo hizo.
Acaricié su cabello, Christopher me miro, y pude apreciar el dolor de sus ojos, no sabía que era lo que lo ocasionaba, así que decidí preguntar.
— No entiendo... ¿Que sucede?
Christopher seguía llorando, seco sus lágrimas con el dorso de su mano y suspiro tratando de tranquilizarse.
— ¡Desgraciado! — grito a mas no poder, apreté mis párpados — ¡Volvió a asesinar niñas inocentes!, ¡lo vi nuevamente!
Abrí los ojos como dos lunas llenas al escuchar eso, me había comentado que podía ver fragmentos de cosas que hacia el demonio que tiene su cuerpo, pero jamás imagine que viera esas cosas tan traumáticas.
— ¿Que? — cuestione sin poder creer esa aberración ¿como es posible que este asesinando gente inocente? Y sobre todo a niñas.
— Así es, las engaña haciéndose pasar por mi, ellas caen fácil y se van creyendo que yo me he enamorado de ellas, pero en realidad lo que hace es asesinarlas para después... — Chris hizo una pausa, como si lo que iba a decir fuera algo tan repugnante — comérselas.
Cubrí mi boca con ambas manos, ¡Dios mio!
**
La luz del sol se asomaba a través de mis persianas frunci el ceño y observe a Christopher quien se encontraba durmiendo en el sofá, me preocupaba demasiado... Se estaba debilitando, las almas no duermen, solo lo hace si están débiles.
Solté un suspiro, y me levante de la cama, me acerque a él, me agache de manera que quedara cerca de su rostro y lo mire detenidamente, lucia tan tranquilo en ese estado.
— Prometo que recuperaras tu cuerpo, Chris — deposité un pequeño beso sobre su cabeza.
Me levante y me dirigí al baño para tomar una ducha. Me detuve a observarme al espejo.
— Animo, Esther — me dije a mi misma — Puedes lograrlo, ya no les temas a esas almas, tu miedo las alimenta, debes ser fuerte por Chris.
ESTÁS LEYENDO
Alma En Pena |Christopher Vélez| [EN PAUSA]
FanfictionHistoria independiente de la novela "El Fantasma del Espejo" Esther Veléz ¿la recuerdas? la hermosa Médium que ayudo a Jos Canela para estar con ___ Stine, ahora regresa en una historia llena de aventuras tanto amorosas como terroríficas. Descubre...