Confirmación

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Pensamiento de Ciel

Siento quedarme sin aliento mientras mi cuerpo tiembla parece no poder resistirse al tímido encanto de Malleus, quien está tan nervioso como yo pero eso no impide que sigamos lo que iniciamos. Susurra mi nombre cuando sus labios no están ocupados besándome, el tono lascivo en su voz me estremece aún más, mi cálido interior vibra a pesar del sutil dolor que siento en esta entrega inesperada de placer.

¿Es solo placer? ¿Es solo mi cuerpo inquieto sucumbiendo a las ansias que había contenido en estos días? La forma en que me mira, sus ojos destellantes parecen decir algo que sus labios jadeantes no se lo permiten. ¿Me ama? ¿Esto es solo placer para él? Pareciera que no pero... ¿Qué significa para mi?

—Ciel... ¿Estás bien? ¿Soy brusco?

Me pregunta entre jadeos con aparente preocupación en medio de esta mutua excitación, seguramente lo hace al notar mi gesto divagante pero aún así eso no detiene el vaivén firme de sus caderas al hacerme suyo, su sonrisa un poco jactantaciosa parece que está presumiendo ¿Ni siquiera ahora deja de molestarme? Sin embargo este tipo raro, soberbio y misterioso me gusta tanto, me gusta lo que me hace y lo que me hace sentir. En respuesta a su pregunta y a mis propias dudas lo abrazo con todas mis fuerzas, presionando más su cuerpo  humedecido al mío estamos  recostados en la orilla de esa laguna donde no pretendo soltarlo.

Besando ansioso sus labios trato de calmar la fiebre que arde dentro de mi ser, nuestros cuerpos juntos en perfecta sincronía es como poderosa magia que apenas se descubre para nosotros.

—Deberíamos meternos al agua de nuevo para limpiarnos, no podemos regresar sucios.

No es lo más romántico que se espera oír después de haber tenido sexo por primera vez pero era Malleus así que no me sorprendía, lo que si me sorprendió fue el dulce beso en mi cálida mejilla para fijar su mirada cariñosa en la mía que rehuía.

—No vayas a ponerte cursi, solo fue sexo. —Le dije con una sonrisa tratando de que no pensara que esto significó algo importante aunque era obvio que si lo era.

—Buen sexo.

—¿Cómo sabes que fue bueno si no lo habías hecho antes?

—Porque fue contigo, todo contigo es perfecto. 

—Te dije que nada de cosas cursis —

Es mi susurro con fingida molestia, decir algo así ahora era una punzada en mi vulnerable corazón que apenas recupera el ritmo normal de sus latidos, sutil lo empujé para que se quitara de encima. Era incómoda la sensación húmeda en mis partes bajas, con una falsa sonrisa me arrastraba como sentado hacia el agua que estaba a unos centímetros de nosotros, no creo que esta postura minimizara mi vergüenza.

—Phantomhive espera, si quieres ayuda yo puedo llevarte al agua. Ahora soy tu esposo debo cuidarte.

—Déjame, yo puedo solo.

—Pareces un gusano.

Mientras discutíamos tontamente  llegamos al agua, todavía sonrojados nos lavábamos cada uno por su lado pero sin mucha distancia entre nosotros. De reojo veía su cuerpo desnudo, el que no pude contemplar bien antes por la excitación, es hermoso y ahora es solo mío.

—Ni te atrevas a acercarte. —Advertí con seriedad.

—Sé que soy irresistible pero no me culpes por lo de antes, tú fuiste el que me provocó al quitarte la ropa al caminar. Fui seducido por un pequeño humano. —Dijo en un murmullo malhumorado.

—Que débil eres entonces y no te estoy culpando... Yo me hago responsable por mis acciones.

Ambos nos quedamos en silencio unos segundos.

Ciel In Twisted Wonderland Donde viven las historias. Descúbrelo ahora