Los días transcurrieron sin incidentes, lo cual era, por lo visto, demasiado para mi antiguo dolor en el trasero, Imra, y mi nuevo dolor, Winn. El entusiasmo de mi regreso de la ultratumba había muerto, ningún malvado vampiro había venido a llamar a mi puerta, la relación con mi madrastra y mi padre continuaba siendo la misma (ella me ignoraba, él me enviaba cheques), y esto era demasiado normal para mis amigos. Los presenté y, después de que se enzarzaran el uno contra el otro durante una hora, decidieron compartirme.
Permanecí fuera del infierno. Mientras no llegaran a las manos, no me importaba como arreglaran las cosas. Imra era de voluntad fuerte, ¡No me digas!, pero también era extrañamente protectora conmigo. Siempre se había sentido amenazada cuando había hecho un nuevo amigo. Le había explicado muchas veces que no, no amaba a todos mis amigos de igual manera, que era mi favorita absoluta y lo sería por siempre, amén; pero normalmente estas explicaciones caían en oídos sordos. Y era estrictamente una calle de una sola vía, en mi insistencia: Imra tenía montones de amigos de sociedad que no me reconocerían ni aunque los abofeteara. Winn, por otra parte, renovado por tener un nuevo propósito (la propuesta de conspiración contra los maltratadores infantiles), era todavía frágil y no quería que nada de lo que le dijeran o hicieran lo pudiera enviar de nuevo al tejado. Se quedaba conmigo mientras buscaba un nuevo hogar, un arreglo que nos agradó bastante: Yo necesitaba un compañero de apartamento que pudiera moverse durante el día, y él necesitaba una cama.
Antes de morir nunca hubiera hecho una cosa así. No porque no me importara, sino porque no me atrevía. Realmente nunca conoces a una persona, que es lo que hay en sus corazones o lo que se esconde detrás de una sonrisa. Pero junto con una sed interminable por la sangre, ahora tenía un radar bastante bueno. Simplemente supe que Winn era un buen hombre. Y francamente, nunca me había gustado vivir sola, por lo que había rescatado a Giselle del refugio de animales. Veía demasiadas películas de terror y luego pasaba las noches sin dormir por el miedo, sobresaltándome ante cada chirrido. Lo que más me aterrorizaba eran las películas de zombis. Después de ver Resident Evil tuve pesadillas durante una semana. Era irónico, porque ahora era una de los monstruos no matables. Sin embargo seguía sin gustarme vivir sola.
Lo tres nos adaptamos, pero tenia que mantener un raro juego de equilibrio entre Imra y Winn. Y debido a que quise mantener a los dos neuróticos felices, la medianoche me encontró en una habitación privada en el Minneapolis General, preparada para una revisión, en lugar de inspeccionar la Locura de la Venta de Zapatos en la Neiman Marcus.
- Sólo por tí, - le había dicho a Imra.
- Y también para tí, - había agregado para Winn. Había una cosa en la que ambos estaban de acuerdo: No era un vampiro de la variedad-típica, y cuanto más supiéramos de mis habilidades, mejor. Winn quiso alcanzar una ―baseline ―, o lo que demonios significara eso, e Imra estaba francamente interesada, por lo que Winn consiguió un cuarto en el hospital para nosotros y comenzó el examen.
- No me voy a quitar nada de ropa, - le advertí. Winn puso los ojos en blanco.
- Aw, córcholis, no voy a tener mucha emoción esta noche.
- Para ninguno de nosotros, - dijo Imra secamente. - La chica es del color de la barriga de un sapo y necesita teñirse las raíces.
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Vampira & Soltera
Fanfiction¡De secretaria recién despedida a ser la reina de los No-muertos! Ha sido una semana de lo más movidita para Kara Danvers. Primero, pierde su trabajo. Luego, para colmo, muere en un accidente de coche. Pero lo que realmente le molesta (además de des...