Su alteza es mi destino [Terminado]

Su alteza, mi general

Tal como acordó con su padre, Darcel viajó hacia el campamento militar en las fronteras, llevó con él las espadas escarcha y estrella, ropa, lingotes de oro y unos postres que Emma preparó durante toda la noche.

El viaje tomó una semana hasta llegar a la frontera sur, era un terreno montañoso y extremadamente frío, llegó en la noche, contrario a lo que pensaba, el lugar era animado, había demasiado bullicio.

Bajó sus pertenencias de la carroza y las guardó en su carpa, estaba cansado, quería dormir, pero primero quería presentarse con el resto. El ruido provenía del comedor, había mesas adentro y afuera, algunos tocaban instrumentos y cantaban, unos bailaban y otros platicaba con sus compañeros.

Cuando Darcel estuvo frente a ellos no llevaba su armadura real y nadie lo reconoció. Uno de ellos se acercó sosteniendo un vaso con algo dentro.

—Hola, deberías unirte al festejo ¿Cuál es el punto de estar aquí si no disfrutas? Nunca sabrás si morirás mañana, debes ser feliz en cada momento. —Le estiró el vaso—. ¿Bebes?

—Paso.

—Bien, soy Luan Roji, ¿Qué hay de ti?

—¡Su alteza el cuarto príncipe! —Dijo un general que se acercó en cuanto lo vio y saludó con una leve reverencia—. Nunca esperé verlo en un campo de guerra, pero ya estoy al tanto de la situación, viene a representar al séptimo príncipe.

—¿Su alteza? —Luan se inclinó con respeto—. ¡Perdón si lo traté de manera inadecuada!

—Está bien, no sabías quién era. —Habló Darcel y luego giró hacia el general—. Así es, estoy aquí para ayudar a mi hermano y también para defender el imperio.

—Ya veo, dejaré que hoy se relacione con los demás y descanse del largo viaje, mañana hablaremos de qué hacer.

—Gracias, pero que sea en la madrugada, no podemos perder mucho tiempo.

—Tiene una gran determinación, eso es bueno, mañana discutiremos los detalles entonces.

El general hizo una reverencia y se alejó, mientras tanto Luan siguió a su lado.

—¿Por qué sigues aquí? —Preguntó Darcel.

—No parece el cuarto príncipe del cual todo el mundo habla, ahora tengo curiosidad de saber cómo es en verdad.

—Sólo piérdete.

—Cuarto príncipe, si quiere liderarnos, debe acercarse con nosotros y ganar nuestra confianza y respeto, si se comporta de esa manera, no es muy diferente al príncipe Derek, mi padre dice que a veces agradarle a los demás puede salvarte el pellejo.

—Espera... ¿Cuál es tu nombre? Perdón, no te puse atención anteriormente.

—Luan Roji, Luan Roji, que no se olvide, Luan Roji.

Roji, es el apellido del ministro de guerra.

—¿Si eres su hijo, por qué estás aquí?

—Ganar experiencia, deberás entender que por quien soy, no debería despreciarme fácilmente, espero trabajar a su lado y aprender de usted.

—Tienes razón, discúlpame también.

De hecho, podría ser ventajoso llevarse bien con Luan, aunque puede ser un completo inútil, lo ayudará cuando quiera. Hablaron unos minutos sobre lo cansado que fue el viaje y cuando se hizo muy tarde, Darcel terminó la conversación para ir a dormir.

Pero no durmió, fuera del campamento, bajando una colina estaba más tranquilo, descanso ahí un rato pensando en cosas.

Acaba de iniciar una nueva etapa de su vida, parece que todo va bien en su plan, participará en un conflicto para ayudar a su hermano a ser príncipe heredero, y si eso pasa, ideará un plan para matar a Richard.