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El joven Phantomhive junto al director caminaban por uno de los pasillos de la ahora silenciosa escuela, ya que todos se suponía estaban en el auditorio, Ciel no podía apartar la extraña sensación que le embargó al dejar en su habitación a Malleus, quien con su gesto parecía expresar algo cercano a los celos, hecho que al joven le confundía pero a la vez complacía en gran manera.

—¿Iremos al auditorio?

Cuestionó curioso Ciel al no tener idea de donde se dirigían, se suponía debía estar en la inauguración de ese evento semanal que su supuesto novio junto a su dormitorio habían organizado.

—Si pero primero debo ir a mi despacho a ver unos papeles. ¿No te molesta?

—Como si tuviera opción a negarme.

—Estás enojado por haberte separado de tu amado ¿Verdad? —Dijo en tono burlón esbozando esa usual sonrisa suya en los labios— Lo hago por el prestigio de mi escuela, en todo caso deberías enojarte con él... ¿Crees que fue correcto el afirmar frente a todos cuánto le gustas?

—¿Eso dijo? —Sonrojado hasta algo emocionado murmuró.

—Si, lo hizo y eso fue bastante sorprendente, el señor Draconia tan frío emocionalmente expresándose así frente a todos —Hablaba el mayor sin dejar de sonreír— ¿Qué clase de magia usaste? Espero que sea solo la magia de esa carita linda y no por otra cosa porque estás muy pequeño para eso.

—¿Qué está insinuando?

—Sabes muy bien a lo que me refiero.

Ciel no le refutó, aclararlo era inútil ya que los rumores pesaban más que la verdad al parecer en esta escuela o en la vida en si, era obvio lo que todos creían de su relación con Malleus y nadie se acercaba a afirmar lo que ellos eran en realidad pero ¿Qué eran? Los besos y caricias que se regalaban no tenían nada de falsedad porque ambos se estremecían al hacerlo, volviendo real este confuso sentir, eran sus pensamientos mientras sus mejillas se teñían en rubor permaneciendo en silencio.

Minutos después Ciel aparecía en el auditorio junto al director, todos dirigieron sus miradas curiosas a ellos, algo hastiado suspiró porque seguramente ya empezarían con nuevos rumores. A lo lejos vio como Malleus no le apartaba la mirada, el joven solo sonrió en señal de saludo pero frunció el ceño al notar como este lo ignoró fríamente y parecía que le torció la mirada ahora ¿Por qué estaba enojado? ¿No fue todo esto su culpa? A veces su falso novio era un tanto infantil.

—Hola Ciel... Ven siéntate con nosotros —Vil, el líder de Pomefiore le llamó, haciéndole un espacio le invitaba a sentarse a su lado, junto a otros miembros de su dormitorio.

—Ve con ellos... Con Malleus es que no te quiero cerca.

Fue la seria aclaración de Dire, los que estaban cerca lo oyeron aquello incitando a que murmuraran de nuevo, Ciel sonrojado y un poco malhumorado se sentaba junto a quien amablemente le invitó a sentarse a su lado.

—Ah, un niño tan lindo como tú no debería fruncir el ceño así, te saldrán arrugas —Vil en un murmullo iniciaba conversación con el joven a la vez que miraba algo embelesado su rostro—Basta con ese parche horrible que opaca tu belleza, no eres feo para tener algo así cubriendo tu carita.

—Quizás algún día me lo quite pero por ahora prefiero tenerlo.

—Oye Vil creo que el parche le da un toque exótico al niño —Dijo un joven con sombrero a su lado, sonriendo saludaba a Ciel que estaba a un asiento de separación— Belleza es belleza con parche o no.

Ciel sonrío nervioso ante ese halago, la emoción de este chico le hacía recordar un poco a alguien en su mundo, ese que también halagaba su belleza pero más aún siendo chica.

Ciel In Twisted Wonderland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora