Vampira & Soltera

Capítulo Veintiuno

Casi grité cuando mi cabeza salió a la superficie. El cuarto de la piscina se encontraba repleto de docenas de vampiros, todos esperando pacientemente.

Avancé en el agua tratando de pensar donde encontraría algo de ropa. Y sobre lo que ellos habrían visto. Nia debió leer algo en mi cara; se arrodilló y sostuvo en alto una túnica que había traído de alguna parte. Nade hasta ella y salí, dejando que me ayudara a ponerme la túnica, y la cerré en cerca de medio nanosegundo.

Lena, esa pícara desvergonzada, no tenía problemas con su modestia; Simplemente se levantó de la piscina y se puso de pie ante nuestro auditorio, maravillosamente desnuda. Mientras le miraba, las marcas de colmillos de su garganta y hombros se curaron.

- ¡Contemplen, - dijo Nia en alto, - La Reina y su consorte!

- Uh... - levanté un dedo.

- Snapper ya no existe, - dijo Lena seriamente (y desnudamente). - Los Demonios están bajo la orden de mi Reina. Como todos ustedes.

- ¿Uh Lee?

- Quien no desee jurarle lealtad puede salir ahora, esta noche. No los forzaremos. Pero quien que se quede, y de juramento de lealtad a su Majestad la Reina, estará bajo Nuestra protección mientras vivamos.

¿Consorte?

- ¿Consorte? - Pregunté. De repente me costaba lograr que Nia me mirara, ¿por qué sería eso? - ¿Nia? ¿Consorte? ¿Qué?

Los vampiros que se encontraban en el cuarto se arrodillaron, tocando con sus frentes las baldosas, pero no los miré.

- ¿Qué está pasando? - Ella carraspeó, mientras Lena giraba para dirigirme una pensativa mirada. Me sonrió. ¿Por qué, de todos lo momentos pasados, su mirada me asustaba ahora?

Nia carraspeó otra vez.

- Nosotras... ah... no tuvimos la oportunidad de terminar de explicarla lo que profetizaba el libro de los muertos. Por lo de Brainiac... y simplemente no lo hicimos. Pero fue profetizada, y la caída de Snapper fue profetizada, y Lena siendo... uh... siendo su reina también...

- ¿Qué? - Realmente pude sentir como mis ojos se agrandaban.

- Y quién primero vaya a la Reina como a su mujer, después de la caída del usurpador, será Consorte de la Reina y gobernará a su lado por mil años. Al menos - añadió ella, - es lo único que puedo recordar.

- ¿Qué? - me tambaleé sobre mis pies. Lena me estabilizó. - ¿Soy la reina y Lena es como mi otra reina? ¿Por qué no me dijiste nada? ¿Por qué no me advertiste? ¿Durante mil años? ¿Qué?

- Bien, - la que era mujer muerta dijo razonablemente, - si te hubiera dicho, "Melissa, necesito hacer el amor contigo, porque solo entonces, ya sabes, tendré la corona inmediatamente después de que te tenga ti'", no habría conseguido verte desnuda.

Nia leyó exactamente el aspecto de mi cara, porque rápidamente dió un paso delante de Lena.

- No es así, Majestad. La has conmovido profundamente, por lo que está siendo impertinente. Fue predicho, eso es todo. Como su ascensión al trono. No hay nada que cualquiera de nosotras hubiera podido hacer sobre eso.

- ¿Quieres apostar? - Lena abrió los brazos.

- Dulce, pareces tan enojada. Tenemos una coronación que planear, así es que pon una sonrisa. Además, tan pronto como reconstruya mi casa, te mudaras, por supuesto.

- ¿Quieres apostar?

- Bien, entonces quizás más tarde. Después de que la... feliz sorpresa haya disminuido.

- ¡Dijiste! - Pinché con un dedo el pecho de Nia. Ella se sobresaltó, pero se mantuvo firme. - ¡Dijiste que si me convertía en la reina podría librarme de Lena!

- ¿Quisiste deshacerte de mí? - La pendeja tuvo el descaro de sonar herida.

- No pensé que Lena terminara siendo su consorte, - dijo ella débilmente, pero supe que mentía.

Me podía considerar su reina, pero Lena era su sol y su luna, más cercana que cualquier hermana. Lo que ella quería, Nia lo conseguiría para ella. Me reverenciaba, pero a Lena la amaba.

- ¡Me voy a casa! - Dije duramente. Me apreté el cinturón de la túnica. Ambas pueden quedarse en el infierno, lejos de mí - ¡lo digo en serio!

Nia se mordió el labio y clavó los ojos en el suelo, pero idiota de Luthor me sonrió.

-Imposible, Mi Reina. Tú y yo tenemos un reino que dirigir.