Su alteza, no me extrañe

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—¡Tú...!

—Su majestad. Admita que hizo un error, por favor recuerde que el cuarto príncipe es inocente y es su hijo. Él no quiere traicionarlo, no quiere el trono, ni siquiera venganza. Sólo quiere vivir en paz ¿Podría otorgarle un poco más de protección?

—¿No quiere el trono? Siempre quiere entrometerse en todo y resaltar para tener el favor de la gente.

—Él sólo quiere justicia. Y cualquier persona que fue ignorada por su familia llamaría la atención de otros que si lo hagan. Es lógico. Supongo que es la primera vez que alguien le habla de esta forma sobre este tema, recuerde que Darcel también es parte de la anterior emperatriz, si ella se arriesgó por alguien que tanto amaba ¿Cómo se sentiría ella si supiera todo lo que ocurre? ¿Tendría la cara de verla y explicarle todo lo que ha sucedido?

—...

Aster bajó la mirada y suspiró.

—Espero que este momento no sea en vano y que haya un cambio en usted. Lo aprecio mucho, gracias por todo este tiempo, usted me dio esta vida y también puede quitarla. No me quejo de nada.

—¿Crees que morirás?

—¿No es eso lo que hará?

—Te esconderé nuevamente, no en el palacio, en un lugar más lejano, tus visiones son algo que me han sido muy útil, te daré otra oportunidad, pero tomaré grandes precauciones.

—¿Pero no se supone que por lo que hice deberán matarme públicamente?

—Eso déjalo en mis manos. Vivirás, pero todos pensarán que estás muerto.

—Darcel...

—Él también creerá tu muerte. Espero que hayas disfrutado este tiempo de libertad juvenil. No volverás a verlo.

—Bien. Es una decisión muy benevolente para mí. Gracias, está nueva oportunidad que me da. Sé que no habrá una tercera, entonces no volveré a fallarle.

Hubo un detalle que Aster nunca dijo de su visión con Darcel. No vio dos jóvenes corriendo entre margaritas, vio a dos adultos haciéndolo. Aún abrazaba la idea de que todo lo que ha sucedido daría como resultado ese escenario. De ser así algo saldría mal en el plan del emperador y volverían a encontrarse. Su príncipe lo salvaría.

En unas horas le dieron su almuerzo, pero al parecer la sopa tenía algo que lo hizo dormir por un largo tiempo. Vendaron sus ojos y lo ataron a una camilla. Cuando recuperó su conciencia sentía que brincaba a y se golpeaba contra algo duro, además se escuchaban los galopes de los caballos y las ruedas sobre las piedras.

Mientras tanto el emperador ordenó encontrar a alguien que compartiste características físicas con Aster. A pesar de ser atractivo, no era una belleza única. Si, se encontró un doble el cual a cambio de dinero lo azotaron para que se viera igual de irreconocible que Aster, siguió una serie de pasos como no hablar con los demás y saludar al cuarto príncipe o a la cuarta princesa. Por supuesto, lo mataron. Pero sus hermanos ingresaron a la mejor academia del imperio con una beca completa y ayuda económica.

Cuando Aster llegó al lugar de destino, estaba en una habitación completamente cerrada. La única luz provenía de una ventana de barrotes. Sin salida, sin nada, pero con vida y con la esperanza de algún día reencontrarse con Darcel.

Darcel... Se sentía tan culpable, no se había sentido tan mal desde la muerte de su madre. Se encerró en su habitación y no dejó que nadie más entrara. Le debía muchas cosas a Aster, incluso sospechó que el chocolate que le dio la última noche tenía un tipo de medicina que evitó que se enfermara.

Su alteza es mi destino [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora