Hoy te extraño, vaya que lo hago. Añoro esa risa burlesca, esa que te deja sin habla y balbusea a tus más bonitas cualidades. Cual hermosos marfiles se entreseñen en tus labios. Te extraño y no temo que este café lo sepa, él te envidia cada vez que lo dejo de lado solo para hacerte unos cuantos garabatos con mis letras. Locuras perpetras en mis más líricos pasares, pues te amo, amo como surges gloriosa en este cielo de eviternas letras... eterna siempre, siempre y cuando te extrañe, siempre y cuando te ame. Extraño tus delicados pestañeos seguidos por el brusco balanceo de tu cabello... extraño a tus ojos y también a tus labios. Echo en falta a tus susurros, a tu piel, a tus lunares y a tu espalda. Es tonto, pero te echo en falta a ti, a tu silueta y a tus aires de benébola pureza. Sé que no estás y... te extraño. Extraño a tu aroma y a tu acelerado respirar. Extraño esa lejanía que en mis poros haces titubear.
ESTÁS LEYENDO
Musa, beso y teclas.
PuisiRecopilación de una serie de poemas de verso libre inspirados en la locura y calma de ella, en su ser, en ella misma, en su cielo y en su averno.
