Veintidos

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Esther Veléz

Cuando Chris me dijo eso, sentí un ligero pinchazo en el corazón, hace no mucho que lo conozco, pero sinceramente sentía que me había acostumbrado demasiado a su compañía. Hace mucho que no convivía con personas de forma duradera, se que tenia a mis dos amigos; Diana y Ross, pero no tenia a alguien que estuviera conmigo la mayoría del tiempo, llegar a casa y saber que alguien estará contigo, eso es lo que mas me gustaba, y lo tenia desde que Chris había llegado a mi vida.

Me dolía saber que lo que el me había dicho era la verdad, dejaría de estar conmigo, pero era algo que no se podía evitar, Chris tiene una vida, una vida que es hermosa, que debe vivir y disfrutar. Se que seré muy feliz cuando lo vea regresar a su antigua vida.

— Chris, se que eso es triste pero, inevitable. — comente soltando un suspiro, me levante del asiento y me acerque a el.

Al estar parada cerca de Chris, el solo me abrazo y acaricio mi cabeza.

— Estaré siempre agradecido contigo — a continuación poso sus labios sobre mi frente y deposito un beso en ella — También quiero decirte que en este tiempo que hemos compartido juntos, me he sentido genial, puedo ser yo mismo contigo.

— Gracias por las palabras Chris — lo abrace y ambos nos quedamos viendo por la ventana, la fría noche — Aunque... es lo menos que puedo hacer por ti, después de romper la perla.

— Pensándolo bien... fue lo mejor que pudiste hacer — su cabello castaño brillaba con la luz de la luna, el giro a verme, sus ojos cafés se posaron en los míos, y sus labios comenzaron a esbozar una pequeña sonrisa, yo lo imite — Oye... — comenzó a decir, aun sin despegar la vista de mis ojos — el color miel de tus ojos es hermoso — aparte la vista y mire al frente, comenzaba a ruborizarme, así que solo solté una pequeña risa y me separe de el.

— Gracias... — comencé a caminar hacia mi habitación, debía dormir, además lo que había dicho Chris, me había provocado algo, sentía una curiosa sensación en el estómago, además de querer gritar y patalear como loca — buenas noches, Chris — gire a verlo, y pude notar, que el me observaba, la luz de la luna remarcaba su perfecta silueta, tenia las manos metidas en su pantalón, y un toque de picardía se había echo presente en sus ojos, su sonrisa era juguetona, tan solo había curvado sus labios hacia el lado derecho.

— Buenas noches bella.

*

Al día siguiente: Domingo 23 de diciembre

Esther Veléz

Abrí los ojos, la luz comenzaba a asomarse en mi ventana, me talle los ojos y comencé a estirarme, una sonrisa se curvo en mi boca, recordé lo que Chris me había dicho en la noche y me ruborice. Sabia que el me estaba comenzando a gustar, y bueno... ¿Quién no se sentiría atraída por alguien como Chris? Alguien tan... humilde, risueño, carismático y lindo, no solo físicamente era lindo.

Quite las cobijas de mi cuerpo, busque mis pantuflas para ponérmelas, debía alistarme para irnos al cementerio, observe mi reloj 6:55 a.m. busque ropa para meterme a dar una ducha, cuando tuve todo listo, me metí al baño, abrí la regadera, espere a que comenzara a caer agua caliente en lo que me quitaba la pijama, cuando el agua caliente comenzó a caer, me metí a la regadera y comencé a ducharme, debía estar lista antes de que Chris despertara.

Al salir de la ducha lo primero que hice fue observar el reloj, 7:20 a.m sonreí al notar que aun no era tan tarde, cepille mi cabello, y deje que se secara naturalmente, fui a mi armario y comencé a buscar ropa para ponerme, debía ser algo cómodo, pero igual algo que me hiciera lucir linda, solté una pequeña risa al pensar lo de "lucir linda" me decidí por unos pantalones de mezclilla, y una blusa negra de manga larga que dejaba descubierto mi ombligo, opte por usar botas, también negras. Puse un poco de maquillaje y me dirigí a la sala de estar para ver a Chris.

Cuando llegue a la sala de estar, me encontré con Chris aun durmiendo en el sofá, tenia la gorra negra puesta sobre su rostro, las manos sobre su estómago y las piernas cruzadas, de su boca salían pequeños ronquidos, no pude evitar sonreír al verlo tan pacífico, aunque también me preocupaba, el no debería dormir.

No quise despertarlo, así que fui directamente a la cocina para preparar algo rico para desayunar. Tenia muchas ganas de un "chocolate abuelita", es una bebida caliente muy conocida en México, que sabe delicioso, recordé que había comprado uno hace poco, saque la barra de uno de los cajones de la cocina y me dispuse a hacerlo, posteriormente partí fruta, saque granola y yogurth, tenia mucha hambre y seguro Chris despertaría con hambre, últimamente me había dado cuenta que comía mucho, después de que descubriera que el también podía comer, decidí preparar unas enchiladas suizas. Cuando todo estuvo listo todo, puse la mesa, me dirigí al sofá donde Chris estaba durmiendo.

— Hey —  lo moví con delicadeza, el se quito la gorra de su cara con pesadez, y abrió un solo ojo.

— ¿En que puedo ayudarla bella joven, de ojos mieles? — me dijo con voz ronca, debo admitir que sonaba muy bien, además su acento hacia que sonara aun mejor.

— En que si se puede levantar para desayunar y poder ir al cementerio de Hidalgo — él solo sonrió y tallo sus ojos.

— Enseguida, bella — dicho esto se puso de pie, y coloco su gorra de revez — Por cierto buenos días — dicho esto Chris me estrecho entre sus brazos y suspiro — ¡Aaay que bonito es despertar y abrazar a alguien a quien aprecias mucho! — dejo de abrazarme y me observo, curvo la comisura de sus labios y me observo detenidamente — Hoy estas mas guapa de lo normal — me ruborice.

— Muchas gracias, Chris... venga vamos a comer. — Tome a Chris de la mano y lo conduci al comedor donde ya estaba todo listo, el miro todo sorprendido — también he preparado algunas cosas para llevar al viaje — Chris me sonrió.

— Todo se ve delicioso, Esther — dicho esto tomo un asiento, mirando fascinado la comida, sabia que tenia hambre — déjame para la próxima prepararte algo a ti.

— No es necesario Chris, lo hago con mucho gusto — tome frente a él y de igual forma comenzamos a comer.

- Dai

Hola mis bellas muchachas, perdonen por abandonar así wattpad, pero estaba muy metida en la universidad, gracias a Dios he terminado mi semestre, y también mi carrera, no lo puedo creer, los años se me pasaron volando, la mala noticia es que no pude tener una graduación :( pero ya ni modo, lo importante es que he concluido mi licenciatura con éxito. He decidido volver a wattpad, para concluir mis historias, ya que entrar aquí y escribir me trae muchos recuerdos, ya que desde los 16 años estoy aquí en wattpad en verdad que al regresar hace que me sienta nostálgica.

¡Las amo chicas!

Alma En Pena |Christopher Vélez| [EN PAUSA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora