Su alteza es mi destino [Terminado]

Su alteza, confíe en mí

Aster tuvo un rayo de esperanza, estaba colgado de cabeza hacia una muerte segura pero el cuarto príncipe lo sostenía ¿No era esto parte del destino? Siguió las ordenes de su amado y subió a la terraza, se puso de pie como si nada hubiera pasado y corrió para abrazar a su salvador.

Por otro lado, Darcel suspiró de alivio por haber evitado una muerte, estaba a punto de empezar a maldecir hacia el loco suicida, pero fue abrazado de imprevisto, quiso empujarlo por instinto, sin embargo, no tenía muchas fuerzas en sus brazos por haberlo sostenido previamente.

—¡Suéltame! —Gritó Darcel, no podía hacer nada, sólo gritar.

Aster escuchó este grito diferente a los demás, no era un grito dominante y frío, era más bien como un cordero a punto de ser sacrificado, su voz se escuchaba entre cortada, Aster lo soltó inmediatamente y lo miró desconcertado.

—¿Qué quieres de mí? ¿Por qué te ibas a matar?

—"Salta de un balcón en silencio cuando nadie se dé cuenta".

—¿Qué?

—Dije que mi vida estaría en sus manos, y esa fue la primera petición ¿Qué clase de esposo sería si no cumplo el primer pedido de mi esposa?

—En primer lugar, soy hombre, entonces sería esposo, en segundo lugar, no soy tu esposo y en tercero lugar... ¿Por qué desde mi balcón?

—Porque donde yo vivo no hay un balcón, como usted lo pidió, entonces debería ser desde aquí.

—¿No tienes tu propia mente? Analiza, no es que quiero que mueras, bueno, la verdad no me importa, pero sólo quería que desaparecieras.

—No quiere que muera. —Dijo a sí mismo emocionado.

—¡¿Por qué hiciste lo que dije en primer lugar?!

—Porque estamos destinados a ser pareja.

—¿Según quién? —Se cruzó de brazos.

—Según yo.

...

Darcel con la paciencia nula tomó a Aster del cuello del traje y lo vio desde arriba emitiendo el aura de un tigre.

—Tengo visiones. —Dijo Aster.

—¿En serio? ¡Yo también! Veo que llamaré a mis guardias para que te maten por intentar atacar al príncipe en la noche.

—Dame una oportunidad de demostrarlo, la siguiente visión, te lo diré todo.

—Solo intentas escapar.

—¡Para nada, disfruto estar cerca del príncipe en este momento! Además ¿De qué sirve llamar guardias si tengo el favor del rey?

—Maldición. —Soltó el cuello de Aster—. Bien, te daré una oportunidad, si me sorprendes te creeré, de lo contrario, te perderás.

—¡De acuerdo!

Felizmente, Aster saltó desde el balcón... Saltó desde el balcón.

Darcel se inclinó sorprendido listo para ver el cadáver, pero resultó que Aster cayó sobre dos guardias, luego de eso se levantó como si nada y se fue corriendo... Esos guardias... ¿Por qué no se levantan también?

Aster llegó a su torre con dolor en el cuerpo y se concentró en meditar hasta tener una visión. Un mes, una visión impactante digna de que él príncipe lo supiera.

Darcel estaba tomando té junto con una mujer de su misma edad en el jardín mientras leía un libro, escuchó un sonido extraño y miró hacia los arbustos pensando que era uno de los conejos en el palacio, pero Aster saltó de ahí y caminó hacia su alteza, ignorando completamente a la señorita presente.