22. ¿Qué dirá Skay cuando sepa que te he follado?

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🔞CONTENIDO +18🔞

Sí eres sensible a las violaciones, por favor lee con extrema precaución o sáltate algunas partes. A pesar de que este capítulo tiene información importante, soy consciente de que no todas las personas se sienten lo suficientemente seguras leyendo algo así. 

Sin más distracciones, pueden seguir leyendo. Y lxs quiero. 


Narra Amy

Isaac entra a la habitación, moviendo la cabeza rítmicamente al compás de la música proveniente de los audífonos que trae puestos. Se quita uno y señala a Emily que casi se caga encima cuando la atención se centra en ella.

-Tu marido vino por ti. Lárgate antes de que me arrepienta. – La desata y Emily me lanza una mirada maliciosa antes de correr hacia la salida. Blanqueo los ojos y observo a Isaac caminar hacia mí, se agacha dejando su rostro a la altura del mío.

- Amy Cooper, ha pasado tanto tiempo y sigues igual de hermosa que la última vez. – Toma un mechón de mi cabello y lo retuerce por lo que gruño, removiéndome para que se aleje. Pero estoy atado de manos, brazos y tobillos, y mi boca está cubierta por una tela que me impide decir algo.

Isaac sonríe al sentir que tiene el poder de la situación y me baja la venda lentamente.

-¿Qué pensaría tu hermana de ti en este momento?

- No sé, ¿Quieres bajar al infierno a preguntarle? – Suelta una risa antes de negar con la cabeza.

- Eres jodidamente caliente con esa boca tan sucia. – No respondo, me limito a sostenerle la mirada sin permitir que me intimide. - ¿Aún amas tu hermanita? – No dejo que ninguna emoción salga a luz. Congelo mi expresión y alzo el mentón, respondiéndole fríamente:

- No puedes amar algo que ya no existe, Isaac. Creí que lo sabías. – Su sonrisa flaquea y mis sospechas son confirmadas. Él la amaba.

Isaac amaba a Rose, por eso tuvo semejante interés en mí apenas me vio. Yo siempre fui una copia de ella...

-Eso es lo que te trajo de vuelta aquí, ¿Verdad? La sed de venganza... - Le digo, y sonríe con falsedad, ocultando la realidad que juraría él aún no acepta.

- ¿Por Skay? Si.

- No, por Rosemary. Por tu amada Rosemary.

- No sé de qué me hablas. – Sí es cierto que Rose está viva, eso explicaría la presencia de Isaac. Por eso ayuda en todo esto, para tener una oportunidad con ella. Pero, ¿Por qué mi hermana querría venganza?

- ¡Isaac! Deja de hablar con ella y enséñale a mantener esa bonita boquita cerrada. – Le dice una voz masculina desde afuera. El susodicho me mira unos segundos, trasformando su expresión en una cínica antes de responder:

- ¡Como digas! – De repente, entiendo completamente el significado de sus palabras y me remuevo bruscamente cuando Isaac me toma del brazo, impulsándome hacia la cama de la habitación. - ¿Sabes? No voy a ponerte la venda, quiero ver sí tus gritos son tan hermosos como tú.

- No voy a gritar. – Respondo, y él ladea la cabeza en mi dirección. – No te daré ese gusto. – Ríe y se sienta en la orilla de la cama.

- Eso dicen todas. – Su respuesta hace que mi sangre hierva, y reprimo el impulso de hacer algo de lo que me arrepentiré.

Nadie va a venir a salvarme ésta vez... Al menos no a tiempo. Así que debo valerme por mí misma y sobrevivir al costo que sea.

Lo primero que hace es desatar mis tobillos, pero no los suelta hasta que vuelve a amarrarlos a los extremos de la cama.

Te Enseñaré A AmarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora