Veinticuatro

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Esther Vélez 

Sabia que a Chris no le había caído muy bien Josshua, aquella noche de la fiesta, cuando estábamos a punto de dormir, no dejo de hablar mal de él, tan solo de recordarlo me daba risa.

— ¿No quieres contestar? — pregunto con seriedad al notar que yo solo me había quedado observando la pantalla de mi celular.

Y es que ¿Cómo contestarle a un chico, cuando el que me interesa estaba justo a mi lado? Y además me iba a dar un beso.

— No... — respondí y el castaño solo me miro con cara de confusión.

— ¿Qué? — frunció el ceño — Creí que te había gustado, con eso de que es lindo y culto.

— Chris, Josshua no me gusto — el celular seguía sonando — solo me cayó muy bien.

Christopher solo sonrió de lado y giro su cabeza de lado contrario a mí.

— Como sea... ¿me das mas de esos dulces? — hablo y estiro su mano sin voltearme a ver, solté un pequeño gruñido, en verdad no entiendo su comportamiento, saque un puñado de picafresas y se los di, el teléfono dejo de sonar, para posteriormente recibir un mensaje.

Lo leí: "Hola bonita, quizás estés ocupada, el motivo de mi llamada era para invitarte a cenar esta noche... espero que tu respuesta sea afirmativa, te mando saludos. Josshua"

No puedo creer que alguien me estuviera invitando a cenar, me parecía una bonita idea, pero de igual forma no podría, mire que Chris comía los dulces y seguía sin mirarme, vaya, si que le molesta Josshua. Decidí responderle a Josshua y explicarle que quizás en otra ocasión aceptaría su invitación.

Cuando el mensaje fue enviado, decidí volver a colocar la música, me gustaba escuchar las canciones del álbum primera cita, ya que sabia que esas eran las únicas que Chris había cantado en su momento.

Narrador omnisciente.

Con CNCO

Los chicos de la agrupación juvenil caminaban por las playas de Miami, varias fanáticas se acercaban a ellos para pedirles fotos y autógrafos, ellos con una sonrisa amable cumplían lo que sus fanáticas les pedían, bueno todos a excepción de Christopher el demonio, quien cada vez se mostraba como en verdad era, un ser despreciable.

Joel termino de tomarse fotos con la ultima fan que se lo había pedido, Chris y los demás chicos lo esperaban bajo la sombra de una palmera.

— Esto es desesperante — comento el demonio mientras acariciaba uno de sus hombros, el sol había quemado un poco esa parte, por una parte odiaba tener un cuerpo humano, eran tan delicados que con los mas mínimos rayos de sol se había quemado.

— ¿Lo dices en serio? — Comendo Zabdiel mientras lo miraba frunciendo el ceño — Es raro que lo digas, tu siempre estas dispuesto a complacer a las fans ¿y ahora dices que te desesperan? No comprendo.

— La gente cambia — respondió mientras segua acariciando su hombro.

— ¿Por qué no te pusiste protector solar? — hablo Erick al notar la insistencia de su compañero al estar acariciando su hombro.

— Se me olvido — respondió fríamente y miro a Erick con desprecio, el oji verde lo miro sorprendido y soltó una pequeña risa.

Joel llego a donde estaban juntos y llevaba un papel en las manos, su sonrisa era amplia y picara.

— ¿Qué traes ahí? — pregunto Richard.

— Oh, no es mío — estiro su mano hacia Chris y le tenido el papel, el demonio miro el papel con asco.

— ¿Y esto a mi qué? — hablo groseramente, mientras tomaba el papel que Joel le había tendido.

— Una chica me lo dio, dice que la llames, admito que la he visto, hace videos en Youtube, su nombre es Samantha — respondió el Mexicano.

— ¿Te lo acaba de dar? — cuestiono, Erick emocionado — Se quien es ella, es muy guapa, papi... llamada.

— Si me lo acaba de dar — comento Joel.

— Pues seguro fue tan insignificante por que no la vi... no me interesa, pero gracias — dicho esto rompió el papel y guardo los pedazos en el bolsillo de su traje de baño.

Todos quedaron sorprendidos ante la actitud de Christopher .

— ¡Oh! Eso si que es nuevo de tu parte — hablo Joel igual de sorprendido — Igual le di tu número, supongo que, si no la llamas tú, ella lo hará — dicho esto Joel dio media vuelta y se alejó de ahí, dejando a Chris con cara de asco. Todos miraron al castaño con una pequeña risa en sus labios.

— Que intensa... Joel no tenia porque dar mi estúpido numero a nadie — hablo molesto.

— Tranquilo... lo hizo por que nos habías dicho hace un tiempo que Samantha se te hacia sexy — hablo Zabdiel.

— ¿Cuándo dijiste eso Chris? — cuestiono Erick — No estaba enterado.

Chris los observo con hastió y negó con la cabeza.

— Da igual cuando lo dije, ahora no quiero nada con nadie — al decir esto se alejó de ellos.

— Ese chico esta raro... — hablo Richard.

— Si ya lo sabíamos — hablo Erick restándole importancia.

— Erick, Richard tiene razón... no esta actuando como usualmente era — dijo el puertorriqueño mientras tocaba su barbilla.

— Ya se le pasara, tengo hambre, nos vemos al rato — Erick se fue de ahí, dejando a Richard y a Zabdiel solos.

- Dai

Alma En Pena |Christopher Vélez| [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora