Malleus sentía la magia de ese beso hacer efecto en su ser, provocando que se estremeciera todo, no era el tipo de magia con la que estaba acostumbrado a tratar, esta era muy diferente, profunda que calaba al alma. Era la primera vez que su boca jugaba con otra de esa manera, que sus manos ansiaran tocar ese pequeño cuerpo, sentía las mejillas arder un poco ¿Se había sonrojado? No era para menos esta sensación lo abrumaba por completo. Ciel por su parte se sentía de la misma forma, algo confundido por esta nueva sensación quería dejar de besarlo pero a la vez un impulso inexplicable le incitaba a seguir, por esos segundos parecía olvidarse completamente de su demonio.
Ese torpe primer beso entre los dos duró unos segundos, sus labios se separaron sutilmente, avergonzados evitaron mirarse al sentir la humedad restante de ese beso. Disimulando esta sensación agradable volvían a sus lugares iniciales, los dos fijaron su mirada al techo igual que antes pero ahora tenían el respirar agitado, en silencio parecían aguardar que el otro empiece a hablar. El más joven no sabía que decir, no podía evadir una respuesta besándolo de nuevo ¿No? ¿Cómo debía responder a la confesión de Malleus? Entendía que no era una confesión de amor pero si una de atracción y para ser sincero consigo mismo, él también le atraía.
¿Por qué le terminaban gustando los tipos raros y misteriosos? De cabello negro, mirada profunda, extraño sentido del humor, fuertes y con cierta oscuridad atrayente. Malleus tenía detalles que le hacían recordar a Sebastian, como esos dos colmillos que se asomaban sutiles al hablar o el color negro de sus uñas, demonio y mago eran tan parecidos pero tan distintos a la vez, en un suspiro divagaba.
—En mi defensa, tú me besaste... Así que no te enojes conmigo por lo que pasó —Malleus inició la conversación con esa seria sentencia al notar el silencio del joven a su lado.
—No estoy enojado...
—Ah si, ya recordé que así es tu cara.
—Ni que tú fueras el tipo más feliz del mundo —Sarcástico aclaró Ciel, el otro esbozó una sonrisa.
—Podría estar feliz ahora pero los restos de tu saliva están en mi boca y es molesto.
—No lo digas así, es vergonzoso. Y tu saliva también está en mi boca. —Murmuró un poco tímido.
—Así de asqueroso es besar... ¿No?
Ambos desviaron la mirada pero sonrieron, en un movimiento simultáneo relamieron sus labios, saboreando los restos de ese beso; un gesto provocativo que pasó desapercibido entre los dos, aunque les avergonzaba admitirlo disfrutaron de ese beso.
—¿Lo hicimos como esa pareja de anoche? —Malleus cuestionó con algo de ingenuidad.
—No sé... —Apenado respondió el más joven— Por cierto ¿Quién era esa pareja anoche?
—Phantomhive, no seas tan chismoso.
—Solo es curiosidad, dime...
—Te digo si me besas de nuevo. —Coqueto el mayor le sugería aún para si mismo era extraño hablar así con alguien pero con Ciel sentía la confianza de hacerlo.
—Ummm... ¿Te gustó? —Ciel preguntó con una sonrisa jactanciosa a pesar de su timidez, no podía negar que se sentía halagado porque al parecer no era malo besando.
—Se siente bien pero supongo sentiría lo mismo si lo hiciera con cualquiera
—Ve a besar a cualquiera entonces —Refunfuñó el de mirada azulina con un puchero.
—Ya no te enojes... Tú eres el único que tiene el privilegio de meter su lengua en mi boca... Por ahora al menos.
Malleus susurró acercándose, quería dar la iniciativa esta vez, embelesado por tan bello rostro sonrojado a pesar de ese ceño fruncido, esos provocativos labios entreabiertos le incitaban a besarlo pero Ciel cubrió su boca con una de sus manos.
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Ciel In Twisted Wonderland
FanfictionEl conde Ciel Phantomhive ha llegado a un mundo desconocido bajo circunstancias bastantes extrañas. Por medio de un sacrificio se abrió sin saberlo la puerta a un mundo mágico, que le enseñará muchas cosas entre ellas, amar... ¿Estará listo para ser...