6. Drama en el supermercado

146 19 22
                                    

-Entonces dime, ¿Qué haremos? – Inquiere mientras se apoya en el carrito que arrastra por el supermercado tomando cada cosa que se le atraviesa.

- No lo sé. Pero no estoy lista para dejarlo. – Él se detiene dándome la espalda.

- Así que quieres estar conmigo y a la vez con él. ¿Volvimos 5 años atrás y no me enteré?

- Solo serán unos días o semanas... Por favor. – No me mira cuando retoma su camino.

- Bien, pero no voy a tener nada contigo hasta entonces. Seremos simples amigos.

- No vas a aguantar.

- Amy, sí tú no vas a darme a respetar, yo tengo que hacerlo. Y no voy a caer ante tus encantos hasta que mandes a volar a Scott.

- Ni modo, tendré que esforzarme con mis encantos.

- ¿Al menos vas a decirle que nos reencontramos?

- Si... Iba a proponerte una cena.

- Déjame ver sí entiendo, ¿Quieres juntar a tu novio con tu enamorado frente a otras personas? Será una batalla campal.

- ¿Y qué propones?

- Decirle la verdad.

- No estás ayudándome.

- No pretendo hacerlo. – Toma dos cajas de chocolates y las coloca en el carrito.

- ¿Para qué tantos dulces? – Digo observando que ya lleva gomitas, chocolates y paletas azucaradas.

- Las gomitas son de Cassie, los chocolates de Alec y las paletas de Dylan. – Se acerca un estante tomando un paquete de galletas. – Y éstas de Aaron.

- ¿Y tú qué comes?

- Donuts, pero esas las consigo en la pastelería.

- Altos niveles de azúcar en ustedes.

- Bueno... Yo como las Donuts una vez a la semana. Pero Alec y Cassie sufrirán diabetes a los 40.

- Extrañaba esto. – Me mira sin dejar de caminar.

- ¿Ir al supermercado? – Pregunta con el ceño fruncido.

- No, además nunca fui contigo.

- ¿Entonces qué?

- Hablar de cualquier cosa. Burlarnos de lo que sea...

- Si, yo también...

- Skay.

- Dime. – Responde mientras mira el estante de condimentos. ¿Cocinará él? La imagen resulta muy sexy.

- Pase lo que pase con Gabriel, promete que no volverás a dejarme. – Lentamente, desvía la mirada del estante hacia mí.

- No puedo.

- Por favor, no quiero volver a perderte.

- Pero Amy, yo ya te he perdido a ti.

- Eso no es cierto.

- Lo es. Cuando me perdí a mi mismo, perdí todos los sentimientos que poseía.

- ¿Eso qué quiere decir? – Murmuro con la voz temblando.

- Quiere decir que te sigo amando, no obstante... No puedo evitar sentir que te perdí.

- ¿Por qué? Estoy aquí, ¿No?

- Ambos cambiamos demasiado. La Amy que conocía ya me resulta muy lejana.

Te Enseñaré A AmarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora