Abandono

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Ciel más tarde impulsado por el hambre y sintiéndose un poco mejor por la medicina que Malleus le dio tan amablemente salía de su habitación, su supuesto compañero azulado que le ayudaría no era para nada de ayuda porque en esas horas no se había aparecido.

-¡Oye...¡ -Un animado joven con una gran sonrisa detenía su andar parándose frente suyo- Tú eres Ciel ¿Verdad?

-Si debe ser él, es el único que no ha pasado por nuestras manos. -Alguien con apariencia igual al otro se aparecía ante sus ojos. Eran unos gemelos muy peculiares pensaba Ciel mientras sonreía nervioso ¿Por qué en esta escuela habían personajes tan raros? ¿Podría adaptarse? Quizás si porque muy normal no era tampoco, al menos Sebastian así se lo hacía sentir cuando le decía "No cualquiera invoca a un demonio, menos un niño. Usted es especial"

-Oye... Ciel. -Ambos jóvenes de cabello verde azulado le llamaron al unísono al ver como se perdió en sus pensamientos, el joven dirigió su mirada azulina a ellos.

-Parece que tienes hambre. Que tal si te invitamos a comer, tenemos un lugar que te podría agradar. -Dijo amable uno de ellos.

-¿Ustedes quienes son? -Cuestionó Ciel.

-Es cierto que mal educados somos. Yo soy Floyd Leech y él es mi hermano Jade. -Se presentaban ambos con una traviesa reverencia- Es un placer conocerte, Ciel Phantomhive.

El joven asintió con la cabeza como respuesta al saludo, al parecer ya la mayoría lo conocían y el apenas conocía a unos cuantos.

-Nuestro querido lider nos envió a buscarte porque desea hablar contigo -Habló el otro gemelo- Ya antes lo conociste según nos dijo.

-He conocido a algunos hoy. -Ciel murmuró.

-Azul se pondrá triste porque no se destacó ante ti.

-¿Azul? Creo que lo recuerdo ¿Tenía lentes?

-Si ese mismo... Y quiere hablar contigo. ¿Nos acompañas? -Ciel no podía negarse a la invitación después de todo por ahora parecía que debía sobrevivir con las invitaciones a comer. Caminaron unos minutos hasta que llegaron a una residencia en cuya entrada se podía ver un escudo que decía "Octavinelle" entrando llegaron a un lugar que parecía una especie de elegante restaurante.

-Bienvenido joven Phantomhive a "Mostro Lounge" estamos a su servicio. -Azul decía apareciendo frente a ellos- Vamos chicos traigan algo de beber y comer a nuestro invitado.

Los gemelos con una sonrisa asintieron mientras los dejaban solos en una de las mesas, hace mucho tiempo que no veían a su líder entusiasmado por alguien, ya que no era usual que el mismo quisiera concretar un trato y menos invitarlo a comer. ¿Qué tenía de especial este muchacho? Se cuestionaron entre si sin palabras solo mirándose.

-Me alegra que hayas aceptado mi invitación. -Azul amable le hablaba mientras fijaba la mirada en él- Este es mi humilde negocio, soy un hombre que le gusta negociar, se me da con facilidad se podría decir.

-Entiendo, yo también creo que lo era en mi mundo.

-Oh ¿Y qué hacías?

-Tenía mi compañía de juguetes. -En un suspiro Ciel respondió, pensar en su negocio le hizo sentir una efímera nostalgia.

-Eso es bueno, sabía que tenías algo especial desde que te vi pero ¿Sabes lo que también veo? -Cuestionó con una sonrisa se le acercaba tomando su mentón levantaba su rostro, miraba fijamente su único ojo visible- Veo algo de desespero, tristeza y miedo aunque es razonable según oí los rumores apareciste de la nada aquí, vienes de un mundo que desconocemos. Estás tan solo ¿No? Eres un extraño en este mundo así que podría predecir lo que deseas justo ahora.

Ciel In Twisted Wonderland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora