Ansiedad

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Lilia, Sebek y Silver aguardaban en el pequeño comedor de Diasomnia a que llegara su líder, quien por cierto ya se había retrasado a la hora pautada para esa cena especial.

—Tal vez se olvidó de la cena. —Comentaba Silver en un bostezo, no era que estuviera muy ansioso por probar la cena preparada por Lilia pero tenía curiosidad por convivir junto a la pareja además no era usual cenar con su lider.

—Supongo que se entretuvo con ese niño.

Decía un poco resentido Lilia con un puchero al ver la hora en el reloj de la pared, fue entonces que segundos después veían a la pareja aparecerse de repente en medio de una neblina verde.

—Buenas noches... —Saludó Ciel en un murmullo al acercarse a la mesa, Malleus amablemente abría la silla para que este se sentara.

—Pensé que ya no vendrían. —Lilia con una forzada sonrisa decía notando como la pareja no se atrevía a mirarse entre si, un comportamiento que le pareció un poco extraño.

—Nos tardamos porque Ciel no tenía ropa. —Todos se miraron entre si por la seria pero algo perversa respuesta de Malleus, Ciel a su lado muy sonrojado lo miraba de reojo con molestia— No me mires así... Solo dije la verdad, no sabías que ropa ponerte.

—Lo dijiste de una manera que se puede malinterpretar.

—No es mi culpa que sean todos unos mal pensados.

La pareja discutía con aparente seriedad, los otros atentos observaban no podían evitar notar como su líder sonreía sutilmente al hablar con Ciel, era como si este niño lo tuviera hechizado de alguna manera y tal vez así era.

Flashback

—Se hace tarde para ir a la cena... Quítate de encima.

Era la petición que Ciel hacía con dificultad, su respirar agitado le impedía hablar fluidamente después que sus labios se separaron de ese apasionado beso, estremecido sentía como esas manos no dejaban de acariciarlo. Viendo su rostro sonrojado muy cerca al suyo se embelesaba, debía admitir que su extraña timidez le parecía un poco adorable.

—Ciel... Olvida lo que dije antes.

—¿Qué? Dices muchas cosas...

—Sobre lo que me gustas...

—¿Ya no te gusto? —El más joven con fingida tristeza le susurró sobre los labios, era divertido provocarlo que dejara a un lado su arrogancia para que cayera rendido ante el.

—Es que son palabras que se pueden volver en mi contra.

Ciel sonreía ante la seriedad con que aseguraba aquello acariciando uno de los cuernos que adornaban su cabeza volvía a besar sus labios humedecidos era inevitable no hacerlo, su gesto confuso era un tanto irresistible. Sentía jugar con fuego, un juego peligroso del que también podría resultar quemado y así parecía porque de repente Malleus levantaba su camiseta, pretendiendo quitarla se presionaba más a su cuerpo.

"No debí provocarlo" pensó el joven sintiendo como el otro empezaba a perder el control y el a su vez también porque era agradable el calor que ardía dentro de su ser al estar de esta forma. Pero sus impetus se frenaron cuando Malleus notó su marca en la espalda al pretender quitar su ropa, deteniéndolo en un empujón se escabullía para alejarse.

—¿Qué es eso? ¿Es una cicatriz? —Malleus preguntó curioso notando su mirada molesta y como arreglando su camiseta trataba de ocultarla— ¿Te duele?

Ciel se negó a responder a la vez que evitaba verlo, pensaba en como esa cicatriz, evidencia de la humillación vivida en su pasado aún podía causar estragos en su presente, siendo marcado como animal a veces no podía evitar sentirse como uno, una sensación que guardaba para si mismo, que ni siquiera Sebastian conocía. Malleus no era tan insensible como pretendía ser con su fría personalidad, notando lo mal que se puso el joven decidió no hacer más preguntas solo optó por acercarse para acariciar ese rostro que reflejaba dolor, impotencia y vergüenza.

Ciel In Twisted Wonderland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora