- Necesitas un amigo, - anunció Winn. Estaba terminando su segundo bistec con huevos. Yo permanecía fiel a mi té con miel.
- Tengo una. - dije melancólicamente. - Mi amiga Imra.
- Quiero decir a alguien tonto y malo, no alguien del club de las secretarias. - Le apunté con un dedo a la cara.
- Ante todo, no te burles de las secretarias, ni de sus clubes, fui secretaria hasta la semana pasada.
- ¿Luego te moriste?
- No, fui despedida del trabajo. Luego morí. De hecho, debería darme una vuelta por el lugar... lo mas probable es que ahora este en llamas. - Reí con maligna satisfacción. - Cuando despidieron al personal administrativo, perdieron la capacidad de llamar a sus clientes, hacer funcionar sus ordenadores y la máquina fotocopiadora, poder ordenar la compra de útiles de oficina, actualizar la base de datos, entender el funcionamiento de la máquina de franqueo... oh, la humanidad. - Sonreí abiertamente ante esa imagen mental, luego regresé a lo nuestro. - Segundo, Imra es, al menos, el doble de lista que cualquiera de los sentados en esta mesa. Tercero... cáspita, ¿cuánto vas a comer? - Durante mi reprimenda había llamado a la camarera.
- He estado demasiado deprimido como para tener hambre, - dijo a la defensiva. - Además, simplemente estas celosa.
- Tienes razón sobre eso. Mi madre me preparó mi comida favorita la otra noche y la vomité por todo su cuarto de baño.
- ¿Pero puedes beber? - Inclinó la cabeza hacía mi té.
- Aparentemente. No me hace nada... y sobretodo no me hace menos sedienta. Pero es familiar, ¿entiendes?
- Efectivamente. Por eso mismo permanezco en el ER. Deprime como el infierno y no te enteras de como terminan las cosas, pero por lo menos sabes dónde te encuentras.
- Eso es ridículo. Si eres tan infeliz en ese trabajo, déjalo. Trabaja en una agradable clínica familiar en alguna parte. - Se encogió de hombros, mirando hacía su plato.
- Si, Bueno...
- Solo digo, que debe ser duro. Trabajar en el hospital con niños.
- E increíblemente horroroso, - dijo con tono pesimista. - No creerías lo que las malas personas de mierda les hacen a los niños.
- No quiero oírlo, - dije rápidamente.
- No quiero hablar de eso, pero ese es mí trabajo. Realmente, quiero hablar contigo de eso. ¿Has conseguido... alimentarte, correctamente? Pues bien, te podría dar una lista de padres abusadores, a los que les gusta usar a sus bebés como ceniceros, o los que deciden marcar con un hierro caliente a un niño, porque cerró la puerta demasiado fuerte. Y podrías... arreglar las cosas.
- ¿Una vigilante chupadora de sangre? - Estaba horrorizada. E intrigada. No, estaba horrorizada - ¿No me escuchaste antes? ¿Eso de que hasta la última semana era una simple secretaria?
- Ya no, - Dijo Winn con aire satisfecho. Ahora que creía que había encontrado un objetivo, toda su conducta - ¡Hasta su olor!- era diferente. Se había ido el niño de ojos tristes, con una gran depresión a la espalda. En su lugar estaba el chico de las ideas. - ¿No me dijiste que pensabas luchar contra el crimen para expiar tus hábitos alimenticios? Pues bien, ¿Dónde mejor para empezar? - Simplemente negué con la cabeza y removí el té. - Bueno, entonces ¿cual es la alternativa? No pareces el tipo de persona que anda a escondidas por las sombras para atraer a algún incauto a tu diabólico abrazo. - La imagen mental me hizo reír. - Y otra cosa... los vampiros no se ríen tontamente.
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Vampira & Soltera
Fanfiction¡De secretaria recién despedida a ser la reina de los No-muertos! Ha sido una semana de lo más movidita para Kara Danvers. Primero, pierde su trabajo. Luego, para colmo, muere en un accidente de coche. Pero lo que realmente le molesta (además de des...