A penas llego a sentirte entre tantas noches vacías, entre tantos días sin sentido. Con escases logro percibir el dulce aroma a gloria de tu voz y el destino me señala y se burla de mis famélicas ancias por tus labios. Vas y vienes con voraces recuerdos en un mundo en el que no hay nada más que ellos. Yo te amo, lo hago con fuerza, me matas y resucitas sin mi permiso, ¿quién te crees haciendo que mi vida gire en torno a ti? Estoy desperdiciando lo que fuí, para bien, obviamente. Es que aunque lo niegue, tú estarás más que latente en mis míseros días cimentados todos con la locura por ti. Estoy intentando sacar a flote cada letra y trago de bohémia que me haces sentir. Eres perfecta. Anestecias el dolor de una pobre vida que ha vagado en busca de amoríos eternos, que ha vagado en busca de el bien más grato y la causa más noble, el amor. Me destruyo cada vez que derramas gélidas lágrimas sobre ese afródico rostro, me hundo en tus propias melancolías y tus lóbregos rincones de añoranzas, eso me acerca más a ti. No sabes cuántos cielos bajaría y lunas olvidaría con tal de amarte y que me ames, con tal de que estés conmigo. Resumo mi existencia a ti, y para mí... estás resplandeciente en ese podio de utópica belleza. Tú tienes todo eso que un mortal desearía amar.
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Musa, beso y teclas.
PoesiaRecopilación de una serie de poemas de verso libre inspirados en la locura y calma de ella, en su ser, en ella misma, en su cielo y en su averno.