Su Alteza, No confíe en su hermano

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—¡No puede ser posible! ¡Había quedado con el príncipe heredero que no lo matarían!

—¡¿No sabes acaso que ese idiota ama burlarse de ti?! ¿Cómo es que caíste en su juego otra vez?

—¿Estás realmente segura de que ese era Aster?

—Lo vi claramente, claro, no era exactamente igual, tenía la cara y cuerpo hinchado, había demasiados moretones y heridas antes que empezaran a golpearlo, pero sus rasgos más característicos eran los mismo, me saludó en cuanto me vio y sonrió, como si me estuviera diciendo que todo estaría bien, que no me preocupara, que no llorara... ¡¿Cómo no hacerlo si ya era parte de mi familia?! Mantuve mis ojos cerrados, pero escuchaba sus gritos... Fue horrible, ya cuando abrí los ojos... Él ya... Él ya no era Aster.

Darcel se rompió en lágrimas, ¡NO! Fue tan idiota... Él... Él no... ¡Él no! ¡Por favor, él no! ¡NO, NO, NO, NO, NO! ¡Aster no!

Abrazó con mayor fuerza a Emma, ambos estaban rotos. Ambos se habían hecho cercanos a Aster, ambos lo consideraban un gran amigo, eran ellos tres en el palacio, ya no podrían volver a ser dos con tanta facilidad.

Cuando Darcel quedó seco de tantas lágrimas que expulsó, habló con el director de la prisión. Había traído dinero para pedir hablar con Aster, suponiendo que estaba vivo, nunca esperó usarlo para pedir que le dieran sus cenizas. Esperó a que el cuerpo fuera incinerado y tuvo a Aster en una urna, el director también le dio la espada vieja con la que Aster vino, era tan barata que no estaba interesado en quedársela.

Pero luego de eso se dirigió al palacio del príncipe heredero, apartó a todos los guardias que se entrometieron en su camino para evitar que fuera a la habitación del mayor, cuando entró al mismo lugar en que estaba Richard tiró su espada, Escarcha, al suelo.

—¡No vengo a atacar! ¡Quiero una explicación!

—¿Qué? ¿Realmente crees que perdonaría a la persona que intentó matarme sólo porque el que mató a mi madre lo pide? ¿Eres estúpido? Creo que fuiste muy egoísta y decidiste pensar lo mejor, quizás no aceptabas que él muriera entonces aceptaste la más imposible alternativa.

—¡HABÍAMOS HECHO UN TRATO!

—No trataría con un traidor, no necesito ningún favor tuyo, no hay nada que puedas darme de todos modos.

—¡ME DISTE TU PALABRA!

—Contigo no aplica. ¿Viste el espectáculo? Me hubiera gustado verlo, que lástima que me lo perdí... ¿Acaso no viste a ese idiota porque creíste en mí? —Suavizó su mirada y tocó su pecho—. Awn, hermanito realmente me conmueves.

—¡No lo llames de esa forma!

—Al parecer no lo viste... Si quieres puedo darte y un abrazo y consolarte ¿No es eso lo que hacen los hermanos después de todo?

—Haré que te arrepientas de esto, lo verás.

—Uy, que miedo.

Darcel salió antes de atacar al príncipe heredero.

Cuando llegó a su palacio, ordenó que se colocara una placa de mármol en el jardín que decía: "La estrella más brillante dejó el cielo y se mantiene en la tierra para iluminarnos".

La madrugada en que Aster atacó al príncipe heredero, el cielo empezaba a ponerse claro y vio una sola estrella que brillaba como si aún estuviera de noche. Le pareció linda, esa estrella de hecho le había dado fuerzas para llevar a cabo el plan alocado.

Su alteza era demasiado bueno como para sufrir en silencio, no podía estar con las manos cruzadas.

Se le daba muy bien la espada, de hecho, era de aquellos que aprendían rápido como si hubieran nacido con un don natural, pero su único don era amar a Darcel. Su verdadero lugar de práctica era su habitación, pero iba al campo de entrenamientos a hacerse el tonto con sus movimientos porque sabía que Darcel lo miraba, quería que bajara a enseñarle nuevamente esa preciosa danza de espada.

Su alteza es mi destino [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora