Musa, beso y teclas.

Tu sonrisa.

Tu sonrisa va y viene con aires de perfección. Tu sonrisa calma y deja ver un alma que clama y obsequia una visión celestial de la vida. Es angelical. Es libertad. Tu sonrisa es el trofeo más anhelado cuando de ilusión se habla, pués mi pasar en este mundo es benigno y bien vivido entre tus risas. Tu sonrisa es esa fría brisa otoñal que libera utopías de mí junto a ti. Yo lloraría por verte sonreir. Amaría verte reir. Caigo de rodillas cada vez que veo ese señido de divinidad en tus mejillas, queriendo que el destino no me deje morir sin antes ver la osadía de tus risas pícaras, me liberan de la angustia monótona de una vida gris y oscura. Es un hermoso arcoiris. Bondadosa realidad que mis noches suelen añorar. Hablaría de tu sonrisa como suelo hablar de la luna, pero a la luna no la puedo besar, así que bienvenida sea tu sonrisa, amor. Y es que me aturde esa exacta curva que me arranca suspiros al son de un latir, un acelerado latir. Desgarra mis penas y me lanza a un mundo de fantasías y sueños. Y tu sonrisa... tu sonrisa es mía aunque otro la tenga. Mi vida sin tu sonrisa, sin tu risa, es sólo una vida más.