10. Interrupción y amistad.

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Narra Skay.

Suelto un suspiro y me dejo caer en el sofá de mi oficina después de mi tercera reunión en el día. Ese fue el castigo de Logan, darme el triple de trabajo para aprender el significado de la "Responsabilidad", pero aunque es agotador lidiar con los problemas personales y laborales, es mejor que enfrentarme al dilema que me espera una vez salga de aquí.

Apoyo los codos en el escritorio y me paso las manos por el cabello. ¿Qué hago? ¿Lo intento y dejo que me destruya de nuevo? ¿O la dejo ir y vivo con el enigma de qué podría haber pasado?

Mi mirada se pierde en el suelo, se pierde en los recuerdos. Todas las veces que desperté en una maldita y despreciable cárcel, preguntándome cómo llegué ahí, cómo permití que alguien tuviera el control de mi vida, de mí.

Millones de veces deseé haber hecho las cosas de una manera distinta, no obstante, aprendí de la peor forma que sí mi pasado y mi presente eran una mierda, mi futuro no sería así.

Es una pena haber salido de ese psiquiátrico con un método... Poco convencional. Pero lo logré, todas las amenazas y muertes valieron la pena porque, ¿Cómo formaría un futuro allí?

Sólo tuve que convencer a todos de que me habían dado salida después de tres jodidos años, y no fue difícil, ellos querían que saliera de ahí tanto como yo.

Salgo de mis pensamientos y frunzo el ceño. ¿Qué me ocurre? En un momento pensaba en qué hacer y luego, ¿Qué? No lo recuerdo...

Toques en mi puerta me interrumpen y sacudo la cabeza, centrándome en que estoy en el trabajo y no debo distraerme.

-Sr. Denver, ha llegado un paquete. – Nila, mi asistente asignada por Logan deja la caja sellada frente a mí. – Y el Sr. Winsley solicita su presencia en su oficina de inmediato. – Hago una mueca. Qué tal el descaro de ese hombre.

- Claro, gracias, Nila. – Ella asiente repetidas veces. – Ah, mañana a primera hora llegan los textiles y necesito que los recibas, Tyler está al tanto de que firmarás la orden a mi nombre.

- Por supuesto, Sr. ¿Desea que llame al personal de producción para que estén preparados?

- Si, eso sería de mucha ayuda, gracias. – Sonríe y coloca un mechón de su cabello detrás de su oreja antes de volver a mirarme.

- Vale, me retiro entonces. – Se da la vuelta para irse, pero se devuelve con expresión de haber olvidado algo. – El Sr. Brown me pidió que le recordara que mañana es el almuerzo familiar. – Frunzo el ceño.

- No estaba enterado de ningún almuerzo.

- Se lo dije hace unos días, pero no se preocupe. La razón es que conocerá al hijo de la Sra. Brown. – Asiento lentamente.

- Entiendo, gracias, Nila. No sé qué haría sin ti. – Sonríe y asiente.

- Afortunadamente para usted, Sr. Denver, no tendrá que averiguarlo. – Se da la vuelta y sale de la oficina.

Miro el pequeño paquete y lo abro rápidamente sin tener idea de quién lo envió. ¿Tres naipes?

Una pica, un diamante y un corazón.

Frunzo el ceño, ¿Qué carajos significa esto? Observo la caja notando un pedazo de papel arrugado, como sí lo hubiesen arrancado de algún viejo libro que le faltaba poco para convertirse en polvo.

"En la baraja francesa tres de los cuatro naipes tienden a tener un significado diferente al que se le da normalmente durante una partida. El diamante representa la riqueza de una nación, un país o un simple pueblo, es el valor que se le da a algo. El trébol simboliza la guerra y la suerte que se tiene en ésta, es la fuerza y determinación que puede tener una persona o un continente. La pica, por otro lado, representa la nobleza, la inteligencia y elegancia que caracterizan a la corte de un reino."

Te Enseñaré A AmarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora