Musa, beso y teclas.

Lo que es amarte.

Puta, como la amo. Amo el amor que su amada piel me otorga, grita, su piel grita, me pide que la bese, que la acaricie. Me pide que la vea sacudirse ante delicados suspiros en su cuello. Le sería capaz de susurrar al oído mi vida y por todo lo que he pasado para poder encontrarla. Le regalaría estrellas, tantas como los besos que añoro darle y la besaría tanto como el número de estrellas en el cielo. Quiero su voz. Quiero escucharla cuando todos me griten. Quiero escucharla cuando nadie la escuche. Si estuviese a mi lado me pasaría toda la noche despierto observándola, amándola. Hablarle en su boca sin besarla y luego besar sus sonrisas. Tenerla así, a segundos de gritarle al cielo que la amo, pero en voz baja, mientras tenemos nuestras frentes juntas y nuestras almas unidas. Quiero que sea la mejor parte de mi. Le diría que tiemblo si se va, y que aunque no la tengo, mi corazón la siente aquí junto a mí, siento como mis labios rozan su espalda y su mirada acaricia mi eternidad. Amo a esta niña, de verdad, no es ese amor simple que todo el mundo siente, es distinto, es querer más vida, es querer más gloria, es querer identificarlo con todos los adjetivos hermosos que pueda, es verla y sentir que nada pasa, que ese instante, que esos segundos de perfecta sinceridad son eternos, que la sola idea de tomar su mano y besar su frente me hará libre, es felicidad, es la mejor idea que tengas de bendición, es destino aunque no creo en el, es locura, es delirio, es querer dejar todo por ella, es intención, es calor, es beso, es tacto, es luz, paciencia; verdad; bondad; encontrarme; descontrol; tenura; gracia; valor; volar; todo... es, si es que aún no lo he dicho, amar, sólo que no es solo amar, es vivir. Es el mejor de todos los sueños que pueda tener y también es la hermosa meta de cada una de mis mañanas: verla feliz, que en medio de sus sonrisas se escurra un poco de perfecta realidad y darme cuenta de que los sueños, por más lejanos que parezcan, siempre tendrán oportunidad de ser convertidos en un acto: amar.